Monkey Island 2: LeChuck Revenge fue un fracaso. La que puede ser mejor aventura gráfica de todos los tiempos se la pegó y apenas vendió unas miles de copias, en torno a 25.000 según Tim Schaffer. Además, todos se fueron. Ron Gilbert fundó Humongous Entertainment, Dave Grossman se fue para colaborar con él, Tim Schafer estaba haciendo Grim Fandango y a esto se añadía que el final del juego era una trampa diabólica para poder continuar.
Así que pasaron los años mientras que el prestigio de la saga fue subiendo como la espuma hasta el punto de que LucasArts decidió que quería una tercera parte. Como no estaba ninguno de los originarios, la empresa tiró de Larry Ahern, que se había encargado de la animación en Monkey Island 2 y de Jonathan Ackley, que había sido programador en Day of the Tentacle. Una tercera pieza fundamental fue Bill Tyler, que creó los increíbles fondos del juego que encajaban perfectamente con las animaciones de Larry Ahern.
A este juego siempre le he tenido cariño porque seguramente tenga uno de los mejores comienzos de cualquier videojuego y hay que tener en cuenta que era muy complicado porque el cierre de Monkey Island 2 dejó descolocada a toda una generación.
Bueno para ser exactos dejó descolocados a los que lo jugamos en su momento que, como decíamos antes, no fuimos tantos y fue con el paso de los años en que mucha gente lo convirtió en un juegos de culto porque hay que tener en cuenta que los dos primeros salieron en el 90 y en el 91 y sin embargo esta tercera parte salió en el 97. Casi al final de la edad de oro de los videojuegos que sería el año siguiente con el ya citado Grim fandango.
Sin embargo para mí es el juego más bonito de toda la saga. Entre la época de los juegos pixel art y la época de los juegos en 3D hubo un breve espacio de tiempo en que los juegos optaron por parecer una película de animación y los gráficos y decorados eran maravillosos, casi como jugar una película de Disney. Títulos como Kings Quest 8, este Monkey island o los dos primeros Mundo Disco entre otros juegos de la época.
El juego acaba definitivamente con los verbos y la interfaz es tan cómoda como dirigir el puntero del ratón sobre el objeto con el que interactuar pulsar con el botón izquierdo manteniéndolo un poquito y aparecen las opciones de Mirar Coger o Hablar. A eso se le une el inventario y ya está todo lo necesario para una historia peculiar de piratas.
En esta historia empezamos por el final es decir en un combate entre el barco de LeChuck y el de Elaine aparecemos nosotros en un barril flotando por el mar, derrotando al pirata zombie LeChuck, encontramos un anillo con un pedrusco enorme entre su tesoro y aprovechamos la ocasión para pedir matrimonio a la gobernadora Elaine de la isla Plunder.
El resultado no es el esperado: el anillo está maldito y termina convertida en una estatua de oro así que vamos a preguntar a la dama vudú. Le dice que tiene que encontrar un anillo igual valor no maldito y con eso romperá la maldición.
Claro que lo mismo Guybrush no debería haber dejado una estatua de oro a tamaño natural en la playa de una isla llena de piratas así que, sorprendentemente, habrá que encontrar primero la estatua de Elaine antes de poder convertirla de nuevo en persona
Aquí realmente comienza la aventura teniendo que reunir una tripulación como en el primer juego para ir a la isla Blood donde Guybrush ha averiguado que han llevado a la Gobernadora Marley.
Aunque hay muchas cosas que son homenaje a los anteriores juegos, como esa búsqueda de una tripulación, también intenta innovar como incluir batallas navales con duelos de insultos.
El juego es muy divertido, los diálogos son estupendos y también tira de nostalgia porque encuentras con personajes como los caníbales de la primera historia que ahora son vegetarianos o con Stan el famoso vendedor de barcos que ahora vende seguros.
Sin embargo, el personaje que más importancia tendrá es Murray, que al principio del juego tiene su cuerpecito aunque fuera un esqueleto, pero enseguida pasará a ser solo una calavera diabólica muy parlanchina. Tuvo tanto éxito que incluso volvió en Return to Monkey Island.
Hay que destacar que la aventura está completamente doblada al castellano, cuenta con puzzles realmente geniales y un poco más lógicos aunque no tengamos ningún pollo con polea pero por ejemplo la Isla Plunder está infestada de pollos así que esta vez es cantidad por calidad
En esta entrega tenían que afrontar el final de Monkey Island 2.
En el comienzo del juego, mientras Guybrush flota en el coche de choque que mencionábamos, pasa por encima aludiendo a un hechizo de LeChuck. Sin embargo, si alguien quiere los detalles, LeChuck tiene una rema de dialogo en la que cuenta con todo lujo de detalles, después de insistir, eso sí, qué pasó al final de Monkey Island 2. Está bastante escondido y es todo texto pero ahí está.
Lo que tenían claro los diseñadores es que, cuando los jugadores fueran a comprar Monkey Island lo que esperaban encontrar era un juego de piratas y es lo que decidieron darles.
El juego está muy bien. Sin embargo la última parte es bastante precipitada y la boda con Elaine es de lo más sosa, nada que ver con la boda entre LeChuck y Elaine de Secret of Monkey Island .
Aún así es un juego muy divertido, desafiante, con entidad propia y sin duda el más bonito de todos.
Si no lo habéis jugado os lo recomiendo. No tiene remake pero se mantiene muy bien a día de hoy.
Saludos fremen.