Ya sé que parece exagerado, pero estoy feliz con el último juego que he comprado, Broken Sword.
Un poco de contexto. Vayamos a 1996. Apenas hacía nada que había llegado internet a las casas con esos módems tan ruidosos. Yo tenía un US Robotics de 33.200 baudios y dejaba sin teléfono a la gente en casa. Recientemente había comprado un PC nuevo, un Pentium al que más tarde le puse una aceleradora gráfica de 3DFX , una Vodoo Banshee, la gráfica con mejor nombre de la historia.
El ordenador llegó a tiempo porque 1996 fue un año increíble con Tomb Raider, Diablo, Command & Conquer: Red Alert, Duke Nukem 3D, The Last Express, Team Fortress, Hollywood Monsters, Civilization II, Quake, OddWorld, Abe´s Odyssee o Phantasmagoria. Y Broken Sword.
Visto este listado, nadie lo pensaría, pero las aventuras gráficas estaban dando sus últimos estertores. Los FPS en 3D se quedarían con todo el interés y los juegos con gráficos prerrenderizados estaban condenados a desaparecer, o casi. Aunque, como sabemos, ya hace unos años que resucitaron, modernizadas o con aspecto retro.
El caso es que jugué a la mayoría de estos juegos pero me gustó especialmente Broken Sword, al que he jugado recientemente su remake.
Me pareció un poco fácil y superé el puzzle de la cabra sin mayor historia, pero me atraparon la historia y los personajes.
Y ¿por qué cuento todo esto?
Estamos en Noviembre de 2025 y un amigo que ha decidido cambiar su colección de videojuegos por una Kawasaki Z1100, me ha vendido ese mismo Broken Sword del año 96, maravillosamente bien cuidado.
La verdad es que al principio lo compré como adorno nostálgico en la estantería. La presentación es maravillosa, ya no se presentan los juegos así, con una caja enorme, una gran ilustración, un manual completísimo, o el blíster con los dos discos del juego profusamente ilustrados.
Pensé que quedaría genial al lado de otras dos aventuras gráficas históricas, King’s Quest V y The Longest Journey.
Sin embargo, aún tengo muchísimos juegos en CD o DVD pero los juego directamente en digital. Decidí mirar si merecía la pena comprar una lector de CDs externo y vi que costaban nada, diecisiete euros, así que lo pedí.
A los dos días estaba en casa y decidí probar Broken Sword a ver si funcionaba, qué problemas daba…
Pues bien, como podéis ver por las imágenes, ni un problema.
No he tenido que tocar la configuración.
No he tenido que poner el PC en modo de compatibilidad. Para un juego que se juega en MS-DOS o Windows 95, que pide un 486DX2, 8 Mb (sí, Megabytes) de RAM, una tarjeta de vídeo VESA SuperVGA con 1 Mb de VideoRAM y de sonido una tarjeta Soundblaster, que no haya que cambiar nada me ha parecido maravilloso.
Solo he tenido que instalarlo y después ponerme a jugar. Ni un solo problema.
Es absolutamente increíble. Un juego con 29 años a sus espaldas, que desde que salió hemos pasado por cinco generaciones de consolas, se ha saltado las generaciones alegremente y funciona en un PC con Windows 11 y 64 Gb de RAM igual que en un Pentium con MS-DOS o Windows 95.
Esta es una de las cosas geniales de jugar en PC, que las generaciones no existen, que puedes jugar el mismo juego que jugaste hace 29 años hoy. La retrocompatibilidad es ilimitada.
Con un PC sabes que cambiarás de equipo, cambiarás de sistema operativo, pero tus juegos podrás seguir jugándolos por muchos años que tengan.
Eso es lo malo de las consolas, la retrocompatibilidad depende del fabricante de la consola. Con Series X, aunque abarca hasta la primera Xbox y Xbox 360 solo son los juegos a los que han dado retrocompatibilidad, hay muchísimo que no tienen, aparte de los de Xbox One, que esos sí son retrocompatibles.
PlayStation 5 solo tiene retrocompatibilidad con PlayStation 4.
Switch 2 con Switch 1.
¿Qué sucede con todos los juegos que salieron en todas las demás consolas? No se ha dado retrocompatibilidad, como pasa con las PlayStation 1, 2 y 3. O con todas las consolas de Nintendo anteriores a Switch.
Por no hablar de las consolas que no tuvieron continuación.
Tengo el FIFA de 1993, un precioso cartucho para Sega Mega Drive y ese sigue necesitando la consola para jugarlo. O emularlo en PC.
Porque esa es otra. Todas esas consolas que tuvieron miles de juegos ya no existen y sus juegos se perderían si no fuera porque se pueden jugar en el PC gracias a la maravillosa comunidad que ha creado emuladores para poder disfrutarlos y preservarlos.
Sin duda, la mejor plataforma para jugar es el PC, una herramienta incomparable para la preservación del videojuego, para poder disfrutar de los juegos del pasado como si fueran de hoy y los de hoy jugarlos con la mejor calidad.
Saludos fremen.










