Es para preguntarse porqué un nombre tan tonto y fuera de lugar para un autor belga que publicó en francés y cuya obra se ha convertido en universal. Menos mal que eso es lo peor que puedo criticar, aparte del precio salvaje de la entrada.
Sin embargo, la exposición es fantástica.
Comienza con las influencias de Hergé y algunas de sus obras pictóricas. Influencia de autores como Picasso o Miró que se ven en los cuadros. También se puede ver la relevancia que adquirió en vida, con cuadro de Andy Warhol o varios bustos en bronce de prestigiosos escultores sin necesidad de ver más.
Otra parte interesante de la exposición son los elementos con los que se documentaba para los distintos álbumes. Georges Remi, Hergé, como contaba en una de sus entrevistas en 1955, comenzó dibujando muy mal, después siguió dibujando mal y, con mucho trabajo, ya no lo hacía tan mal.
Es muy interesante como se mencionan a sus ayudantes, gente como Bob de Moor o Edgar Pierre Jacobs (Blake and Mortimer) e incluso hay un documental en que se cuenta cómo trabajaban y se muestra el estudio con quienes dibujan los muebles y fondos, en este caso Bob De Moor (Barelli) y otras colaboradoras coloreando el cómic. Hay que decir que, aunque Hergé hablaba del proceso creativo y de cómo intervenían sus colaboradores con mucho detalle, en los álbumes no aparecía más que él mismo acreditado.
En la exposición vemos sus comienzos con Totor el Boy Scout, sus trabajos anteriores como publicista y su evolución desde Tintin y los soviets a los espléndidos la Isla Negra, el Tesoro de Rackham el rojo o Tintín en la luna, entre muchos otros. Ver las páginas originales, las planchas con la separación de colores o los bocetos es muy interesante.
También descubrir su faceta como publicista.
Una parte muy interesante para mí ha sido ver cómo las aventuras de Tintín, que en un primer momento se publicaron en Le petit vingtieme luego fueron redibujados en varias ocasiones para su edición en álbumes con Casterman.
La exposición también tiene en cuenta sus creaciones anteriores como Jo, Zette y Jocko o Quique y Flupi.
En cuanto a sus influencias, dedican una parte importante de la exposición al arte oriental, manifestando la importancia que tuvo conocer a Zhang Chongren que luego se reflejaría en el Loto Azul. También provocó que se implicara en una documentación más completa para sus posteriores álbumes.
Tintín seguramente es el máximo exponente de la línea clara y de hecho en una exposición en 1976 dedicada a Hergé se empieza a denominar así. Se podría definir como
«Un tipo de dibujo con un contorno sistemático, con un trazo negro de espesor relativamente regular. Con los fondos lisos ya en color, esta técnica rechaza los sombreados y degradados. Si el trazo es ordenado, el relato también: Un inicio, un desarrollo y un final. Una historia lineal apoyada en paisajes muy realistas»
Las influencias iniciales en su estilo que le llevarían a la línea clara , entre otras, fueron autores como Benjamin Rabier (La vaca que ríe) o Alain Saint-Ogan. Hay en la exposición una curiosa página de este último de Zig et Puce que le dedica en 1930 a Hergé.
Podría seguir, pero creo que estas pinceladas sirven para hacerse una idea de lo completa y variada que es la exposición. Merece mucho la pena y es un estupendo aperitivo para plantearse el viaje a Bruselas, con el museo de la Bande Dessinée en un precioso edificio Modernista, y el viaje a la cercana Lovaina la Nueva para ver el museo de Tintín. Ambos museos son impresionantes y merecen muchísimo el viaje.
Saludos fremen