He de reconocer que he caído rendido ante el juego del gatito.
Lo fundamental que hay que aclarar desde el principio sobre el juego es que no consiste solo en mover a un gato y quedarte embelesado mientras hace monerías.
Algo de eso hay, porque Blue Twelve Studio se ha preocupado muchísimo de que el aspecto y las animaciones del gatito protagonista fueran lo más realista y creíbles posibles.
Así, ya es una gozada simplemente hacer caminar al minino y hacerle saltar porque la animación está cuidadísima.
Además, tiene detalles como un botón para maullar o en PS5 el maullido del gato se oye en el propio mando y, además, puedes arañar puertas o alfombras y la vibración háptica lo transmite de forma distinta al mando. También morirán de amor muchos cuando vean al gatito hacerse un ovillo para dormir. Es uno de los pocos juegos que he probado que le saca partido a la vibración háptica, incluyendo la resistencia de los gatillos cuando araña, el ronroneo con la vibración cuando duerme en el mando y otros detalles de ese tipo.
Todo esto hace que el manejo del gatito sea muy agradable, pero se convertiría en poco más que en un walking simulator si no le hubieran dado una buena historia al juego.
El protagonista, jugando con sus compañeros, se cae en un pozo profundo por el que no se puede subir directamente pero que tiene salida a un túnel, este dirige a una ciudad que parece completamente abandonada. Lo que el gatito quiere es volver con su familia y para ello se va adentrando en la ciudad.
Conforme va avanzando descubrirá una ciudad aislada del exterior que está habitada por robots. Con la ayuda de un pequeño dron, B12, podrá comunicarse con ellos y le permitirá acceder a sistemas y hacer algunas cosas que él no puede hacer.
La recreación de la ciudad es fabulosa con iluminaciones con neones y puestos callejeros, bares o tiendas que me recordaban a Blade Runner en algunos momentos. La diferencia fundamental estriba en que tiene una parte por las calles pero, ¡somos un gato! así que trepamos por canalones, cañerías y tejados buscando caminos para colarnos en casas o dónde sea necesario para conseguir lo que necesitemos que en general son cosas o pistas que nos permitan localizar a quienes nos puedan ayudar a salir de la ciudad.
Hay distintas ambientaciones al recorrer distintas partes de la ciudad, de los suburbios al centro, pasando por las alcantarillas, la fábrica y varios sitios más.
Aunque lo más importante es la exploración en algunos momentos nos encontraremos con enemigos.
Los primeros son los Zurg, unas bacterias que han evolucionado y tienen el tamaño de ratas que si se acumulan suficientes sobre el gatito, lo matan. Puede sacudírselos, correr para esquivarlos y en un momento dado incluso tendrá un arma. No son muy difíciles, pero le dan un toque de emoción al juego que le viene bien.
En otros momentos serán drones los que habrá que esquivar. Esta parte es muy divertida, buscando caminos para poder esquivarlos, sitios donde escondernos, o correr rápido si nos han detectado.
El apartado gráfico es genial, pero no solo el protagonista gatuno sino la creación de la ciudad y sus niveles, los habitantes robóticos con sus propias historias y vidas.
De hecho, uno de los mejores detalles del juego es la historia que se va descubriendo mientras se busca cómo salir de la ciudad. Qué pasó, porqué no hay humanos, porqué B12 no recuerda muchas cosas. Se van desbloqueando recuerdos cuando encontramos elementos o situaciones en el juego que despiertan ese recuerdo. Son un coleccionable estupendo, de los que para mi tienen interés porque te van revelando la historia de B12 y de la ciudad, Opcionales pero que te pican para dedicar más tiempo a explorar.
En general las mecánicas están muy bien implementadas lo que hace que sea divertido jugar y como el diseño de los niveles es muy vertical la mayor parte del tiempo resulta muy satisfactorio recorrerlos con el gatito. Aún así, hay que destacar que el salto no es libre ni automático, es decir, conforme se mueve el stick aparece una señal que marca los sitios a los que se puede saltar. Es un método práctico para saber dónde puede ir pero a veces es un poco raro porque cosas como bajar de un cojín al suelo hay que dar al botón de salto, no baja automáticamente. Son detalles que no van más allá, pero que se pueden pulir para que sea más orgánico el movimiento del gato.
En cuanto a la duración, hay un trofeo para quién lo termine en dos horas, pero el juego mirando casi todo pueden ser unas seis o siete horas.
A mi me ha entusiasmado, creo que les ha quedado un juego redondo, con la mezcla justa de historia de ciencia ficción, aventura, acción y sigilo con un protagonista animal al que no han antropomorfizado y el resultado funciona muy bien, con una historia emergente que es muy satisfactorio ir desvelando.
Todo con un apartado gráfico de mucha calidad y detalles que lo hacen más agradable de jugar y más inmersivo como el acertado uso de la vibración háptica y de los gatillos.
Está para PS5, PS4 y PC, no para Switch o Series X/S ya que Sony produce el juego.
En Septiembre sale en formato físico pero a día de hoy se puede comprar digital o jugarlo como parte del nuevo Playstation Plus Extra o Premium. Cuestan 14 o 17 € al mes respectivamente pero también tienen una semana de prueba gratuita que, si no sois tan lentos como yo o tenéis más tiempo para jugar, es más que de sobra para acabarlo y poder disfrutar de más juegos incluidos en esta suscripción.
Saludos fremen