Hubo una época en que Konami sabía reírse de sí misma. Una época en que hacía sensacionales shoot’em ups como los Gradius/Nemesis o Salamander pero al mismo tiempo sacaba la serie Parodius.
Un error muy común, entre la gente que no los ha jugado, es creer que son unos juegos de menor entidad que los Gradius o los Salamander, pero nada más lejos de la realidad.
Como ya comentamos cuándo escribimos sobre Parodius Non Sense Fantasy, las fases del juego son bastante surrealistas pero no pierde un ápice de la emoción y frenetismo de las sagas «serias» de Konami. De hecho, gráficamente es más impresionante que muchos de ellos.
La historia es tan absurda como de costumbre : Takosuke ha abierto una agencia reclutando a distintos personajes de los juegos anteriores. Cuando han ganado bastante dinero, decide huir y nosotros a bordo de nuestra nave (podemos elegir entre varias, de un Vic Viper al pingüino Pentarou) lo perseguiremos a través de seis fases.
En cada fase, aparte de un jefe, hay que realizar una misión especial para pasar de fase que puede ser recolectar un número de monedas, acabar con el jefe final, rescatar cincuenta coristas, etcétera. Según se realicen se puede acabar en el final bueno o el final malo.
Estas fases son muy variadas, pasan por una granja, el castillo de Drácula, el Taj-Mahal, una cueva de carbón, una fábrica de chicas y cosas más absurdas.
Los jefes a veces son chicas, a veces son pingüinos y todas las fases sin excepción son muy divertidas.
La forma de jugar es como la de un Gradius, disparas con la nave que elijas, u algunos enemigos sueltan potenciadores, que puedes activar manualmente o puedes decidir que se activen automáticamente.
Una particularidad, si juegas a dobles y disparas cerca de la nave de tu compañero, se produce un disparo combinado.
Cuanta con dos finales, uno en el que Takosuke consigue huir y se va a disfrutarlo con varias mujeres y el bueno en el que el enemigo final, Kori, termina aplastando con sus nalgas a Takosuke.
El apartado gráfico es estupendo, muy colorido y con una cantidad inmensa de detalles, muchos de ellos son guiños a los juegos de Konami.
La cantidad de enemigos es tan variada como hilarante, con cerdos voladores, caballitos, elefantes, moais y decenas y decenas más.
Además impresiona el triple scroll paralax del juego de algunas fases como la última. Una virguería técnica de mucha calidad.
Desgraciadamente no hay ninguna versión para consolas actuales o PC. La última recopilación fue en 2007 para PSP e incluía Sexy Parodius, una novedad porque el juego solo salió en Japón para Arcade en 1996 y posteriormente para Sega Saturn y PlayStation.
Ojalá Konami, que parece resurgir de sus cenizas y está recuperando parte de su legado con recopilatorios tan bien cuidados como Gradius Origins para el que incluso han creado un nuevo juego, Salamander III, se anime a recuperar la saga Parodius.
Mientras tanto, merece la pena tirar de Retroarch y una rom del juego.
Saludos fremen.