Este cómic era un must have desde el momento que se anunció.
Warren Ellis, Brian Hitch y Kevin Nowlan, tres monstruos del cómic.
Warren Ellis es el autor entre otras muchas de Transmetropolitan, la historia del periodista Spider Jerusalem en un futuro con bastantes similitudes al nuestro. Sin duda su mejor obra y una obra maestra, aunque suele mantener un nivel muy alto en casi todo lo que hace.
Brian Hitch es un ejemplo de evolución. Para empezar, es muy difícil ser un clon de un genio. Le pasó a Sienkiewicz on Neal Adams y Alan Davis era el ídolo de Hitch. Afortunadamente, ni Sienkiewicz ni Hitch se quedaron en eso y uno evolucionó hacia el expresionismo mientras que el Hitch hacia la narración cinematográfica. Sus Ultimates junto a Mark Millar causaron una enorme impresión y son más base de las películas de los Vengadores que los casi 0 años de cómic de la colección principal.
En cuanto a Kevin Nowlan, es la guinda del pastel. Fantástico dibujante pero no demasiado pródigo, trabaja de portadista y entintador y en muchas casos salva los lápices de quién entinta. No es el caso sino que es la garantía de que los lápices se trasladan fielmente a la página. Uno de sus grandes trabajos como dibujante es el anual de los Outsiders.
La historia presenta una serie de asesinatos en Gotham y Batman quiere resolverlos. Es en una época cercana, con una policía aún corrupta y Gordon peleando en distintos frentes.
Lo que parece una historia tradicional que podría ser la adaptación de «Arkham Knight» o un reboot de «Silencio» (Jeph Loeb, Jim Lee) en cambio es muy diferente. Batman se muestra mucho más detectivesco que de costumbre. Tiene un enfoque muy interesante. En muchas series, películas y cómics los investigadores intentan pensar como el asesino. Batman no, reconoce que él no puede pensar como un asesino, sino que se pone en el papel de la víctima y el proceso de deducción lo hace a raíz de cómo actúa y qué ha pasado. Es un hallazgo muy interesante y muy bien realizado. La reconstrucción de los asesinatos a través de los ojos de la víctima es todo un hallazgo.
Otro cambio interesante es que utiliza la psicología para desequilibrar al antagonista. Que el asesino sea una imagen especular de Batman le sirve para trazar la estrategia e intentar derrotarlo.
Alfred tiene una importancia grande en la historia. Hitch ha escogido como modelo a al actor británico David Niven (La pantera rosa) y dota al mayordomo de un humor muy sarcástico.
Sin embargo, que tenga una buena trama y sea más detectivesco no priva de algunas de las mejores secuencias de acción que se pueda leer en un cómic. Los lápices de Hitch tienen una belleza, una espectacularidad y al mismo tiempo su narrativa es absolutamente fluida. Es una delicia contemplar sus pa´ginas.
Quizá lo más flojo sea el final, que no está mal, pero el dibujo de Hitch es un poco peor y más confuso y el cierre de la historia es interesante, bastante lógico pero también confuso. Falta claridad entre lo que el guionista quería decir de forma clara y lo que al editorial le dejaba decir. Así, el título es un tanto clickbait.
Aún así, estamos ante un fantástico cómic de Batman, un par de peldaños por debajo de las obras maestras pero con hallazgos muy interesantes y un dibujo increíble.
La edición en tapa dura de ECC incluye apenas un par de páginas de extras pero todas las portadas alternativas a tamaño completo como contraportada de la portada principal que inicia cada uno de los doce capítulos del cómic.
Una pena que no tenga ningún tipo de artículo ni más extras´.
Cuesta 32€ y vale cada euro.
Saludos fremen.