Estoy asombrado del éxito que están teniendo juegos como «Acariciar al perro» o su apasionante continuación «Acariciar un gato». La razón no es que los millones de amantes de los perros o gatos hayan descubierto que es mucho mejor clicar en un botón para acariciar a un animal sino que así consiguen fácil y en unos pocos minutos un trofeo Platino que exhibir en sus vitrinas.
La culpa, por supuesto, es de Microsoft.









Después de un juego tan largo, denso y complejo, aunque apasionante, como es Final Fantasy X, necesitaba algo diametralmente opuesto y justo el 16 de Junio salía el juego de las Tortugas Ninja. No me acordaba, y estuve buscando la versión al mejor precio cuando me caí que salía día uno en el Game Pass, así que le saqué partido a mi suscripción y a repartir amor.