Semana Santa. Con un poco de suerte, algo más de tiempo para disfrutar y aquí tenemos una selección, que he tenido que dividir en dos, de nuevas series, algunas realmente buenas.
Reina Roja
La he disfrutado muchísimo. Una adaptación estupenda de la novela de Juan Gómez Jurado. El casting es sensacional, con magníficos actores que encarnan con convicción a los personajes, especialmente los dos protagonistas, Antonia Scott (Vicky Luengo, Antidisturbios) y Jon Gutiérrez (Hovik Keuchkerian, Antidisturbios) que están realmente soberbios.
El thriller tiene todas las virtudes y defectos de la novela, una historia absorbente, unos personajes con un carisma infinito pero también una trama subyacente que no termina en esta miniserie de siete capítulos.
Muchas ganas de que adapten también Loba Negra, que ya está confirmada.
En Amazon Prime
Obituary
Curiosa serie británica en la que una niña bastante morbosa con el paso de los años se convierte en una joven bastante morbosa que consigue el trabajo de sus sueños: escribir la sección de necrológicas de un pequeño diario. Desgraciadamente para el pueblo la precariedad de la prensa los convertirá en víctimas de una esta periodista que cobra por artículo entregado. Como a veces pasan semanas antes de que mueran pero las facturas hay que pagarlas, tendrá que tomar decisiones.
La idea está bien y está bien ejecutada, tiene mucho humor negro. Ahora no sé si aguantará más allá de un interesante inicio. Recuerda inevitablemente a Dexter pero, en realidad, salvo en la afición de los protagonistas a privar al mundo de gente que lo hace peor, son muy distintas en el tono y en la motivación. Diría que esta es bastante más cínica.
En AMC.
Warrior
Fantástica serie, idea original de Bruce Lee que en los 70 intentó llevar a la pantalla pero que descartaron hacerla por ser demasiado oriental y terminaron haciendo «Kung Fu» con David Carradine.
Recuperada por la hija de Bruce Lee junto al showrunner de Banshee Jonathan Tropper y el director Justin Lee (Fast and Furious), cuenta la historia de Ah Sahm (Andrew Koji, Bullet Train) un inmigrante chino que llega a San Francisco a finales de la década de 1870 para ser vendido a la Tong Hop Wei. A partir de ahí se abrirá un mundo de violencia contra las otras Tong, contra los irlandeses, contra la policía. La serie tiene una ambientación soberbia, grandes secuencias de acción, personajes muy interesantes y bien interpretados pero también una trama interesante que mezcla política y economía junto a violencia y sexo.
El resultado es una serie extraordinaria y adictiva que engancha por diversos motivos.
En HBO y Netflix.
True Detective Noche Polar
Después de varios años vuelve con interés esta serie antológica con historias sin conexión entre ellas. En este caso en una base científica en Alaska, cuando comienza la noche polar, desaparecen seis científicos que serán encontrados congelados y desnudos en medio del hielo.
La Jefa de policía Liz Danvers (Jodie Foster, El silencio de los corderos) investiga junto a la policía local Evangeline Navarro (Kali Reis) lo sucedido.
La historia es absorbente, se desarrolla despacio en los seis capítulos mientras vamos conociendo más de la comunidad local, de los mineros, de los científicos. Jodie Foster está magnífica y su compañera Kali Reis no le va a la zaga.
Además, toda la trama está envuelta de una parte sobrenatural. Sin embargo, los hechos son ambiguos, pueden tener explicación sobrenatural o no, según cómo se enfoque.
Merece la pena verla y no tiene mayor importancia si se ha visto alguna temporada anterior o no, lo único que comparten las temporadas de esta serie es el nombre pero son historias absolutamente independientes.
En HBO MAX
El problema de los tres cuerpos
La novela en que se basa la serie, para mi, es la mejor novela de ciencia ficción de este cuarto de siglo. La cantidad de ideas fascinantes y sugerentes, que dejan pensando y que sorprenden por su inteligencia es mayor en una sola novela que en sagas enteras.
La super producción de Netflix adapta con acierto la novela aunque cambiando parte y dando mucha más importancia a la parte occidental de la que tiene en la novela. Afortunadamente Cixin Liu ha estado detrás de los cambios supervisando que no se pierda coherencia pero inevitablemente sí parte de la ambientación. La china en cambio censuraba la parte más cruda de la época de la revolución. Creo que no se debería haber cambiado ninguna parte, la verdad, en ninguna de las adaptaciones.
Sin embargo, mantiene las buenas ideas de lo que es un curiosísimo primer contacto con una civilización extraterrestre.
Buenas actuaciones, buenos efectos al servicio de la historia, historia coral que sucede en distintas épocas y que mantiene la intriga de porqué suceden las cosas mientras vamos viendo cómo suceden.
Una maravilla que merece mucho la pena.
Está en Netflix.
SandLand
Apenas unos días después del tristísimo fallecimiento de Akira Toriyama se ha estrenado el anime que adapta el manga del mismo nombre. Cuenta la historia de un sheriff y un príncipe demonio acompañado de un demonio ladrón que buscan un lago en medio del desierto en que se ha convertido el planeta. Aunque suene trágico, la serie es muy divertida, la animación es sensacional y el apartado artístico clava el estilo de Toriyama.
Hay siete capítulos en Netflix, por el momento. Los seis primeros adaptan el manga y los siete siguientes adaptan una historia de Toriyama para esta producción.
Detrás de la serie están los estudios Sunrise , Kamikaze Douga y Anima.
Está en Disney + pero hay que buscarla porque parece que los de Disney creen que el anime le gusta a la gente pero parece que lo tienen más para que no lo tengan otras plataformas que porque apuesten por él.
X-Men’97
En esta era de nostalgia en que vivimos, creo que porque el presente es muy oscuro y el futuro no resulta demasiado esperanzador, la mirada al pasado de Marvel se posó en la serie de los 90 de los X-Men, también conocidos en España como la Patrulla X.
Por si alguien olvidó los 90 o no estuvo allí, solo mencionar que en muchas cosas estuvieron muy bien pero no en los comics de Super Héroes. El éxito incontestable de cómics como Batman El regreso del caballero oscuro de Frank Miller y Watchmen de Alan Moore y Dave Gibbons en los 80 cambió el cómic de superhéroes y se empezaron a hacer grandes historias más adultas y complejas. O eso me hubiera gustado pero, en realidad, de estas hubo muy pocas y lo que sucedió fue que se pasó a un estilo de super héroes hiperviolentos. Era difícil distinguir quién era el héroe y quién el villano si no mirabas el título de la portada.
Además, junto a esto llegó una oleada de nuevos dibujantes forjados en Marvel y DC, entre ellos Jim Lee, Todd McFarlanne, Whilce Portaccio o Rob Liefeld que se quedaron con la idea de dientes apretados, armas muy grandes, mucha violencia, enormes viñetas, splash pages y páginas dobles. Empezaron a vender a espuertas y se convirtieron en las estrellas que luego fundaron su propia editorial, Image Comics. No necesitaban guionistas, con dibujos guays era suficiente.
A esto se unió que esa popularidad hizo que le gente pensara que invertir en cómics era una buena idea. Los cómics empezaron a tener portadas, dobles, triples o cuádruples, lenticulares, metalizadas o cada cómic tenía varias ediciones simultáneas cada una con una portada distinta. Además, salían embolsados y no se abrían, se guardaban para el futuro.
El problema para Marvel es que económicamente no lo iba nada bien. Había sido adquirida por Ron Perelman, un inversor que tuvo varias invesiones que fracasaron y todos esos cambios en los cómics fueron acompañados de subidas de precio y, sobre todo, se pinchó la burbuja del coleccionismo. ¿Cuánto podría valer en un futuro el número 1 de X-Men de Claremont y Jim Lee con su portada cuádruple si vendió más de un millón de unidades?
La huida de las estrellas de Marvel a su propia editorial les dejó sin gancho para que la gente siguiera comprando sus cómics y las acciones que en 1993 valían 35 dólares, dos años después apenas valían 2,30 dólares.
Así que Marvel empezó a vender los derechos de sus personajes. Concretamente el de los X-Men fue a parar a Fox y allí fue dónde decidieron hacer una serie de X-Men para Fox Kids, dirigida a un público infantil. Adaptaron los cómics y tuvo un éxito bastante grande en la época hasta que se canceló al finalizar la quinta temporada en 1997. Al año siguiente Fox lanzaría la primera película de los X-Men, la que inició la era del cine de super héroes.
La nueva serie continúa dónde se quedó, con buena parte del elenco de voces que participaron en los 90. Sin embargo el tono es menos infantil y aunque la animación homenajea a la de entonces, la forma de contar la historia es moderna. Solo se han publicado tres capítulos hasta hoy y son realmente buenos.
Está en Disney +, como las cinco temporadas de la serie anterior.
Los amos del aire
Cerrando la trilogía sobre la Segunda Guerra Mundial que Tom Hanks (Forrest Gump) y Steven Spielberg (En busca del arca perdida) habían producido, esta serie se centra en la guerra aérea. Concretamente en el 100º Grupo de Bombarderos de la Octava Fuerza Aérea de Estados Unidos.
La producción es impresionante, con combates aéreos que rivalizan con los de las mejores películas y una recreación de la época extraordinaria.
Me llama la atención, y no estoy seguro de que me guste o no, esa especie de tono sepia de fondo que impregna toda la serie, como un tono subliminal que nos deja la impresión de que que sucede en el pasado en el que los colores eran más apagados que ahora.
Transmite muy bien las sensaciones de estos aviadores a bordo de un bombardero B-17 Flyng Fortress. Esta parte me resulta especialmente interesante porque está plagada de detallitos como el navegante calculando dónde están sin radar ni ningún tipo de pantalla, las decenas de interruptores de cabina o la mira Norden y como el bombardero queda pilotado por esta cuando se acercan al objetivo.
La historia es bastante coral aunque se centra más en los personajes de los comandantes Bucky Egan (Callum Turner, Guerra y Paz) y Buck Claver (Austin Butler, Elvis), fantásticos los dos.
También se muestran las diferencias entre los británicos, que hacían bombardeos nocturnos, más seguros para las tripulaciones pero mucho más aleatorios y los bombardeos de precisión de los americanos que se hacían de día sobre objetivos concretos.
Es el día a día de se grupo de aviadores en la Segunda Guerra Mundial con una perspectiva bastante épica pero sin ocultar en ningún momento los efectos devastadores de la guerra.
Está en Apple TV
Hasta aquí la primera selección de series, en breve la segunda, pero ya con esta series como Warrior, Reina Roja, Los amos del Aire son muy interesantes, más aún El problema de los tres cuerpos. Que las disfrutéis.
Saludos fremen
Hay tantas series pendientes y poco tiempo. Espero ver dos o trea estas vacaciones, porque True Detective y X-Men 97 me llaman bastante.
Buena elección, las dos en su estilo están super bien
Gracias por pasarte y comentar. Saludos fremen