El último cómic dibujado por Carlos Pacheco continúa la historia de Fletcher Arrowsmith en Europa durante la primera guerra mundial.
Vuelve a contar al teclado con Kurt Busiek lo que es un tándem imbatible.
Kurt Busiek saltó a la fama con la miniserie Marvels, con maravillosas ilustraciones de Alex Ross. Contemplar algunos de los momentos más importantes del Universo Marvel a través de los ojos de un periodista pero, sobre todo, del hombre de la calle, fue un acierto inmenso y a día de hoy sigue siendo uno de los mejores cómics de Marvel de todos los tiempos. Después se consagró con Astro City y su fama continuó aumentando con Los Vengadores con lápices de George Pérez o la miniserie Avengers Forever con lápices de Carlos Pacheco.
Carlos Pacheco no necesita presentación para el lector español. Comenzó como un aficionado que enviaba sus dibujos a Fórum y de ahí a hacer posters, portadas, dar el salto a Marvel UK con Dark Guard y de ahí a USA dónde sería la primera línea de autores españoles para los cómics de Superhéroes junto a Salvador Larroca, Oscar Jiménez o Pasqual Ferry.
Su dibujo con reminiscencias de Neal Adams pero con una «presencia» muy característica le hicieron destacar enseguida. Con presencia me refiero a que sus personajes son muy sólidos, rotundos, llenan la viñeta y consiguen un efecto contundente. Me recuerda a otros dos dibujantes muy distintos pero que tienen esa solidez en sus viñetas, Gil Kane y Dave Gibbons.
El éxito fue incontestable y por sus lápices pasaron, sobre todo, grupos de superhéroes como Los Vengadores, La JLA, Los 4 Fantásticos (con Rafa Marín de guionista), los X-Men (en una etapa que destaca por su increíble dibujo) y de las colaboraciones con Kurt Busiek surgió la idea de hacer algo juntos.
Carlos Pacheco siempre dijo que la Primera Gran Guerra era una época que le fascinaba y Kurt Busiek le dio una vueltas porque un cómic bélico al uso no tenía mucho mercado.
El resultado fue introducir la magia en la ecuación, un poco como la Saga de Temerario de Naomi Novik, aunque esta situada en las Guerras Napoleónicas.
En el primer libro se nos cuentan las aventuras de un novato Fletcher Arrowsmith que queda impresionado por los aviadores cuando llegan a su pueblo.
Él y su amigo se apuntan para ir a luchar a Europa como aviadores. Eso sí un aviador no pilota un avión, es un mago limitado que con un conjuro se vincula a un dragonet que le transfiere su capacidad de volar.
En ese primer libro, que en realidad es una miniserie pero ha sido recopilada varias veces y todas para editoriales distintas, toda la sed de Gloria cambia por un sentido del deber y una cierta decepción y tristeza, un poco en la línea de Sin Novedad en el Frente.
Este tomo retoma la historia de Fletcher Arrowsmith unos meses más tarde. Su relación amorosa está en un punto nebuloso al estar separados y él tendrá que infiltrarse tras las líneas enemigas para contactar con un agente que le permita encontrar a una princesa Elfa que puede estar secuestrada por el enemigo, so pena de desatar la ira de los Elfos que podrían acabar no con la guerra sino con la humanidad.
La recreación de la primera guerra mundial es asombrosa y este nivel de asombro aumenta aún más al ver la increíble integración de otras razas como los Trols en la trama. También los dioses o los héroes legendarios como Carlomagno. y en el lado más oscuro los vampiros o los licántropos.
El dibujo es sensacional, nadie diría que estuviera enfermo, conserva toda la fuerza. El entintado de Rafa Fonteriz, como siempre, es fantástico. En cuanto a la historia se lee con muchísimo interés y ese es el principal problema del cómic, que deja con muchas ganas de más porque se corta la historia en medio del viaje de búsqueda de la princesa. Así que el problema no está en el cómic en sí sino en que termina sin terminar, no da la impresión del cierre del arco.
En cuanto a la edición, es fantástica como podéis ver en el vídeo. El tamaño es un poco más grande, 28×20 cm mientras que el tomo anterior publicado por ECC medía 26 x 17 cm. Además de las portadas incluye una enorme cantidad de portadas alternativas, bocetos, una entrevista a Kurt Busiek, un texto de Rafael Marín y una carta del hijo de Carlos Pacheco en la que cuenta que parte de sus cenizas se han mezclado con la tinta de esta edición.
Kurt Busiek cuenta que Carlos le pidió que siguiera con las aventuras de Fletcher Arrowsmith.
La última obra de Carlos Pacheco es una gran obra que deja con ganas de más y que en cada página nos recuerda el grandísimo autor que hemos perdido.
Saludos fremen.