Este otoño han llegado unas cuantas series que no están nada mal.
Runaways
Basada en el entretenidísimo cómic de Brian K. Vaughan y Adrian Alphona, la serie, que cuenta con Vaugahn como productor de la misma, mantiene la original e interesante premisa del cómic. Los hijos de algunos de los principales pilares de la sociedad de la ciudad descubren que, primero, sus padres no son lo que parecen y todo indica que son asesinos y pertenecen a una especie de secta y, segundo, ellos empiezan a descubrir que tienen poderes. A partir de aquí es muy entretenido todo, desde cada personaje que es más interesante que el anterior a los padres que también tienen lo suyo. Los chicos son adolescentes poco conocidos pero entre los padres están James Marsters, el famosísimo Spike de Buffy, Annie Wersching, compañera de Kiefer Sutherland en las dos últimas temporadas de 24. Ryan Sands de The Wire, Julian McMahon de Embrujadas o Kevin Weisman de Alias. Una magnífica serie de superhéroes, de lo mejor estrenado este año.
La emite Fox.
Futureman.
Toda una sorpresa. Una serie que homenajea sin tapujos la cultura Pop. El protagonista, Josh Futterman (Josh Hutcherson, Los juegos del hambre) consigue terminar un videojuego que no había conseguido superar nadie, inmediatamente después aparecen dos soldados del futuro para decirle que le necesitan para salvar la humanidad. No esconden su más que cercano parecido con Starfighter pero es que luego cobgen prestadas ideas de Regreso al Futuro cuando viajan en el tiempo a casa de Josh para impedir que se cree una cura para toda la humanidad que desarrollará a los Bióticos, en esencia millonarios que tomaron la cura, no la compartieron con el resto de la humanidad y se dedican a exterminarlos. La serie es muy divertida y con buenas secuencias de acción. Además, los capítulos son cortos, de media horita. Muy recomendable, sobre todo si te gusta la ciencia ficción de los 80 y 90.
Está entera en HBO.
La Zona
Otra sorpresa. Ciencia ficción bien hecha y de procedencia patria. No soy demasiado fan de las series españolas. Creo que parten de conceptos caducos tanto de forma como de fondo. De forma porque hace años que las cadenas de televisión han alargado el prime time hasta la madrugada y7 el resultado de eso es que cada capítulo de una serie española dura unos 80/90 minutos, es decir, lo que una película. Esto suele conllevar una cantidad importante de relleno que no hace avanzar las tramas. En cuanto al fondo, hay una búsqueda de gustar a todo el mundo, desde los niños/adolescentes hasta los abuelos que conlleva meter personajes con los que pueda identificarse el espectador tenga la edad que tenga. Todo esto hace que muchas series sean bastante flojas. Hay excepciones, como el ministerio del Tiempo al que le han impuesto la duración pero lo demás se lo han saltado todo en función de contar buenas historias.
Otra excepción importante es La Zona. Tiene una premisa interesante como qué ha pasado después de un accidente en una central nuclear en el norte de España. Los hermanos Sánchez Cabezudo son unos guionistas/directores incómodos que han hecho cosas como Crematorio o La noche de los girasoles. Aquí no abandonan esa curiosa manía de meter el dedo en el ojito del poder sin descuidar una interesante trama policial. Que esté protagonizada por un fantástico Eduard Fernández y muy bien acompañado por los demás actores, destacando Juan Echanove pero sin olvidarme de Sergio Peris-Mencheta o Alexandra Jiménez. Por supuesto, lo de gustar a todos se lo han pasado por el forro y no hay niños adorables ni abuelos igual de adorables, más que nada porque no pegan, y los capítulos duran 50 intensos minutos. Parece que hacer una serie para Movistar es bastante mejor que hacerla para Antena 3 o Televisión Española, porque, además, está rodada en cine, con una fotografía cuidadisima y unos medios impresionantes, como los efectos digitales, no para añadir pirotecnia vacía, sino credibilidad a la historia. El resultado es una magnífica serie con, además, la duración que necesita la historia, ocho capítulos. Nada de 24 o 13 porque son los que piden las televisiones. Ojalá sea el principio de una nueva forma de hacer series, a la inglesa, que de esto saben un poco.
La emite Movistar +
Estoy vivo.
Una serie entretenida a pesar de que tiene todos los males que citaba antes. Tienes la niña, la joven , los de mediana edad y los de la tercera edad. Los capítulos duran 90 minutos y la trama la alargan durante 13 capítulos.
Todo esto pasa factura, pero no es una factura alta. La serie habla de un policía que perseguía a un asesino en serie y muere. Sin embargo, no debería haber muerto así que se reencarna en el de otro que tenía que morir, el inspector Márquez (Javier Gutiérrez ,La isla mínima, Águila Roja). Sin embargo, en esa reencarnación han pasado cinco años, no puede contarle a nadie lo que le ha pasado, ni a su familia y llega a la tierra con un «enlace», Alejo Saura, que está ahí, no queda del todo claro para qué pero sí que le va a terminar provocando una embolia. Resulta que su nuevo cuerpo era inspector, como él, pero vuelve de una misión de infiltración y ha sido destinado a una comisaría de Vallecas, en Madrid, dónde tiene por compañera a su hija (Ana del Castillo, El olivo, La llamada) que en esos cinco años se ha hecho subinspectora. Su otra hija está obsesionada por hablar con los muertos. Mientras tanto, el asesino en serie también ha sido resucitado y el inspector Márquez
A la serie le salva que es muy divertida, que son actores muy buenos y sostienen la serie con apenas dos cositas, la parte sobrenatural tiene su interés, la tecnología parece heredada del Doctor Who de los 60 y que está bien que transcurra en Vallecas.
Sin embargo tiene momentos ñoños y tramas añadidas para alargar la historia de la persecución del asesino. La serie con un recorte de lo que le sobra hubiera salido redonda. Así simplemente está bien.
La emite RTVE.
Bueno, con esta terminamos. Son muy buenas series para este otoño.
Saludos fremen.