El tercer día no fue reseñable, las conferencias de Capcom y Take2 no presentaron ni un solo juego nuevo. Pero el cuarto día tenía un plato muy fuerte, Nintendo, que llevaba una racha de Directs no muy destacables y con mucho para poder contar.
Con una idea parecida a la de Microsoft se lanzaron a mostrar juego tras juego con un ritmo envidiable.