Criminal 2 de Ed Brubaker y Sean Phillips

Panini ha publicado en otro tomo espectacular la segunda parte de Criminal, el mejor cómic de género negro que yo haya leído.

Dentro del género negro hay muchas variantes como hard-bolied (detectives con métodos más duros que los de Holmes o Poirot, como Sam Spade o Philip Marlowe), crime story (cuento criminal), mistery story (cuento de misterio) el thriller 8escalofriante) y alguna clasificación más, como la que aquí ocua, la crook story. Es un género que durante muchos años no se le pudo sacar todo el partido ni en el cine ni mucho menos en los comics porque son historias de maleantes y tanto el código Heys para el cine como el Comics Code dejaban bien claro que los criminales no ganaban nunca.

Así, las maravillosas películas de gangsters de los 30, 40 y 50 con ese increíble uso de las sombras y esos personajes que buscaban vivir bien, sabías desde el principio que iban a pagar un precio. Solo dos ejemplos de los cientos que hay, Al rojo vivo, con el sensacional James Cagney o El último refugio, con Humphrey Boggart e Ida Lupino.

En los 70 en el cine ya había bastante más manga ancha porque, claramente, cuando en los mojigatos USA permitieron que salieran tetas entonces ya se podía hacer cualquier cosa.

No ha sido hasta recientemente, de los 80 en adelante en que no se han podido hacer historias de criminales en cómic con libertad del resultado, dándole el punto de impredecibilidad que les faltaba y que en la novela siempre habían tenido.

Lo bueno, que en el cómic todas esas décadas que no tenían esas hotorias de malenates se han compensado ampliamente con la serie Criminal de Ed Brubaker y Sean Philips. Este segundo tomo, como el primero, incluye tres historias largas y las tres son diferentes, originales, muy bien contadas y muy bien relatadas, con un punto de mal rollo y con un buenos finales consecuencia de las historias, no finales forzados.

La primera, Mala Noche, cuenta la historia de un dibujante de tiras cómicas que perdió hace unos años a su mujer en un accidente y que decide ayudar a una chica al que el novio la maltrataba. Este planteamiento más habitual y que lleva inmediatamente a pensar en las historias de Femme Fatale como Perdición de James M. Cain, va mucho más allá y con unos cambios imprevistos de lo más interesante, que harían de ella la mejor historia si no fuese que aún hay más incluso mejor.


La segunda, Los Pecadores, no es mejor que Mala Noche, pero sigue siendo una gran historia, aunque más clásica, sobre un matón que trabaja para el capo mafioso por las deudas que contrajo su hermano muerto. Aunque hay varios clichés clásicos, tiene varias derivaciones y reflexiones interesantes.

La tercera es El último de los inocentes y es la mejor del tomo. La historia de un tío que parece majete, casado con una chica bien y con mucha pasta que le está poniendo los cuernos, recorre la historia de ellos, la amiga de él que casi fue algo más y el mejor amigo adicto, en el instituto y en la actualidad a raíz de encontrarse de nuevo por la muerte del padre. La historia es compleja, la caracterización de los personajes es estupenda porque cada uno es realmente diferente y es muy interesante ver la época del instituto, dibujada en un estilo parecido al comic Archie para representar la inocencia de esos tiempos, y el estilo sucio y lleno de sombras de la actualidad. Una auténtica maravilla muy bien contada y dibujada.

Hay que destacar que hay casos en que el peso de un cómic lo lleva el guión o el dibujo. Aquí las historias son poderosísimas, pero hay pocos casos en que un cómic tenga un dibujo que apoye tan bien a la historia manteniendo el difícil equilibrio entre la importancia del guión y del dibujo. El uso de la mancha, el dibujo sucio, la creación de atmósferas y la magnífica narrativa de Sean Philips es perfecta para la historia. Por ejemplo, Queen and Country tiene un gran guionista detrás, Greg Rucka, pero el dibujo es más bien funcional y generalmente una rémora, se disfrutan las historias porque son muy buenas, pero dan ganas de leerlo en novela más que en cómic, pues el dibujo no aporta nada.

El tomo es un imprescindible y seguramente el mejor comic publicado el año pasado. La serie ha tenido también el reconocimiento de la crítica y aparte de haber sido nominada en multitud de ocasiones ha sido galardonada con el premio Eisner a la mejor nueva serie y con el Eisner a la mejor historia por El último de los inocentes.

Muy recomendable para cualquiera que le gusten las buenas historias en genera y especialmente para quien le guste el género negro.

 

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