Acaba de salir a la venta La Canción de la Bruma y tenía unas enormes ganas de que esto sucediera porque he tenido la suerte de poder leerla antes de que se publicara y, con toda sinceridad, me ha entusiasmado.
Si seguís el blog habréis visto que son decenas y decenas de novelas de ciencia ficción y fantasía las que he leído. De hecho, hay una entrada dedicada a los Premios Hugo en la que se pueden ver todos los libros leídos, mi valoración y enlaces a entradas dedicadas a muchos de ellos. Es por eso que me sorprende que me haya sorprendido. Mientras más libros lees del género más reconoces patrones o soluciones de otras novelas, aún sin buscarlo. En este caso no me ha pasado.
La novela trata sobre un joven montañés, Ardhain hijo de Thurin, un aprendiz de escaldo que que es capturado y vendido como esclavo en Syten, la capital del poderoso imperio Syteno. La historia de este norteño desde que comienza como esclavo es muy interesante, no solo porque suceden muchas etapas en esa época de su vida en la que su devenir no está guiado por sus decisiones sino por las de otros, sino porque la historia siempre te plantea la salida habitual por la que la mayoría de novelas tenderían, pero también te plantea porqué no es una buena idea, buscando una salida diferente que funciona mejor o peor por el empeño de que sea todo verosímil.
Imaginación y verosimilitud solo van de la mano en las mejores historias porque requiere un esfuerzo extra no acudir al deus ex-machina, superpoderes o porque está en el guión, y lo he agradecido mucho.
Por ejemplo, me gusta bastante la hábil justificación por la que cambia de amo y también porqué el nuevo amo hace una «jugada» para conseguir al esclavo que podría ir contra sus propios beneficios. La explicación es buena y no ad hoc sino como consecuencia de la sociedad militarista que es Syten.
Un punto muy a favor son los personajes. Cada uno de ellos tiene su vida, sus costumbres y su forma de ser y no es la misma la de Adhain que la de su dueño, la de los otros esclavos o los otros personajes que conocerá más adelante.
Me parece especialmente interesante la importancia de la civilización y las herramientas civilizadoras de Syten y como, más allá del odio que podría anidar en su corazón, Adhain sea capaz de ver las cosas buenas que tiene esa sociedad.
Tan interesante como esto es la presentación de la civilización norteña, los Vaekyres, con una civilización cultura y costumbres distintas pero también muy valiosas y que escapa a la tradicional presentación de las civilizaciones bárbaras a lo Conan que al final siempre recuerdan a los Vikingos como los Vanires, Aesires e incluso Cimmerios. Algo de eso hay pero, ya que se inspira, se inspira bien recogiendo también los aspectos culturales y mitológicos y dándoles un giro para lograr una cosmogonía que incluye elementos de otras religiones y culturas pero que quedan muy bien integrados.
El resultado es una fantástica novela de aventuras que no teme probar cosas nuevas e ir variando escenarios y situaciones conforme avanza la historia. Así, no se queda en contar la historia de un esclavo sino que esa es una de las circunstancias de su vida, enormemente importante y que forjará su carácter, pero la historia no se queda en esto sino que avanza con nuevas situaciones, aún más interesantes, mientras profundiza en la sociedad Sytena, en el imperialismo militarista, en la religión comparada incluso, al tiempo que las experiencias van marcando a Ardhain y, cómo cambia o cómo se mantiene firme a sus principios y creencias, es otra faceta muy interesante.
Tampoco es condescendiente con los personajes: que nos identifiquemos con el protagonista y queramos que todo le termine saliendo bien no significa que esto sea así.
No todo es perfecto, por supuesto. La última parte de la novela se me antoja algo precipitada y deja abierta la puerta a la segunda parte en un cliffhanger de manual que, si bien la novela cierra las tramas de forma completamente satisfactoria, hace estar deseando que esa segunda parte salga lo antes posible.
En cuanto al autor, Alexis Etcheverry, es su primera novela publicada y es un comienzo realmente prometedor. No se ve la bisoñez o los errores típicos de las primeras novelas sino que tiene ritmo, fuerza y sabe a dónde va la historia.
De hecho, la novela tiene mucha fuerza y varios conceptos originales que me recuerdan al impacto que me causó Elantris, la primera novela publicada por el consagradísimo Brandon Sanderson, y la primera novela que leí de él.
La publica Célebre Editorial, cuesta 19,00 € y vale cada euro que cuesta.
Muy recomendable para todo el que sea aficionado a las buenas novelas de fantasía y aventuras.