Cuando la armonía en el mundo se rompe y es absorbida por varios avatares de los arcanos mayores del Tarot, a una joven se le rompe el corazón, aparece una mariposa de diamante en sus sueños y la lleva a través de una autopista celestial, donde encuentra a su otro yo: la motorista enmascarada llamada The Fool (El loco). Esta peculiar historia es narrada por Queen Latifah (Chicago).
A partir de aquí avanzamos por un mundo de Neon y música electrónica a través de 23 niveles surrealistas en los que perseguimos corazones mientras volamos, vamos en una longboard, un muscle car, un barco o una moto. Incluso entramos en unas gafas de realidad virtual.
Cada nivel que terminamos nos da una puntuación y según lo alta que sea nos darán una calificación de Ora, plata, bronce o sin calificar.
Conforme vamos avanzando por niveles nos enfrentaremos con jefes finales a través de quick time events para recuperar la armonía.
Se puede catalogar como un juego de ritmo, aunque también como un juego de ación, y tiene bastante sentido porque busca la sinestesia entre los sonidos, las imágenes y las sensaciones que produce.
Tiene una gran ventaja y es que apenas dura un par de horas que aprovecha para hacer una experiencia muy variada y adictiva, sin nada de relleno. No sobra nada en el juego, mecánicas e historia van de la mano y, al finalizarlo, queda la sensación de haber disfrutado de algo precioso y breve .
Además, incluye extras como las canciones del juego o los enigmas del zodíaco, que son 24 acertijos, dos por cada signo del zodíaco, que en realidad son desafíos del juego y abren contenido adicional.
El desarrollador es el estudio sueco Monago que el año pasado publicaron otro indie con una recepción tan buena como este, Lorelei and the laser eyes.
Tuvo una gran recepción en 2019 con tres nominaciones a los Game Awards, entre otros premios. Aunque, para mí, es más relevante que seis años después no ha perdido un ápice de interés, sus gráficos y su música siguen siendo igual de fascinantes.
Un juego perfecto para echar una tarde y terminar sintiendo que ha sido un tiempo muy bien invertido. No es difícil, al estilo de los hack’n slash como Devil May Cry o Bayonetta, que no buscan que te sea difícil terminar el juego sino que puntúan el estilo jugando, sino que el reto está en jugar mejor y conseguir la puntuación más alta.
Muy recomendable. Saludos fremen.