De aquí a la entrega de los Oscar voy a ir comentando las películas nominadas que vaya viendo y al final haremos porra a cuál ganará.
Antes veamos cuáles son las que compiten por el premio más importante del mundo del cine, adorado y vilipendiado a partes iguales:
Nominadas a Mejor película
- A Complete Unknown
- Anora
- Aún estoy aquí
- Cónclave
- Dune: Parte 2
- Emilia Pérez
- La sustancia
- Nickel Boys
- The Brutalist
- Wicked
Hoy hablaremos de Wicked
La película adapta el musical de Broadway, que a su vez se basa en la novela Wicked Memorias de una bruja mala de Gregory Maguire, que se basa en la historia y los personajes de L. Frank Baum de El maravilloso mago de Oz.
Cuenta la historia de la Elphaba Thropp (Cynthia Erivo, Luther, cae la noche) la Bruja mala del Oeste desde que empieza en la academia Shiz de magia. Acompaña a su hermana inválida y termina no solo quedándose sino siendo escogida por la profesora Morrible (Michelle Yeoh, Tigre y Dragón) que sospecha de su potencial. Allí conocerá a Galinda, después Glinda (Ariana Grande, No mires arriba) y de ser odiada y perseguida terminará en la Ciudad Esmeralda, aunque con sorpresa.
La película tiene un punto exagerado con una Glinda inenarrable, fantástica. Es la jefa de animadoras de cualquier película mala americana, pero conforme avanza descubres que no todo es ser popular sino que va evolucionando.
Tenemos un príncipe azul, Fiyero (Jonathan Bailey, Los Bridgerton) que está estupendo en su papel de guapísimo superficial que luego no lo es tanto.
Pero la que destaca con más fuerza es la protagonista Cynthia Erivo en su papel de soberbia y borde, rápida con las palabras y los reproches, pero con grietas en esa coraza.
Los demás actores también rayan a gran nivel.
Me gusta como evoluciona el odio de Glinda y la Elphaba a la amistad en la escena del baile. Es un momento que podría rozar el ridículo pero termina siendo muy emotivo.
Por supuesto, la banda sonora es súper portente con unas voces de las protagonistas extraordinarias. Algunas de las coreografías están especialmente logradas como la de la biblioteca.
La recreación del mundo de OZ es maravillosa, con una profusión de detalles, estructuras y color asombrosa.
Dicho todo esto, no revoluciona el género del musical, más bien es bastante clásico, pero todo lo hace bien, dura dos horas y cuarenta minutos y, aún así, se hace corta.
Eso sí, necesitar dos películas para contar la historia de la Malvada Bruja del Oeste, me parece una exageración, ni que fuera Dune. Pero el director John M.Chu, que ha dirigido cosas horribles como G.I. Joe La venganza o Jem y los hologramas, aquí hace un fantástico trabajo con un ritmo rápido y enfoques espectaculares que me mantuvieron pegado a la silla.
Eso sí, no le ha llegado para que los académicos la seleccionen entre los cinco directores nominados.
Lo mismo es tema para otro día, pero eso de que haya 10 nominadas a mejor película y solo cinco a mejor director es bastante incongruente.
Las películas no se dirigen solas, si está nominada a mejor película lo lógico es que lo esté también quién ha hecho que sea así de buena, el director.
La prueba de ello es que no recuerdo ni una sola vez en que el nominado al mejor director no tuviera la película nominada a la mejor del año.
Entonces, se crea automáticamente una división entre nominadas de primera y nominadas de segunda, aquellas cuyo director no ha sido seleccionado.
A esto se suma, en mi opinión, que 10 son demasiadas nominadas.
Volviendo a Wicked, una buena candidata si lo que busca la academia es premiar la espectacularidad. Los musicales de Broadway exitosos que se trasladan a la pantalla grande como blockbusters suelen llegar a los académicos. Solo hay que recordar Moulin Rouge, Chicago o West Side Story, pero ganar como mejor película cuesta mucho.
Saludos fremen.