En estos últimos años se han multiplicado los juegos inspirados en Lovecraft. Darkest Dungeon, Conarium, Call of Cthulhu o The Sinking City han salido estos últimos años pero, la mayoría han salido flojillos, siendo lo mejor la ambientación. Afortunadamente este no es el caso.
Stuck In The Attic, estudio independiente de Transilvania (Rumanía) formado por 3 personas, ha realizado una aventura gráfica que definieron como «Lovecraft conoce Day of the tentacle». Es una aventura gráfica que combina con muchísimo acierto Lovecraft con el aspecto y el sentido del humor de LucasArts.
El detective Keytype es encargado por un culto (hay varios en el juego) de encontrar el Necronomicon lo que le lleva a una vetusta librería en la ciudad de Darkham (Basada en el Arkham de El cuadro en la casa, de Lovecraft) dónde el detective es secuestrado y empezamos a manejar al librero Buzz Kerwan, que descubrirá el Necronomicon y cabreará enormemente a su mascota al convertirla en una gata parlante. Estos son los tres personajes que se manejan en la búsqueda de devolver su gatunidad al felino mientras intenta que las diversas sectas no se queden con el libro.
La historia ve creciendo y nos irá llevando a lugares de lo más variado, Darkham, Fishmouth (Basado en La sombra sobre Innsmouth, novela de Lovecraft), París o Transilvania son algunos de los sitios en los que transcurre la historia y es impresionante la ambientación que presentan las localizaciones de Lovecraft a través del prisma de unos gráficos estilo Lucas Arts.
La parte final es un tanto más confusa con un final un tanto precipitado. Sin embargo, tiene un glorioso giro final.
El manejo del juego es un point and click clásico pero con unas mecánicas un tanto particulares. Buzz, el bibliotecario, aparte de lo típico de mirar, usar o hablar y combinar los objetos del inventario, tiene la posibilidad de hablar con su gata para que haga cosas que él no podría.
Keytype en un momento del juego consigue la “Marca del cazador”, una habilidad que le permite ver el pasado de los objetos. La mayoría de las veces no sirven realmente para nada, pero a cambio incluyen diálogos realmente divertidos al usarlos y conforme avanza el juego tiene una mayor importancia.
El Necronomicón también se convierte en una mecánica jugable más una vez se llega a la parte final del juego y los puzzles con él están bastante bien. Además , esta última parte me recordaba a Half Life cuando cambias de dimensión. No es exactamente el caso pero dónde están se ha vuelto tan extraño que casi.
Por otro lado, el juego da la posibilidad de revelar todos los hot spot para que no se quede nada sin mirar pulsando la barra espaciadora.
Según he visto, hay «hardcore gamers», auténticos aventureros que no les gusta que introduzcan esta mecánica en los juegos por alguna razón.
Sin embargo, yo creo que es una maravilla.
Lo primero, es opcional, si quieres la usas y si no quieres, pues no. Pero, sinceramente, el «pixel hunting» creo que es una de las peores mecánicas de las aventuras gráficas antiguas. Famosa es la habitación a oscuras de Monkey Island 2 en que había que encontrar el interruptor y la única forma era hacer un barrido con el ratón sobre una pantalla totalmente negra hasta que encontraras ese punto. Gran juego, pero eso no tenía mucha diversión, la verdad. De hecho, provoca frustración en muchos casos porque puzzles que no resuelves no sabes si es porque te falta algo o porque no caes en cómo hacerlo y puedes pasarte en montón de tiempo buscando por las diversas pantallas a ver si te has dejado algo.
El poder revelar todos los puntos interactivos elimina esa parte de frustración y te puedes centrar en resolver el puzzle. En mi caso, en este tipo de aventuras lo que hago es que busco por toda la pantalla, interactúo con todo lo que se deja, hago todo lo que se me ocurre que hay que hacer y, entonces, antes de dejar la pantalla, pulso para asegurarme que lo he visto todo. Para mi es una buena opción que agradezco porque no facilita avanzar pero sí reduce el tiempo de estar buscando infructuosamente.
En cuanto a los puzles, son ingeniosos y divertidos. No son muy difíciles porque cada capítulo del juego no es demasiado grande ni tampoco llevas demasiados objetos. Si sumas que se pueden revelar todos los puntos interactuables, es complicado bloquearse pero son lo bastante ingeniosos como para que sea muy satisfactorio desbloquearlos. Hay uno en latín, otro en el que hay desencriptar un texto, otro que es una lucha de raperos, entre otros, que son muy buenos, aunque no sean demasiado difíciles sí que son muy disfrutables. Bueno, el de desencriptar, sí tiene algo más de complicación.
El juego tiene unas cuantas referencias a un montón de cosas que no son de Cthulhu y por tanto procuran que no se noten y hay que buscarlas, entre ellas a Grim Fandango, Monkey Island, El retrato de Dorian Grey, Day of the Tentacle, Casablanca, Call of Duty, Hello Kitty, o Alejandro Magno. De hecho conocer la vida de este último ayuda a reconocer la solución de uno de los puzzles a kilómetros.
En definitiva , tienes el Necronomicon, hay un secuestro, tu gata empieza a hablar (para fastidio de ella), hay un detective que habla de sí mismo en tercera persona, y varios cultos quieren el libro. Es una aventura clásica de apuntar y hacer clic, con un fantástico apartado gráfico, grandes diálogos, magníficos personajes y buenos puzzles y con una duración de unas diez horitas. El juego está en inglés con una estupenda interpretación con subtítulos en castellano. Desgraciadamente solo está en PC, en GOG o en Steam, eso sí y los creadores del juego han dicho en Imgur.com que ahora que lo sacaban en PC se ponían a trabajar en el port para Switch.
Juegazo superlativo, si os gustan mínimamente las aventuras gráficas y Lovecraft, ni lo dudéis.
Saludos fremen