No recuerdo todos los detalles. Apenas tenía nueve años y algunas cosas se me escapan pero sí recuerdo que era por la tarde. Mi casa daba a un parque rodeado por edificios y en la parte baja de uno de ellos estaba la librería dónde comprábamos los libros para el cole. Esa tarde estaba allí a comprar un cuaderno o algo así y tenían la radio puesta.
La siguiente imagen soy yo subiendo a casa corriendo diciéndole a mi madre que habían dado un golpe de estado.
En aquella época, en mi casa éramos muy de Suárez. Mi madre decía que era muy guapo, más que Felipe, y fue un impacto ver por televisión lo que estaba pasando.
He visto tantas veces las imágenes de Tejero entrando en el congreso, de Suárez y Fraga plantándole cara, del decisivo discurso del Rey que a veces dudo de si lo vi en ese momento o después.
Recuerdo que no fuimos a clase al día siguiente, recuerdo las flores en la tele mientras ponían música clásica. Recuerdo oír que los tanques estaban por las calles de Valencia.
Muchos años después estudié derecho y tuve la suerte de tener a Manuel Jiménez de Parga, diputado constituyente por UCD y presidente del Tribunal Constitucional, como profesor de derecho constitucional. Ahí aprendí a darme cuenta del papel brillante y asombroso que tuvieron Adolfo Suárez y Juan Carlos I en conseguir que una dictadura terminara siendo una democracia.
Ese 23 de Febrero de 1981 estuvimos a punto de perderlo todo, de tener una democracia de apenas cuatro años. Sin embargo, ni Adolfo Suárez se doblegó teniendo a un golpista con una pistola delante de él, ni el rey Juan Carlos I se unió al golpe que habían dado para ponerle al mando de una dictadura como quería Franco en su testamento.
Lo decía antes, ese discurso del rey acabó con el golpe de estado.
Todo lo demás no me parece relevante. ¿Que tentaran al rey con el poder absoluto, con que el país fuera suyo como lo había sido durante siglos de otros reyes, como lo había sido durante cuarenta años de Franco? Estoy seguro de que sí, y de que se lo pensaría pero eso no es lo importante. La intrahistoria es interesante pero al final anecdótica.
Lo importante es que se mantuvo fiel a la Constitución y a su cargo como garante de la Constitución otorgado por todos los españoles apenas hacía tres años. Hizo que el Golpe fracasara y que lo que parecía que iba a ser otro paréntesis constitucional como la Pepa o la República de 1931.
Sin esa decisión en ese momento de nuestra historia, hoy podríamos haber pasado una segunda guerra civil, haber tenido una monarquía absolutista, no haber entrado en la CEE, permanecer aislados del resto del mundo bajo un régimen fascista-católico sin libertad de expresión ni los demás derechos fundamentales que garantizan nuestra Constitución. El destino de nuestro país hubiera sido mantenerse en un país en vías de desarrollo para siempre.
A día de hoy tenemos muchos problemas, indudablemente, entre ellos que ese rey que salvó al país entonces tiene toda la pinta de ser muy corrupto, pero ese día podríamos haber bajado al infierno directamente. Una cosa no excluye la otra, por supuesto, pero cuando tuvo que estar a la altura lo estuvo. Si luego ha robado, que pague por ello como cualquier otro ciudadano.
40 años después estamos aquí, con todos los problemas de un país europeo pero en Democracia, aunque con la necesidad de mejorarla.
Saludos fremen