Ha sido, para mí, la sorpresa de la temporada. De hecho no tenía ningún interés en verla. El villano de Batman me parecía un personaje más bien patético que apenas había dado alguna historia interesante en los más de 80 años del cómic.
Sin embargo, el Oswald Cobb (que no Cobblepott porque el algoritmo les debió decir que no terminaba de resultar, 80 años más tarde) que presentan es muy interesante porque no aún es el rey del crimen de Gotham sino un jefecillo de mediopelo para la familia Falcone. Su ascenso es el leitmotiv de la serie y es apasionante cómo asciende no tanto por la violencia sino por la mentira, la manipulación y el oportunismo, aunque no salga demasiado bien, muchas veces pierde tanto como gana.
Lo de Colin Farrell es descomunal. Lo primero, no ves al actor por ninguna parte y después la composición del Pingüimno como un mafioso histriónico, basto pero con un burdo pero potente carisma, es de lo mejor del año.
Aunque lo mejor es que al potentísimo personaje la ha surgido una réplica de la misma altura y potencia. Sofía Falcone.
Christin Milloti (Como conocí a vuestra Madre) hace una composición del personaje, que es la parte débil y despreciada de la familia Falcone, cambiando esto de una forma brutal e impactante.
Hay un tercer pilar que, si bien no tiene tanta importancia, es el contrapunto humano del Pingüino, Víctor Aguilar (Rhenzy Feliz, Runaways), un chico que ha acabado en la calle por los acontecimientos de The Batman y se gana la vida como puede, como robando neumáticos.
La peor y casi la última idea de su vida es robar los neumáticos del Maseratti del Pingüino. Al final se queda con él al principio casi como un rehén pero enseguida como su ayudante. Es otro personaje que evoluciona con la serie, de la inocencia del principio no es que se transforme en un monstruo pero sí que hay varios momentos en que puede dejar la vida pero renuncia a ellos e incluso otros en que toma decisiones que no tienen vuelta atrás.
El resto del reparto brilla también a gran altura,. desde el jefe de la familia Maroni (Clancy Brown) a su mujer, la gran Shohreh Aghdashloo (The Expanse) pasando por la madre del protagonista (Deirdre O’Connell) y eso hace que todo funcione muy bien
Al final estamos ante una sensacional serie de mafiosos que ha recortado cualquier cosa relacionada con Batman más allá de las familias Falcone y Maroni.
No hay nada de Batman, que debe estar en alguna guerra estelar o algo porque no se entera de la guerra de bandas ni de nada, no hay ninguno de los otros villanos, ni Dos Caras, al que Carmine Falcone desfiguró creando al villano en los cómics, ni el Acertijo que es mencionado, pero nada más.
Ni siquiera de la policía de Gotham aparece James Gordon, aunque sí un par de policías corruptos, Wise y Carvallo o el detective Mackenzie Bock.
Es una serie estupenda pero que solo tiene relación con Batman por el título para el márquetin pero que huye de nada que tenga cualquier atisbo de lo superheroico.
Realmente extraordinaria. Está en MAX.