Hace tiempo que tenía pendiente ver una de las películas seminales del western contemporáneo y es una película que no ha envejecido nada y mantiene toda su fuerza a día de hoy.
El género del western es realmente un marco en el que contar una historia, como lo puedan ser los superhéroes, la ciencia ficción y la mayoría de los géneros, que tienen unas pautas que dictaminan que esa película pertenece a uno u otro género, pero luego la historia que se cuenta dentro de ese marco puede ser muy variada.
Por otro lado, el Western es seguramente el género más antiguo del cine, pues la primera película, corto en realidad, es «Asalto y Robo de un tren» de Edwin Stanton Porter en el año 1903, rodado en parte en los estudios de THomas Edison y que contaba el robo a un tren realizado por Buth Cassidy tres años antes.
Desde entonces hasta la actualidad el género se ha ido transformando. De las películas épicas y que más que históricas eran casi mitológicas, casi hagiografías que reescribian la historia de américa por medio de duros semidioses a caballo con sus pistolas rebosantes de justicia, durante parte de la era dorada, el western fue paulatinamente convirtiéndose en algo mucho más realista. Es paulatino, sí, pero ha habido películas que han supuesto un punto de no retorno y, sin duda, Grupo Salvaje es una de ellas.
La película es del año 1969 y, como el primer western de la historia también va sobre un grupo de forajidos y también roban un tren.
Es decir, un western clásico, pero que se convierte en clásico yendo a sangre y fuego, al otro extremo de los westerns. Los protagonistas, un inconmensurable William Holden pomo Pike Bishop y un no menos inconmensurable Ernest Borgnine como Dutch Engstrom, junto a sus compañeros, no son héroes, son auténticos antihéroes, forajidos que se dedican a robar a la compañía del ferrocarril. No se mueven por nobles impulsos sino porque no saben hacer otra cosa para vivir que robar. Pero la compañía es muy rica y poderosa, los tiempos cambian y envía a unos hombres, uno de ellos un forajido que atraparon por culpa de Bishop, Robert Ryan, para que los capturen o maten, es decir, actuando con la misma crueldad con la que se encuentran teniendo que huir a Mexico dónde el general Mapache, en guerra con el Pancho Villa, les da el encargo de robar el citado tren que transporta un enorme cargamento de armas.
Hasta aquí muy normal, salvo que es un western crepuscular. Por un lado, estamos en 1913 y ya no es la conquista del oeste, el mundo ha cambiado, queda un año para la primera guerra mundial, cuatro para la revolución rusa, el ferrocarril se extiende por todas partes, el general Mapache tiene un coche, ya han oído hablar de los aviones. El mundo ha ido cambiando mientras ellos siguen siendo los pistoleros de hace veinte años.
Por otro lado, la época debió ser cruda y difícil y los verdaderos ladrones y forajidos serían gente dura, cruel incluso, pues la película así lo retrata, con toda la crudeza y la crueldad. Pero también hay valor, lealtad, aunque desde otro punto de vista, es decir, pasando por el filtro del sentido práctico y de que el fin justifica los medios. No hay un código de caballería que seguir más allá que el de cuidarse entre ellos las espaldas.
Y hay suciedad, mucha suciedad. Mucho polvo, mucha porquería, , moscas, alacranes, insectos.
También putas, y sexo.
Gente fea, alguna incluso bastante repulsiva.
Y mucha, mucha, mucha violencia explícita. Por exigencias del guión, que no se dedican a disparar porque sí, pero cuando lo hacen se ve perfectamente pues está magistralmente rodado y a cámara lenta.
Y sangre, mucha, mucha sangre.
Al final de la película, recoges la mandíbula y te das cuenta que has visto la primera película moderna del western con unos antihéroes como protagonistas y que ha sido influencia para el género en todos los aspectos, desde series como Deadwood o Justified, películas como Sin Perdón (Clint Eastwood), Wyatt Earp (Kevin Costner) o Django desencadenado (Quentin Tarantino) o videojuegos como Red Dead Redemption, que tiene bastantes cosas inspiradas por la película. Fuera del género, la violencia y la forma de contarla influye poderosamente en las películas de acción de Hong-Kong, especialmente las del gran John Woo, que no obstante lo evoluciono soltando palomas en medio de los tiroteos y haciendo poses acrobáticas para los protagonistas.
Sam Peckinpah hizo un peliculón que trasladó toda la violencia y la injusticia que se estaba viendo en la época en USA a su película y consiguió un film que, siendo una historia clásica, le da la vuelta a todo lo que eran los westerns clásicos y deja la cruda pero fascinante realidad de hombre de verdad, no de iconos como era el western clásico.
Una película sensacional. La recomiendo con entusiasmo. Además, TCM está emitiendo una versión restaurada que se ve como si la hubieran rodado ahora, de una calidad excepcional. Merece la pena buscar esa versión para verla.
Saludos fremen.
Sam Peckinpah es uno de esos directores a los que todos los expertos en cine coinciden en decir que era el más moderno y vanguardísta de su época. Al principio pensé que era otra comida de rabo injustificada por parte de la crítica.
También pensaba que este sería como otro típico y tópico Western de John Wayne, de buenos contra malos y de final feliz. Pero joder que equivocado que estaba. Antihéroes despreciables como protagonistas, una Rebestialidad y crudeza enorme en muchas escenas (Ese tiroteo final en el fuerte Mejicano me caló muy hondo) y un espíritu decadente y corrupto. Joder parecía Max Payne del Oeste!
Desde entonces y, por Perros de Paja, Peckinpah se ha convertido en uno de mis favoritos.
Muy buena crítica y muy buen gusto. Lástima que no tenga el canal de pelis clásicas Turner, ahí echan calité. Pero no es nada que una conexión de 300Mbs no pueda solucionar xD
Ese canal es una jodida maravilla. Tiene un «defecto» y es que emiten muchas obras maestras de verdad y comparas con películas que recientemente has hablado maravillas de ellas, y la comparación las pone en su sitio.
De Peckinpah solo he visto esta y «Duelo en la alta sierra» que también está muy bien, aunque no tanto.
Me apunto la de Perros de paja, que me parece que no la he visto.
Saludos fremen.