Especial Juegos de Lucha (XXVI) Fatal Fury City of Wolves

Fatal Fury siempre ha sido muy especial para mí. Para que os hagáis una idea, en el año 1993 los poseedores de una Mega Drive no lo estábamos pasando muy bien porque hacía unos meses que había salido la conversión de Street Fighter II solo para Super Nintendo. La máquina había arrasado en el mundo, yo mismo me había dejado muchas monedas en ella y ahora no salía en Mega Drive.

Afortunadamente, en Abril de ese año salió Fatal Fury King of Fighters y solo para Mega Drive. No sé muy bien por qué, el juego en el resto del mundo sí que estaba para Super Nintendo. El caso es que venía de una espectacular máquina de Arcade de SNK con su versión 1:1 para Neo-Geo y, ahora, en Mega Drive. El juego lo dirigió un grande que tiene menos reconocimiento del que merece, Takashi Nishiyama. Este caballero es el creador de Street Fighter, después fichó por SNK, ayudó al desarrollo de Neo-Geo, creó Fatal Fury y King of Fighters.

La consola tenía una gran cantidad de plataformas y todo tipo de juegos pero carecía de juegos de lucha y encontrarnos ese juego con unos personajes de gran tamaño y una historia elaborada para la época, marcó a toda una generación seguera. Yo fui a por él desde el primer día y se me quedaría grabado para siempre.

Así, cuando se anunció que después de 26 años sin ninguna entrega volvería Fata Fury y continuando la historia dónde se quedó Garou Mark of the Wolves, me llevé una enorme alegría.

Ahora os cuento si la alegría se ha mantenido después de jugarlo con tantas ganas.

A estas alturas, 32 años después, Nishiyama no participa, pero el director es  Hayato Konya, uno de los directores del último Samurai Shodown que tanto éxito tuvo.

Empecemos por la historia.

Está claro que no es lo más importante para SNK pero, después de 14 años podrían haber mejorado un poquito. Es que comparas con Tekken 7, Soul Calibur 6 o con Mortal Kombat XL y no hay color.

La historia se cuenta en el modo arcade con una introducción y una  pequeña explicación al final y con imágenes estáticas. De hecho, es hasta un paso atrás respecto a Garou Mark of the Wolves que tenía un modo historia, aunque fuera simple.

Además, está mal contada.

Si empiezas con Rock Geese sí se entiende, Mister Big ha raptado a su madre y se la devolverá a cambio del legado de su padre, el malvado y muerto Geese Howard. Según cuentan le han robado el legado y está como premio del Torneo King of Fighters.

Excusa pobre y ya digo, contada con imágenes estáticas.

Pero si eres fan de otro personaje como yo de Terry Bogard, buena suerte para entender algo. Te cuenta la historia de porqué participas en el torneo y solo al final te cuentan lo del legado de forma somera y de repente aparece la madre y también de repente se lía sin saber muy bien porqué pasa nada de esto.

Así que modo historia no hay, hay modo Arcade, un completo tutorial  y un modo entrenamiento.

Sustituyendo al modo historia clásico han creado un modo llamado Episodios de South Town.

Es un pseudo juego de rol en el que elegimos un personaje y con el vamos investigando por la ciudad  los rumores de que el fantasma de Geese Howard está aterrorizando a la gente.  Recuerda a Dragon Ball Fighterz y a Street Fighter 6, aunque la comparación deja mal parado a Fatal Fury.

Hay un mapa dónde aparecen iconos y vamos ahí. Si derrotamos a los enemigos aumentamos de nivel y en los puntos que son clave para la historia aparece una especie de conversación de chat dónde hablamos con alguno de los personajes, luchamos contra él y nos da claves para seguir avanzando.

Muy lejos del modo libre en 3D de Street Fighter 6.

Cuando derrotamos a los enemigos vamos acumulando experiencia, esta nos sirve para subir de nivel y poder abordar peleas contra jugadores más poderosos. Los combates pueden ser contra un rival o contra varios consecutivamente y son a un asalto salvo los puntos de misión en que el rival suele ser un personaje del roster del juego y aquí sí son a tres asaltos.

Es entretenido y alarga el juego ya que los siete combates del arcade se terminan rápido.

Hablemos un poco de la mecánica mecánica jugable.

SNK ha buscado que disfrute cada uno del juego según su habilidad, así que hay varios niveles de dificultad y, además, un modo fácil de ejecutar combos (Smart Mode) apretando solo un botón en lugar de las combinaciones de botones y joystick del modo normal.

Creo que ese Smart Mode no se permite en el online.

En lo que el juego sí que destaca es en la jugabilidad. Es cierto que, al contrario del primer Fatal Fury de máquina Arcade, hace mucho que eliminaron el poder mover al personaje entre el fondo y el frente, concretamente hace 26 años en el anterior juego pero a cambio  tomando su base jugable. Así el parry es importante y tiene una curiosa posibilidad que es elegir el momento del combate, al principio, en medio o al final, en que el personaje es más poderoso y puede ejecutar nuevos movimientos. Lo han denominado sistema S.P.G. Además hay un superataque, el Hidden Gear que se puede ejecutar cuando las dos barras de rabia se llenan.

En cuanto a los ataques hay dos botones para puñetazo y dos para patada, además del clásico para agarrar.

Los movimientos especiales se ejecutan con una combinación de botones más un movimiento con la cruceta o pulsando un botón más movimiento si es con el Smart mode.

Abusar de los movimientos especiales hace que podamos sufrir un sobrecalentamiento y hasta que este desaparezca no podremos volver a utilizarlos.

Tanto el SPG como la posibilidad de sobrecalentamiento hacen que haya que ser más táctico al pelear en niveles de dificultad altos.

El roster de personajes no está mal, en la línea de otros juegos.

Son 17 personajes de salida y, como el juego incluye la primera temporada de DLCs, hay cinco más de los que ya han llegado dos.

Así, de los diecisiete del juego, diez regresan de Garou Mark of the Wolves.

De la saga Fatal Fury regresan tres.

Dos son nueva creación. Preecha, la alumna de Joe Higashi que combina ser científica con el Muay Thai.

Vox Reaper es un asesino que termina como guardaespaldas de la que iba a ser su víctima, Kain R. Heinlein.

Y dos son famosos adaptados al juego. Lo que no tengo nada claro es que hayan acertado con los personajes llegados de fuera del universo de SNK. Incluir a Cristiano Ronaldo o al DJ Salvatore Ganacci me ha hecho bastante menos ilusión que cuando Soul Calibur incluía a Geralt de Rivia, a Spawn o a Link.

La verdad, ni los famosos ni los nuevos personajes aportan demasiado.

El juego salió con estos diecisiete jugadores y después llegarían otros cinco a lo largo del año en la Season one. Sin embargo, por la razón que fuera, SNK cambió de opinión y la Season One está incluida en la edición especial de Fatal Fury City of Wolves que es la única que está a la venta.

Es una buena noticia, y hasta el momento han salido dos, Andy Bogard, el hermano de Terry Bogard, uno de los tres protagonistas del Fatal Fury original.

El otro es Ken Masters, de Street Fighter.

Los tres que saldrán a lo largo del año serán Joe Higashi, el protagonista que falta del Fatal Fury Original.

Chun-Li de Street Fighter.

Mr. Big de Art of Fighting.

Con lo que para final de año el roster será de 22 luchadores.

Aún así, que en un Fatal Fury no estuviera de salida Andy Bogard o Joe Higashi me parece inconcebible. Menos mal que entran en los DLCs de esa primera temporada.

El apartado gráfico es estupendo.

En la línea de los juegos de Neo-Geo, los personajes son muy grandes y el juego va fluidísimo a máxima resolución. El estilo es manga con la técnica de Cel Shading, no pixel art, y se mueve por el motor Unreal 4.

Hay veinte escenarios, muy variados, pero no tienen demasiada vida y no son interactivos como los de Tekken o Mortal Kombat.

Un apartado que destaca enormemente es la música electrónica.

Por supuesto hay remezclas de Salvatore Ganacci pero también de Steve Aoki o Afrojack. Además, entre los extras está una sección con los álbumes de muchos de los juegos de Fatal Fury y también de Street Fighter.

Además de todo esto, el juego cuenta con un modo online con muy buenas críticas gracias a su netcode y que es multiplataforma. Esto es todo un acierto porque así, si una plataforma no tiene muchos jugadores no importará para encontrar partidas.

En cuanto a los extras, aparte de la Jukebox con todos esos álbumes de los que hablaba antes, hay una galería tanto de imágenes y diseños como de las secuencias ilustradas. También se puede cambiar el color a los personajes en otra sección.

En conclusión, está claro que el juego no es un triple A y que el presupuesto lo han centrado en los combates y hacer un buen multijugador. Las decisiones de no dar más calidad a las cinemáticas o el modo de desplazarte sobre un mapa en Episodios de South Town, o los personajes adaptados de la vida real, son cuestionables pero no empañan lo divertido que es el juego.

Lanzar personajes durante el primer año sin coste adicional, en cambio, es una forma de mantener el juego vivo, como que tenga juego multiplataforma.

En definitiva, un muy buen regreso de Fatal Fury.

Saludos fremen.