O como tomar el pelo al personal y presentarlo como si fuera una ventaja.
Decir que Antonio Hernández Palacios es uno de los mejores dibujantes del comic español de todos los tiempos es quedarse corto. Es uno de los mejores dibujantes de cómic de todos los tiempos. Sus dibujos y composiciones no palidecen al compararlas con Hal Foster, Alex Raymond, Burne Hoggarth, Neal Adams, Jesús Blasco, Jean Giraud o cualquiera de los grandes.
Algunas de sus grandes obras son El CID, Roncesvalles, Gorka Gudari, Madrid 1936 o toda la larga saga de Alexis McCoy junto a Gourmelen.
Este cumpleaños me regalaron el integral de Manos Kelly. Manos Kelly es un tipo, mitad español mitad irlandés, cuya agitada vida transcurre por el Oeste americano, que recién es americano y que mantiene toda la influencia española .
Se publicaron 4 álbumes y ahora Ponent Mon los ha publicado en un solo volumen a razón de 38 € de nada.
No estaría mal si no fuera que el integral muestra bastante desinterés y dejadez.
Tiene una buena introducción de Luis Alberto de Cuenca que sitúa bien al lector en el cómic y en la obra de Palacios.
Pero es todo lo que hay. Una buena portada, un formato grande, buen papel, las historias y a correr.
Y a correr… sin las portadas de los álbumes.
Mejor aún, fue publicado en color pero aducen que las capas de color de 38 páginas repartidas entre los distintos álbumes se han perdido, una lástima pero así se aprecia mejor el prodigioso dibujo de Palacios.
Si acabas de llegar y lees esto, pues te lo crees y punto. Pero cuando llevas ya muchos años leyendo comics sabes que esto no es así.
Realmente si los señores de Ponent Mon quisieran hacer un auténtico integral, la edición definitiva, tenían dos caminos, uno mejor y otro más barato pero peor.
El más barato hubiera sido escanear las páginas faltantes que están publicadas en los álbumes de Trinca y que son fácilmente localizables. No es lo ideal y seguramente se hubiera perdido calidad en la reproducción.
Así que la opción ideal hubiera sido recolorearlo. Teniendo los originales en blanco y negro y las revistas y ábumes que se publicaron en color, era cuestión de dicar los recursos para ello.
No se ha querido hacer y al final el álbum es una chapuza indigna del gran autor que es Palacios.
Porque en otros autores los colores, y más en los 70, no dejan de ser un añadido pero al que no se le sacaba mucho partido por las limitaciones técnicas. Pero Palacios fue toda su vida un maestro del uso del color e incluso entonces los utilizaba tan hábilmente para completar y reforzar lo que dibujaba, que su no inclusión deja muy coja la obra.
Una obra que merece mucho la pena y que, precisamente por eso molesta más esta actuación.
Es un cómic de aventuras pero, como siempre ha sido seña de identidad en Palacios, tiene detrás una enorme labor de documentación que se traslada a las historias no quedándose en un detallismo en cuanto a ambientación, ropas, armas, personajes y hechos históricos, sino trasladándolo por medio de cartuchos mientras se narra la historia.
Esto tiene su parte buena y su parte mala. Su parte buena es que se incluyen datos y hechos interesantes que complementan la historia pero su parte mala es que cortan el ritmo y lastran la historia.
Siempre pensé que Palacios necesitaba un buen guionista que potenciara la parte del dibujo como medio para contar la historia. Siendo como era un gran dibujante y aún mejor narrador, si lo hubiera plasmado en viñetas y todos eso datos en un apéndice al final, creo que sus historias hubieran sido mejores.
Quizá no es una critica muy justa, gran parte del cómic se narraba así en la época (años 70 salvo el último de 1984), pero puede resultar un poco chocante para un lector actual.
Es un buen comic de aventuras con buenos personajes, peleas con indios, contra indios, contra hombres ambiciosos y con distintos personajes históricos haciendo acto de presencia en la historia y con un dibujo inigualable.
Como se puede ver los remasters que te venden como la versión definitiva y en realidad son chapuzas no son territorio exclusivo de los videojuegos, también en el cómic y, encima, a precio de oro.
Saludos fremen.
Queda claro que se han pasado de listos en la editorial… el caso es que acabo de comprar una edición de Hush de Batman donde se vende la obra sin color para apreciar mejor el dibujo, como una edición superespecial. Creo que para leer el color es muy bonito, para admirar el dibujo, nada como la ausencia de este. Saludos afectuosos.
Supongo que dependerá de los casos. Sin color se puede apreciar mejor el dibujo, cierto, pero ten en cuenta que el dibujo de Jim Lee se hizo pensando en el color que se le iba a aplicar, no en que se publicara en blanco y negro.
Lo mismo pero con mayor razón en Manos Kelly porque Palacios es un colorista excepcional y su dibujo queda vacío en parte. Se ve la habilidad del dibujante, pero no como potencia el dibujo con el color.
Muchas gracias por comentar y saludos fremen.