Nemesis/Gradius (1985)

Hay círculos que se tarda mucho en cerrar.  Corría el año 85 cuando mi padre nos trajo a casa un flamante Sony Hit-Bit 55P MSX con dos juegos incluidos, Ali Baba and the 40th Thieves y Battle Cross.

Disfruté mucho ese ordenador, aprendí a programar con MSX Basic porque en la época había revistas que incluían interminables listados para programar tú mismo los juegos y cursos de programación.

Otras revistas venían con cintas de cassette que incluían juegos. Recuerdo utilizar un viejo reproductor mono conectado y utilizar la doble pletina del equipo de música para copiar juegos que me dejaban mis amigos.

Pero lo que era genial eran los cartuchos. Solo había que ponerlos en su ranura y ya estaba funcionando, sin esperas y de la mayor calidad pues solían ser de Konami solo que eran muy caros. La alegría que me llevé cuando mis padres me regalaron el Nemesis fue enorme. Por cierto, Nemesis se llamó en Europa pero era Gradius en Japón y mantendría este último nombre en las secuelas.

El juego era muy bueno pero muy difícil. Es asombroso que el Joystick sobreviviera a nuestras partidas.

Cuarenta años después, gracias a la fastuosa recopilación Gradius Origins, llevada a cabo por el prestigioso estudio M2, por fin he podido terminar el juego y, además, con la versión europea.

La premisa es sencilla, el planeta Gradius está bajo ataque de los Bacterions y con nuestra nave Viv Viper hemos de destruirlos a través de ocho niveles hasta conseguir acabar con el núcleo de la fortaleza Xaerous.

Para conseguirlo podemos potenciar la nave cuando acabamos con formaciones completas de enemigos o eliminamos a enemigos de color marrón, pues dejan unas cápsulas que nos dan diversas opciones:

Velocidad, que se puede aumentar varias veces.

Misiles, muy útiles pues caen y recorren el suelo hasta destruir a los enemigos de la parte inferior.

Doble, dispara hacia adelante y hacia arriba en un ángulo de 45 º. Creo que es el que menos útil me parece porque hace que el disparo sea más lento.

Láser. Un disparo más potente.

Option. Naves complementarias invulnerables que acompañan a la Viper  y tienen las mismas armas que estas.

Escudo. Protege frontalmente a la nave pero se agota después de unos disparos.

Hay que atravesar siete niveles muy distintos en los que nos encontraremos con gran cantidad de naves y torretas, moais que disparan y en cada nivel un jefe final. En los primeros niveles es Big Core, una gran nave que dispara cuatro láseres.

El jefe final es el cerebro de Xaerous, al que se llega a través de una jaula electrónica que encierra la nave mientras es atacada. Si se sobrevive y se atraviesan las puertas que se van cerrando, el enemigo es un cerebro gigantesco sin defensa.

Me pareció muy original que el jefe final no fuera un enemigo dificilísimo, sino el enemigo más débil del juego.

El juego es muy divertido pero enormemente difícil, con ataques por todas partes que obligan a memorizar patrones para avanzar. Eso no es problema, pero sí el tener que reiniciar buena parte del nivel cuando mueres y tener que volver a recorrer el camino. En realidad el juego es muy corto pero con los reintentos se alargaba enormemente. Qué paciencia teníamos los jugadores del siglo pasado.

Para los jugadores de este siglo que no tenemos el mismo tiempo de cuando éramos niños, es muy de agradecer recopilatorios tan completos como Gradius Origins que incluye seis juegos entre Gradius y Salamander con todas sus versiones y el nuevo Salamander III, próximamente en estas páginas. En total, 18 juegos.

Esta recopilación, además de los juegos incluye distintos modos de dificultad, posibilidad de grabar e incluso posibilidad de rebobinar.

El rebobinado, concretamente, es una bendición porque no es que haga el juego más fácil, has de esquivar y disparar igual, pero cuando mueres no has de recorrer de nuevo todo lo que habías pasado anteriormente.

En cuanto al aspecto gráfico, a mí me parece que se mantiene muy bien. Estamos hablando de gráficos del año 1986 cuando los ordenadores de 8 bits dominaban la tierra, pero lo bueno de la moda Pixel Art es que su atractivo se ha mantenido a lo largo del tiempo, así que los gráficos más avanzados de hace 40 años siguen Lucendo muy bien a día de hoy.

La música chiptune es muy pegadiza y rápida, funciona realmente bien para mantener la tensión en el juego.

Hay que mencionar que la portada del juego sigue siendo una de las mejores de la historia.

Al final, esta joya atemporal de los mata marcianos sigue siendo divertidísima hoy en día y tan difícil como siempre, pero con la posibilidad de hacerla más accesible.

Además, el recopilatorio incluye muchos extras que entonces no teníamos como poder disfrutar de la banda sonora de los juegos, una galería visual con concept art y las tarjetas originales de los juegos o una guía de Gradius.

Sin embargo, faltan los siguientes juegos de Gradius y, si incluyeron los spin-offs de Salamander, podrían haber incluido también los de Parodius, que son muy divertidos. Ojalá un recopilatorio de estos.

Una experiencia estupenda, realmente es muy recomendable. Saludos fremen