Ha sido una de las mayores y más agradables sorpresas que me he llevado últimamente.
En España se escribe muy buena novela negra/policiaca/thriller desde hace muchísimos años e incluso tenemos uno de los certámenes más importantes del mundo con la Semana Negra de Gijón.
Sin embargo, esta trilogía del Baztán me ha sorprendido y fascinado como hacía mucho que no me pasaba.
Tiene la frescura de ser casi una primera Novela, pues Dolores Redondo solo había publicado en 2009 «Los privilegios del Ángel» antes de acometer la ambiciosa Trilogía del Baztán.
En el primer libro, «El guardián invisible», comenzamos conociendo a la protagonista, la inspectora de la policía foral de navarra Amaia Salazar cuando se encuentra con el asesinato de una jovencita con extrañas características rituales al pie del río Baztán, en el valle del mismo nombre, cerca de Elizondo en Navarra. La ubicación tiene mucha importancia porque en realidad se convierte en coprotagonista de esta historia.
En el segundo libro, «Legado en los huesos», se descubre una conexión entre los asesinatos del primer libro y los asesinatos de mujeres por parte de sus maridos para posteriormente suicidarse dejando un nombre «Tarttalo». También se trata el tema de los Agotes, un pueblo dentro del pueblo vasco que fueron marginados socialmente hasta bien entrado el Siglo XIX, especialmente en la villa de Arizkun. Todo esto está muy bien aprovechado para desarrollar la trama junto con el asesino más interesante que he visto en tiempo.
El tercer libro, «Ofrenda a la Tormenta», trata sobre unas desapariciones de bebés, una secta y también sobre Inguma, un genio maléfico de la mitología vasca. Se cierra bastante de lo que pasa aunque se dejan algunas puertas abiertas para una posible cuarta parte.
Podría tratarse de una historia más de asesinos en serie si no fuera porque la trilogía está bien pensada y es un asombroso juego de Matrioskas en el que cada libro es más grande y engloba lo del libro anterior con una investigación muy interesante que avanza despertando el interés a cada paso.
Otra parte fundamental es el tratamiento de lo sobrenatural. Pero no al estilo habitual sino recurriendo a la mitología de la zona. Así el Basajaun, la diosa Mari, el Tarttalo, el Mairu-beso, las sorginas o las belagiles entre otros elementos de la tradición y el folklore Vasco-Navarro son protagonistas en el libro y desempeñan una gran importancia en la trama que se desarrolla. En esto me recuerda a Twin Peaks. La intuición y forma de investigar del Agente Cooper recuerda a Amaia Salazar en cuanto al uso de técnicas poco ortodoxas, pues aunque ella sea un persona racional en la mayor parte del tiempo hay momentos en que tiene colaboradores peculiares.
Si la trama policial tiene tanta fuerza se debe a que se sustenta sobre tres pilares, la trama, el entorno y los personajes y sus relaciones. Todos ellos son muy distintos y se ha cuidado que cada uno tenga una historia interesante por sí misma, aunque las relaciones entre ellos son tan interesantes como los personajes mismos.
Además, algo muy bueno es que cada libro tiene una trama propia con principio, nudo y desenlace, son completos en sí mismos pero a su vez están unidos al siguiente y al siguiente libro.
Podría extenderme sobre lo absorbente que es la trilogía, lo bien escrita que está, lo bien imbricadas que están las distintas partes de la trama y esta con las vidas de los personajes y con el entorno, podría comentar sobre Jonan Etxaide, sobre el juez Markina, sobre Engrasi, sobre la madre, sobre Berasategui, sobre las dos hermanas, todos personajes inolvidables, sobre el desconcertante Agente Dupree del FBI que deja una puerta abierta al futuro y porqué no le gusta a la tía Engrasi, tarotista entre otras cosas. Pero no quiero revelar más. Es uno de las mejores ejemplos de novela policíaca en un país en que dominamos la novela policíaca y recomiendo encarecidamente su lectura.
Hay pocas cosas que no me hayan gustado. Quizá la muerte de uno de los protagonistas que no le he encontrado aún la razón o los suicidios de otros, un poco vacíos y casi como la forma de quitarse de encima algunas tramas, aunque todo ello tiene su explicación en los libros.
La recepción de los libros ha sido magnífica y se han adaptado a otros medios.
En cómic se han adaptado por un autor casi novel, Ernest Sala.
La adaptación de El guardián invisible es más floja que la de Legado en los huesos.
Creo que la primera es más difícil de seguir si no has leído los libros que la segunda aunque creo que el principal problema es el estilo de dibujo caricaturesco que en mi opinión no pega absolutamente nada con la historia que está contando.
Además, la magia del Valle del Baztán, la atmósfera en el primer cómic directamente no existe y en el segundo es algo mejor su representación de Elizondo y el ambiente sobrenatural.
Son adaptaciones correctas pero hubieran necesitado un autor mejor para estar a la altura de la obra que adapta.
También ha contado con una película que adapta el primer libro dirigido por Fernando González Molina, un «especialista» en adaptar bestsellers variante novela romántica: 3 metros sobre el suelo, Tengo ganas de ti, Palmeras en la Nieve. Veremos qué tal le ha salido esta adaptación que queda lejos de su zona de confort. La protagoniza Marta Etura (Celda 211) y en breve le dedicaremos una entrada a la película.
Un comentario en «Trilogía del Baztán de Dolores Redondo»