Con Quantum Break tengo sentimientos encontrados. Por un lado, no parece ni medio normal hacer un lanzamiento tan chapucero por parte de Microsoft: un juego que a día de hoy sigue sin tener un botón para salir del juego y que hace que todos pasemos por la tortura de las Windows App Universal con los problemas para instalar y la tortura de poder capturar imágenes o vídeos. De todas foras, respecto a esto entré en más detalles hace unos días. Aún peor, el rendimiento es penoso teniendo en cuenta que viene de un juego de Xbox ONE, una plataforma de juego que, con todo respeto, no es capaz de ejecutar Rise of the Tomb Raider o Asassins Creed Unity a 60 FPS/1080p mientras que mi PC, que si los ejecuta a 60fps/1080p, no es capaz de ejecutar este juego por encima de los 50 fps, oscilando entre los 33 y los 47 fps.
Realmente lo de lo FPS es más o menos anecdótico. Lo importante es si el juego es fluido y se deja jugar. Bueno, en el vídeo podéis ver cómo funciona. Es un enfrentamiento en la biblioteca de unos cinco minutos, pero sirve para hacerse una buena idea de la calidad gráfica porque está en modo Ultra y en 1920*1080p.