Pauta completa

Hospital de La Princesa en EL PAÍS

Hoy, uno de Julio de 2021 me han puesto la segunda dosis de la vacuna de Pfizer contra el Coronavirus.

Es un momento muy emocionante y es que hubo momentos en que no tuve demasiado claro que llegara hasta aquí. Realmente todo fue más llevadero porque estaba mi mujer y lo afrontamos todo juntos.

Echando la vista atrás recuerdo el miedo al principio de la pandemia cuando no se sabía nada, los hospitales se llenaban de gente y los muertos se acumulaban. Recuerdo la escasez de mascarillas y guantes, las imágenes de sanitarios apenas protegidos atendiendo a los enfermos, las jornadas interminables, el miedo en los ojos de los políticos que nos intentaban tranquilizar.

Recuerdo los aplausos a las 8 de la tarde para apoyar a todos aquellos que estaban en primera línea jugándose el tipo.

En lo personal, recuerdo el confinamiento y como nos juramentamos los miembros de El batallón Pluto para que la gente, si quería, tuviera nuestros programas para olvidarse un poco de la distopía de terror en la que se había trocado la vida. Por mi parte multipliqué esfuerzos para que el blog también siguiera saliendo de manera regular con esa misma intención.

Recuerdo planificar las salidas de casa para ir a comprar a primerísima hora o a medio día, cuando menos gente me encontrara, el empezar a utilizar FFP2 desde el principio para cualquier espacio cerrado, el fabricar el desinfectante para limpiar lo que comprábamos. Ya entonces tuve muy claro que la única forma de mantenerse informado era por medios oficiales o de credibilidad contrastada y con esa información establecer en casa los protocolos de entrada y salida, de la compra, del trabajo. Información fiable y sentido común contra los bandazos informativos y políticos y aún así era difícil.

Ese arbolillo con pájaros, normalmente mirlos y gorriones, es lo que suelo ver mientras teletrabajo. Lo que se ve entre las ramas es un Mirlo

Recuerdo el primer día de salir a dar un paseo con mi mujer y la sensación agridulce porque se me empañaban las gafas. Por cierto, una de las cosas que me han ayudado ha sido descubrir un líquido para que las gafas no se empañen. La calidad de vida aumentó exponencialmente.

Recuerdo como todo el mundo puso de su parte. Las empresas de videojuegos, las editoriales, los autores. Todos ellos proporcionando juegos, cómics o libros gratuitos para que los que estábamos confinados tuviéramos con qué entretenernos.

También recuerdo cómo me enfadó cuando, después de la primera ola, el sentido común y el intento de salir de este monumental lío cambió y se pasó a utilizar la pandemia como arma política. Los ciudadanos y nuestra salud dejamos de ser el centro de atención y lo de salir juntos y reforzados pasó a lo de siempre, los políticos a lo suyo y que los ciudadanos lo hiciéramos lo mejor posible porque en cada comunidad se bailaba al son del político que estuviera.

En Madrid fue un desastre, decenas de años debilitando la sanidad pública no evitó que cuando hizo falta se exprimiera pero que aún así no se potenciara.

Las promesas de rastreadores, las promesas de más médicos, todo fue mentira.

Los cierres perimetrales de zonas sanitarias, una milonga que no se aplicaba de hecho.

Las medidas eran absolutamente laxas y siempre tuvimos más contagios y más muertos. Quién defendía esta forma de actuar que provocaba tantos muertos aducía que la economía tenía que recuperarse.

Sin embargo, ni una ayuda dio la comunidad durante la pandemia y en cambio mantuvo abiertos con restricciones los bares que apenas ganaron nada por el miedo de la gente y el poco aforo.

El resultado, populismo que costó muchas vidas y que no dio nada de apoyo a los empresarios de Madrid.

En lo personal, no me puedo quejar porque la empresa pudo salir adelante e incluso contratamos gente pero no fue gracias a la comunidad sino a las ayudas del gobierno como los créditos ICO y las líneas de crédito. Sin embargo, son ayudas envenenadas porque en realidad lo que se consigue con eso es que la gente se endeude porque luego hay que devolver esos créditos cuando ves una situación complicadísima.

Las cosas se fueron volviendo más egoístas y tristes. Ese apoyo, ese tirar para adelante se fue diluyendo aunque hubo quienes hicieron cosas bien.

La primera visita que hice fue a la tienda de cómics cuando se terminó el estado de alarma

Sin embargo, la obsesión de salvar el verano nos llevó a una nueva ola. Tantas ganas de que los turistas volvieran a cualquier precio consiguió que, por un lado, no vinieran demasiados y que, por otro, la desescalada sin control aumentó los contagios.

Nosotros en casa nos dedicamos a viajar a las provincias alrededor de Madrid basándonos en tres parámetros: que esos lugares no estuvieran a más de 2/3 horas, que fueran sitios bonitos y, sobre todo, que el nivel de Coronavirus fuera muy bajo.

Conocimos sitios de Madrid en los que no habíamos estado como Rascafría, Buitrago de Lozoya, Torrelaguna, Patones o el Monasterio del Paular. En el mismo Madrid volvimos a Faunia y conocimos Safari Park.

Fuera, estuvimos recorriendo la Alcarria visitando Brihuega o Pastrana. También fuimos a Talavera de la Reina y cambiamos la visita a Coca, en pleno brote, por Belmonte que fue realmente genial. Una forma distinta de pasar las vacaciones pero conseguimos disfrutarlas casi como antes de la pandemia.

El espectacular castillo de Belmonte

Los gobiernos y las farmacéuticas hicieron inversiones inmensas para intentar desarrollar una vacuna para una enfermedad desconocida en un tiempo récord. Un hito increíble que es para sentirse orgulloso como especie, la verdad.  Día a día fuimos siguiendo el desarrollo de los análisis, las fechas en que se creía que habría alguna vacuna, el paso atrás de AstraZeneca al fallecer uno de los voluntarios de la vacuna y finalmente, en Diciembre de 2020, ya se aprobaba para Europa Cominarty, la vacuna de Pfizer/Biontech.

Era algo revolucionario, una vacuna de ciencia ficción para una situación de ciencia ficción. No era el virus debilitado como la mayoría de las vacunas sino que utilizaba ARN mensajero por primera vez. Los resultados eran muy buenos con un 95% de eficacia contra el Coronavirus. Moderna poco después también sería aprobada con una tecnología y una eficacia muy similares.

También se unió Astrazeneca y la última Janssen. Estas utilizan el virus debilitado y su eficacia es menor aunque la suficiente para que se aprobaran y se hayan utilizado.

Un movimiento muy inteligente por parte de todos los países de la Unión Europea fue la de comprar las vacunas a través de esta de forma conjunta garantizando que todos los ciudadanos de Europa pudieran acceder a la vacunas.

Mientras pasaban los meses se iba viendo como actuaba cada compañía, llegando a ser demandada Astrazeneca por no cumplir el contrato y derivar vacunas de Europa a otros países de fuera.

Ruffled Milk Cake, Tarta griega que hice un par de veces con mucho éxito

El estar más en casa y las ganas de probar cosas nuevas hizo que probara platos distintos que no había hecho antes. Por ejemplo, cosas básicas como el pollo asado, que no hacía porque tenemos un asador estupendo al lado de casa y ahora podría ganarme la vida asando pollos, a lentejas que tampoco porque mi madre o mi suegra las habían hecho siempre. Por supuesto, también bizcochos e incluso pan en una de estas veces que no nos quedaba y no había en las tiendas. Pero también flan y alguna tarta especialmente rica.

Sin embargo, de lo que más orgulloso estoy es el Rosbif marinado con soja y  miel que hice para Navidades cuando vinieron mis suegros a casa o el Solomillo Wellington que salió bien gracias a un monitor de temperatura de la carne que compré y que es la mejor adquisición culinaria desde el invento del fuego. Lo del Cachopo como cena de Nochevieja no es que fuera difícil pero es que con Idiazábal y pimientos del piquillo estaba muy bueno.

No era una consola Next Gen, pero la Astro City Mini es una preciosidad

Mientras tanto, cambiamos el televisor por una tele 4k 55″ y 120hz de LG, la 55Nano906NA pensando en las nuevas consolas que estaban al caer. Luego no cayeron porque se lanzaron sin juegos y por la escasez de unidades. Sin embargo Oculus revolucionó en Noviembre la Realidad Virtual con sus Oculus Quest 2 y pensamos que era una muy buena idea poder estar en distintos sitios si nos volvíamos a quedar encerrados. Hubo varios momentos que estuvieron muy cerca y, aunque no sucedió, las gafas de VR son la auténtica nueva generación, especialmente con juegos como Half Life Alyx.

Aún así ya era cuestión de tiempo y de aguantar, de seguir teniendo cuidado, de teletrabajar todo lo posible y reducir las visitas a la gente al mínimo.

Por si fuera poco con la pandemia, llegó Filomena, el peor temporal de nieve que haya visto nunca en Madrid. Lo cubrió todo y destrozó una enorme cantidad de árboles. Apenas fueron tres días de nieve pero se tardó semanas en terminar de despejar las calles.

Así dejó el barrio el temporal Filomena

En cuanto a las vacunas, al principio el ritmo fue muy lento, llegaban pocas vacunas y algunas comunidades al principio se organizaron mal pero fueron pasando los meses y le cogieron el tranquillo al asunto.

El carísimo, cada día más, Hospital de pandemias Isabel Zendal por fin sirvió para algo.

Lo de este hospital es curioso, se realizó en un tiempo récord pero no se dotó de personal propio sino que salió de los otros hospitales. Se creó para fortalecer el número de camas cuando había alas cerradas en otros hospitales de Madrid y se otorgó su adjudicación a dedo por la urgencia cuando lo que hacían falta eran médicos y rastreadores.

El caso es que se ha convertido en uno de los tres vacunódromos junto al precioso campo del Atlético de Madrid y el Wizink Center. Estos tres sitios junto a los hospitales y los centros de salud empezaron a vacunar a destajo. Empecé a creerme que lo mismo este año terminaban vacunándome y sí, el 10 de Junio me pusieron la primera dosis y hoy la segunda, a mi mujer lo mismo pero un día antes. El final de esta distopía parece que ya ha llegado.

Hemos conseguido que no sea un año y medio perdido, seguir haciendo cosas, trabajando, leyendo, jugando, escribiendo, grabando e incluso viajando un poco pero echamos mucho de menos salir y viajar con seguridad, retomar en vivo las amistades que mantenemos por dispositivos electrónicos.

La nueva cafetera es lo que consigue que arranquemos por la mañana

De esta pandemia las principales conclusiones que saco son:

Este país depende demasiado del turismo y seguimos teniendo un tejido empresarial muy débil. Esta debilidad se vio en la crisis del ladrillo pero no se hizo nada al respecto y así estamos de nuevo.

Debilitar la sanidad pública es pegarse un tiro en el pie. En Madrid es una vergüenza el tiempo de espera para cualquier cosa. Tuve que acudir al oculista y al dermatólogo. Por la privada, al día siguiente. Por la pública, diez días para tener cita con el médico y luego meses para que me viera el especialista. Es completamente inasumible. Desgraciadamente esto va a peor.

Hay que invertir en I+D+i. La vacuna española, que tiene buena pinta y parece que será intranasal, aún no está ni en la fase de ensayos con humanos. Podemos tener científicos muy buenos pero sin medios no sirve de nada. Yo hoy estoy vacunado gracias a la comunión del talento y la inversión. Sin los mejores científicos con los mejores medios, aún estarían con pruebas y mucha gente estaría muriendo.

Los políticos de este país dan un asco infinito y me da igual el partido, todos han actuado anteponiendo sus intereses políticos al bienestar de los españoles a partir de salir del confinamiento. Alguno incluso antes. Esto me enseña que más vale buscarse la vida e intentar hacer las cosas por tu cuenta procurando que la política te fastidie lo menos posible.

La última, este país tiene una cantidad enorme de héroes y no están ante las cámaras.

Por supuesto, los primeros los sanitarios como mi amigo Tama o mi vecina Bea que estaban al pie del cañón y que, por supuesto, se contagiaron.

Al menos les han vacunado, pero los otros héroes, los camioneros, los profesores, los de las farmacias, gasolineras o supermercados así como los cuerpos de seguridad de Estado que lo dieron todo y a los que se les trató como ciudadanos de segunda en Cataluña.

Gente que en los malos momentos fueron designados como esenciales y después se les abandonó a su suerte. Muy grandes todos ellos y muy pequeños esos políticos que no han estado a la altura de sus ciudadanos.

Buitrago de Lozoya, uno de los pueblos más bonitos de España. Qué ganas de volver en mejores circunstancias

Esperemos que acabe pronto cuando todos estemos vacunados, porque queda el melón por abrir de qué pasa en el resto del mundo, si podemos mirar a otro lado mientras las vacunas se quedan en el primer mundo y hacen fantásticamente ricas a las farmacéuticas. Total, si no se vacuna todo el mundo y salen nuevas variantes que hagan a las vacunas ineficaces, con vender nuevas vacunas modificadas, resuelto y más beneficios. Mientras, millones muriendo. La liberación de las patentes, aunque sea durante un período de tiempo, es imprescindible para acabar con la pandemia a nivel mundial. Es tan simple como que, si no se vacuna el mundo entero el virus pervivirá y volverá de distintas formas. Volver a una vida normal no será posible a menos que el virus desaparezca.

Ojalá que estas conclusiones las compartan quiénes toman las decisiones de en qué emplear nuestros impuestos.

Pd. Al final sí que terminé consiguiendo las consolas, pero esa es historia para otras entradas.

Saludos fremen

2 comentarios en «Pauta completa»

  1. Muy interesante relato de este ultimo año y medio Atreides, me he sentido muy identificado con muchas cosas. Aunque yo me acabase vacunando con AstraZeneca.

    A ver si se ponen las cosas mejor y respiramos un poco más, pero sobre todo de forma responsable, que hay algunos sujetos, que no veas…

    En fin, gran articulo, un saludo ^^

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