El destino de Júpiter

O cómo tirar dos horas a la basura.

Como dije en la entrada dedicada a Sense8, no soy fan de los Wachowsky desde Matrix. Me pareció magistral la primera y pude ver las dos siguientes aunque me parecieron muy inferiores. El caso es que Sense8 me enacntó y decidí probar con esta. Sobre el papel no pintaba mal, una peli de ciencia ficción por unos especialistas en ciencia ficción que, además, escriben la historia que querían contar, y con Channing Tatumu y Mila Kunis bien arropados por secundarios como Sean Bean, Eddie Redmayne o la preciosa Tuppence Midleton. Además, con un holgadísimo presupuesto de 176 millones de dólares.

A continuación comentaré qué tal les ha quedado la «cosa».

La historia es de ciencia ficción, enmarcada en el género de la space opera, de hecho recuerda un poco a Flash Gordon en más de un momento, en otros parece la de Dolph Lundgren Dark Angel, los Hombres de negro en otros pero tomándoselo todo muy en serio.

La historia es que Jupiter Jones (Mila Kunis) es una limpiadora que en realidad es la reina del universo y los tres herederos de la anterior se lo toman de aquella manera, así que uno de ellos envía a buscarla para matarla, otro de ellos envía a Caine Wise (Channing Tatum) a raptarla y la otra también mueve sus hilos para que llegue a sus manos. A partir de aquí, el papel de Mila Kunis es ponerle ojitos al becerro de Channing Tatum y ser rescatada convenientemente en el último segundo varias veces durante la película, en un sentido homenaje a todas las mujeres florero a rescatar desde Lois Lane a la princesa Peach.

La historia es pesada y reiterativa porque se repite el mismo esquema, persecución con lucha larguísima aunque espectacular, un hermano consigue a Mila Kunis e intenta algo para que el trono sea para él, es recatada con nueva persecución y lucha hasta que otro hermano la consigue y se repite el ciclo hasta que se llega al final y han pasado dos horas y siete minutos.

No hay el más mínimo humor en la película. Lo único bueno, los efectos especiales, están mal utilizados porque se pasan por el forro las leyes de la física o la resistencia humana. Dos ejemplos. Caine cae con su mininave desde el espacio a Júpiter, hasta una refinería de la superficie chocando contra varios edificios y atravesándolos. Quizá, dado el impacto y el estado de la nave, debería estar más bien muerto, versión confitura de fresa. En otra Eddie Redmayne y Mila Kinus caen durante centenares de metros hasta que cada uno puede agarrarse a un cable y un balcón. Dada la velocidad deberían haberse dejado los brazos, como mínimo, al agarrarse, pero no era posible porque quedaba aún media hora de película.

Lo peor, de todas formas, son los protagonistas. Mila Kunis es una actriz y hasta en este papel está decente, pero Cahnning Tatum es un bovino y, aparte de que no es capaz de interpretar nada, no tiene el más mínimo carisma y la química es totalmente inexistente.

Podría seguir, pero para qué. Como sabiamente dijo Gandalf, ¡Huid insensatos!

Saludos fremen.

2 comentarios en «El destino de Júpiter»

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