Crónica Toledo Matsuri 2023

Primer evento dedicado al Manga, el Anime y los Videojuegos en Toledo que sirvió de excusa para que varios de los miembros de El Batallón Pluto nos reuniéramos allí.

Un primer evento con bastantes cosas positivas y con algunas que creo que se pueden mejorar para próximas ocasiones porque, desde ya, adelanto que ha sido un enorme éxito.

Nos reunimos Nuria «Nurikops», Marta García Villar y Sergio Tur junto con mi mujer, Gema,  para pasar el día en el evento.

Aunque algunos íbamos acreditados, no éramos todos, así que hicimos la cola de espera por solidaridad. Esta era monumental, seguramente de un kilómetro de largo. La primera sorpresa es que no nos llevó demasiado tiempo y eso fue porque había bastante gente revisando las entradas en la puerta, lo que agilizaba mucho el acceso.

Había otra entrada para prensa y también fue bastante rápido.

 

Una vez dentro, lo primero que nos encontramos fue la zona comercial, tres calles de casetas de todo tipo, desde librerías (pocas) a tiendas de cookies, pasando por espaderos toledanos, tiendas de figuras, de merchandising, incluso de viajes, aunque la persona que estaba allí no parecía tener demasiado interés en que le preguntaran por viajes a Japón.

También había una zona de videojuegos y máquinas arcades, otra de esgrima con sables láser y otra de talleres varios.

Hay  que decir que acompañaba el tiempo lo que hizo que fuera muy agradable  pasear por las calles de puestos y también hizo que el siguiente problema fuera menor.

 

La zona del pabellón tenía la planta de abajo dedicada a los artistas y artesanos pero para acceder a él había que hacer una cola de cerca de otro kilómetro. Fue el momento en que empezamos a sospechar muy fuerte que no esperaban que tendrían esa cantidad de público. Aunque también hay que decir que las entradas son nominativas, así que tenían perfectamente controladas cuántas habían vendido.

 

Renunciamos por el momento y decidimos ir a comer, que estaba al fondo y era la tercera zona. Una zona muy amplia con una parte central de arena con mesas y sillas para poder comer. Alrededor estaban repartidas las Food Trucks  y había una cafetería central al lado de la arena dónde se compraban los tickets para la mayoría de las furgonetas y para comprar bebidas o café.

La idea podría haber sido buena para que cada una de las furgonetas se dedicara solo a cocinar y así no dedicar gente para los cobros. Sin embargo, se convirtió en un diabólico cuello de botella.

Por un clarísimo error de calculo, dónde se vendían los tickets para las furgonetas sólo había una única persona cobrando. Una sola persona para miles de visitantes para el evento.

El resultado era una cola inmensa, inabarcable, esperando para poder comprar agua o un refresco y la comida, mientras los puestos de comida estaban casi mano sobre mano porque les iba llegando el pedido de uno en uno.

Había alguna Food Truck que cobraba ella misma pero sus colas también eran monumentales.

Esto es una de esas cosas que les ha pasado por ser la primera vez, para la próxima será fácil de corregir con más datáfonos para cobrar y dimensionar mejor la cantidad de food trucks que harán falta.

En cuanto a la variedad estaba bien pero, primer chasco, no había ninguna furgoneta o puesto con comida japonesa en todo el recinto. No habrán querido ir por lo que fuera, pero para un evento dedicado a la cultura japonesa no deja de ser un poco chocante, sobre todo cuando el evento anunciaba la gastronomía como parte de la oferta cultural.

Algo que estaba muy bien es que esta zona estaba al lado del escenario dónde participaban distintos cantantes y amenizaban la espera y la comida, aportando su parte para crear buen ambiente.

 

En cuanto a los visitantes, se había sugerido que acudieran vestidos con Yukata u otras prendas acordes y vimos una enorme variedad de trajes y cosplays, algunos trabajadísimos. Como podéis ver en la foto, el Batallón se distinguió por su elegancia al vestir las prendas tradicionales.

También nos quemamos como cangrejos, pero no se puede tener todo.

Después de comer fuimos a por la cola del pabellón y sí, era muy larga pero se había reducido a la mitad, supongo que por la gente que se había ido a comer, y tardamos relativamente poco en entrar.

 

Otra vez por solidaridad, con la acreditación se podía entrar a todas partes sin esperar cola, teníamos agua y algo para picar así como un sitio para escribir las crónicas, en la parte alta del pabellón.  Pero como lo que nos apetecía era estar juntos, entramos todos después de esperar la cola.

Vimos varios voluntarios y Nuria se dio cuenta que en sus chaquetas avisaban que hablaban lenguaje de signos, lo que nos gustó mucho.

 

La espera mereció la pena. El pabellón se dividía en una primera parte con un tatami donde había una exhibición de distintas artes marciales.

Había una exposición al fondo de origamis con el detalle de poner un código QR para que cada uno pudiera hacer el origami que estaba viendo en casa.

La parte central estaba ocupada por artistas y artesanos, como decía antes. Para mi la parte más interesante del evento. Diría que para todos porque fue dónde más tiempo estuvimos, parándonos en cada puesto.

 

Era una gozada ver el inmenso talento que se manifestaba en terrarios con recreaciones de escenas de películas de Ghibli, maravillosas láminas como la que compré, todo tipo de muñecos, camisetas, figuras y mil cosas más a cada cuál mas sorprendente.

Creo que era el punto fuerte porque no son cosas que puedas comprar de manera habitual, pedirlo por AlieExpress o Amazon, sino que son artistas o artesanos con mucho talento que lo hacen basándose en lo que les gusta de la cultura japonesa.

Por supuesto, ahí fue dónde nos dejamos alegremente los dineros. También nos hicimos regalos sorpresa entre nosotros, participamos en sorteos, nos regalamos láminas. Todo transmitía buenas vibraciones y éramos muy parte de eso.

 

Eso sí, para la próxima vez esperemos que haya un espacio un poco más amplio porque tuvieron mucho éxito y, a pesar del control de aforo, estábamos bastante apretados.

La tercera parte era para las conferencias. Estaba hablando en ese momento Jesús Marugán, de Akira Cómics, por ejemplo.

Había otra parte para las firmas. Los invitados eran influencers y creadores de contenido como Ruki o El quinto Emperador, entre otros, que, de hecho han tenido mucho que ver para que este evento haya salido adelante y haya sido un éxito.

En eso sí que se nota que era la primera vez porque, en realidad, no había ningún autor de manga invitado ni creadores de anime. Sería genial que, a raíz de este éxito haya más repercusión y se puedan traer a autores japoneses.

 

Aún así, y teniendo en cuenta que hay margen de mejora, ha sido una muy buena experiencia, no solo por vernos los miembros del Batallón.

Ya tengo ganas de ver cómo será la Toledo Matsuri de 2024.

Por de pronto, esto sucedió ayer, esta mañana hemos quedado en vivo para grabar el programa de esta semana, lo que ha sido genial, y le hemos dedicado una parte al evento.

Saludos fremen.

P.D. Un diez los aseos.