Vamos a por la segunda y última parte de los mejores juegos que he terminado este año. Ayer fueron seis estupendos juegos y hoy no creo que vaya a bajar el nivel.
Micromania, en su sección «La referencia» cuando escribía sobre la referencia de las aventuras gráficas durante muchos años elegía a Fahrenheit, de David Cage, como el juego y decía «Este es el camino que seguirán las aventuras gráficas en el futuro».
Han tenido que pasar muchos años, pero Detroit viene a confirmar este vaticinio. Detroit, también de David Cage, es el summum de la aventura gráfica. Una historia contada desde tres puntos de vistas por unos personajes que te llegan, un cuidado de los detalles increíble, una variedad enorme de alternativas y decisiones con consecuencias que llevan a decenas de finales distintos, más un apartado artístico de ciencia ficción próxima realmente muy bien hecha, con una parte futurista y otra parte que es muy actual. El resultado es una de las mejores aventuras gráficas de todos los tiempos y uno de los mejores juegos del año.
Life is Strange 2. Capítulo 1: Roads
Cuando juegas un juego que te gusta tanto como Life is Strange, es muy normal tener unas enormes expectativas y por tanto es muy fácil decepcionarse. Más aún si es solo un capítulo y no el juego entero. Eso es lo que me ha pasado a mi. La primera decepción es que no sigue con la historia de Chloe y Max, sino que esta sigue en su propio cómic. Luego, la mecánica de rebobinar el tiempo de Max desaparece y no es sustituida por ninguna otra lo que deja únicamente la historia como elemento diferenciador porque el resto de mecánicas son las ya conocidas en multitud de juegos de Telltale y similares. Sin embargo tanto los personajes como los temas que trata sí son muy interesantes. ¿Suficiente? Para mucha gente sí. Para mi es un paso atrás aunque no deja de ser un buen juego y que termina dejando pistas de que puede mejorar en los siguientes capítulos. Yo todavía estoy esperando a que se justifique el título porque podría no llamarse Life is Strange ya que en este primer capítulo no tiene nada que ver con el anterior.
EL mejor Assassin’s Creed de todos los tiempos, así de claro. Un juego monumental, inmenso, absorbente, divertidísimo y con una ambientación y una historia principal genial. De lo mejor del año sin ninguna duda. Han recreado toda Grecia, ¡entera! y lo mejor es que en todas partes hay montones de cosas interesantes que hacer. Mezcla historia con mitología y de forma muy inteligente. El combate es de lo más divertido y los mercenarios que te persiguen son un buen añadido. Puedes elegir si quieres jugar con Alexios o con Kassandra, y no sé Alexios, pero han conseguido un gran personaje con Kassandra. El apartado técnico es brutal, los gráficos tienen una distancia infinita de dibujado y con un nivel de detalle extremo. Además, la inteligencia artificial de los enemigos está bastante bien. Se acabó eso de que educadamente te ataquen de uno en uno Es sin duda uno de los juegos que más he disfrutado.
Un juego realmente bonito que sin ningún diálogo cuenta una metáfora sobre la lucha interior y la superación en un juego de plataformas. Tiene mucho mérito pero el principal aliciente es su apartado artístico y sonoro. La jugabilidad está bien hecha pero no es demasiado desafiante, aunque tiene sus momentos. Sin embargo, destaca más por la belleza que por lo divertido de jugarlo, que no lo es demasiado. El juego funciona sobre todo porque te hipnotice con el apartado gráfico y te interese la historia. Las mecánicas están bien pero tampoco nada demasiado novedoso. Un buen juego que, además, sabiamente no es demasiado largo y así funciona hasta el final su impacto.
Este año incorporé una nueva consola a la colección, la PLaystation Classic. Una pena que saliera con un roster de juegos regular, menos mal que ha sido sencilla de hackear y añadir los juegos que se quiera ew incluso añadir los de otras consolas porque tiene un buen hardware. Aún así, algunos de los juegos que incluye en la selección original son auténticas joyas y entre ellos estaba Tekken 3, un juego que recuerdo haberlo jugado en PC en su época pero que no había jugado en condiciones.
Hay mucha gente que dice que estas minis se compran solo por coleccionismo. Conozco gente que las compra y no tiene intención de jugar con ellas, son como una figura, solo para decorar. Pero no es mi caso, incluyen grandes juegos que se pueden jugar como si fuera en la época, con mandos idénticos y pequeñas actualizaciones como conector HDMI, reescalado a HD, posibilidad de guardar al salir, que hagan una mejor experiencia a jugar ahora y eso mismo hice con Tekken 3. Lo jugué de cabo a rabo y a día de hoy sigue siendo un juegazo de acción. Rápido, técnico, con buenos gráficos, es muy divertido de jugar. Lo malo, que los de Sony incluso cuando aciertan en los juegos que incluyen, incluyen la peor versión, la PAL que es un 17% más lenta que la NTSC lo que podrá parecer poco sobre el papel, pero se nota mucho al jugar una y otra versión al ser un juego de lucha.
Shadow Dancer. The secret of Shinobi
Mi primera consola fue la Megadrive y cuando vi que en las rebajas de Steam ofrecían 59 juegazos de la esa consola por muy poco lo compré. Shinobi era uno de los juegos que en su momento no pude jugar y le tenía ganas. Eres Joe Musashi, un ninja que lucha contra un culto ninja de adoradores de un dios lagarto en una Nueva York postapocalíptica. El juego es muy divertido, se sigue viendo muy bien y es difícil porque mueres con un solo toque. Afortunadamente el emulador de Sega permite rebobinar y grabar, lo que ayuda y hace más disfrutable el juego. La única pega, que es muy corto, apenas una hora. Pero merece muchísimo la pena.
Bueno, otros seis juegazos de los cuales son dignos de ser considerados juego del año Detroit: Become Human y Asassin’s Creed Odyssey , que se unen a Life is Strange, Dragon Ball Fighterz y Ni No Kuni II.
La decisión es extraordinariamente difícil, cada uno de ellos es una obra maestra en su género y he disfrutado muchísimo con todos y cada uno de ellos. Pero, quizá porque me entusiasma la Grecia clásica y he disfrutado infinitamente de jugar mi propia Odisea, creo que el ganador, por un margen muy estrecho, pero ganador, es:
Assassin’s Creed Odyssey
Un estupendo año de videojuegos con un ganador sensacional, un juego de rol, mundo abierto, aventuras, historia y mitología que colma todo lo que puede desear el jugador.
Ahora a ver si vuelve a suceder y, por difícil que sea, el 2019 trae aún mejores juegos que el 2018.
¡Feliz Año Nuevo, Fremen!