Resident Evil es grande, muy grande. De empezar como un (gran) juego de terror se ha convertido en una franquicia reconocible en todo el mundo y que no se limita, ni mucho menos a los juegos. Para profundizar en ellos recomiendo el magnífico blog de Gerald Durden que contiene una enorme cantidad de artículos sobre los juegos completísimos y muy bien escritos.
Pero, como decíamos, hace tiempo que Resident Evil escapó de los ordenadores para convertirse en una franquicia multimedia que tiene multitud de cómics, merchandising, cinco películas de imagen real y dos de animación. Estas últimas son las que voy a comentar en sendas entradas como parte de la iniciativa Racoon City Ciudad de vacaciones.