Batman, Lovecraft y Mike Mignola. Una combinación de lo más interesante que en el año 2000 cristalizó en una miniserie de tres cómics. Seguramente tuvo menos trascendencia de la que merecía pero Warner Bros. Animation produjo el año pasado la adaptación a película de animación.
Contar con Sam Liu, director de varias películas de Batman como La broma asesina, Gotham Luz de Gas, Año Uno, Batman y Harley Quinn o Alma de Dragón, que son sin duda de las mejores películas de animación sobre el personaje, ha vuelto a ser un acierto.
Además, la horrible animación coreana de baratillo que suelen lucir se ha arreglado bastante con un diseño artístico ambientado a principios del Siglo XX con una paleta de colores oscura y multitud de sombras.
Por otro lado, esta historia está dentro del sello «Elseworlds», es decir, los personajes no están en la continuidad sino en otros mundos y situaciones. En este caso Bruce Wayne viaja con Dick Grayson, Kai Li Cain y Sanjay Tawde (estos dos últimos en el cómic eran Tim Drake y Jason Todd) en el barco Argo alrededor del mundo desde hace 20 años, entrenándose para vengar la muerte de sus padres.
Una llamada de socorro por parte de la expedición al ártico de Oswald Cobblepott hará que Wayne sepa por primera vez de los dioses primigenios que quieren volver a este mundo. Volarán la cueva dónde espera ese horror creyendo haber acabado con ello y decidirán volver a Gotham con el único superviviente, sin conocer la historia oculta de Gotham y que es el primer paso para la llegada de Iog Sotha.
La historia es de lo más entretenida y diferente a lo habitual en Batman. Además, aunque cambia detalles del cómic, es bastante fiel y está mejor contada. Ra’s Al Ghul, Oliver Queen o Harvey Dent, entre otros, tendrán relevancia en lo que le suceda a Gotham.
Hay que mencionar que la historia es fiel a los relatos de Lovecraft. Estos se caracterizan por no tener finales felices al uso sino más bien finales bastante retorcidos y ni el cómic ni la película traicionan esto, no hay salvación sin sacrificio.
En cuanto al cómic, también es bueno. La historia de Mike Mignola y Richard Pace funciona bien, quizá el dibujo de Troy Nixey sea un poco extraño con un gran dominio de la ambientación pero un manejo de los rostros y las proporciones bastante desconcertante. Aún así, resulta, en buena parte por el fantástico color de Dave Stewart que hace mucho por la ambientación.
En definitiva, una buena película.
Saludos fremen