La industria del videojuego ha contado con una gran evolución a lo largo de su historia, siendo bastante cambiante, pero pudiendo identificar claros ciclos de tendencias durante algunos períodos. Echando un poco la vista atrás nos toparemos con épocas donde géneros como los shoot ‘em ups, beat ‘em ups, fighting games, shooters, sandbox y últimamente los Battle royale proliferaron y se destacaron en comparación a otros títulos contemporáneos. Algo similar sucede con las temáticas, donde han tendido a predominar la fantasía medieval, los títulos de corte japones, adaptaciones de licencias, así como el realismo y la ficción histórica. Precisamente en estas últimas categorías nos encontramos con una preferencia importante por los conflictos bélicos, dentro de los cuales sin duda quien se lleva todas las luces es el escenario que nos presenta la Segunda Guerra Mundial ¿Pero realmente cambian demasiado los que nos muestran los juegos sobre este conflicto? Luego de haber completado recientemente al indie Through the Darkest of Time (Paintbucket Games, 2019) pretendo dar algo de luz sobre esta interrogante.
La acción como principal reclamo de la guerra
Sin duda la acción es una de las sensaciones más presentes en los videojuegos desde su inicio, lo vemos a través del frenetismo de algunos juegos clásicos como los Ninja Gaiden (Tecmo, 1988), Gradius (KONAMI, 1985), Contra (KONAMI, 1987) y su avance en la década de los noventa con títulos como Metal Slug (Nazca Corporation, 1996), el primer Doom (id Software, 1993) y Wolfenstein 3D (id Software, 1992). Precisamente este último decidió tomar el conflicto de la Alemania Nazi junto a una mezcla de ficción para dar lugar a una aventura con una propuesta base que se repite mucho en los juegos bélicos.
Pertenecemos al bando bueno y debemos acabar con el ejército ‘‘malvado’’, lo que probablemente nos convertirá en unos héroes o salvadores, muy en la línea de los protagonistas de acción hollywoodenses. Con esta ligera critica inicial no pretendo justificar al régimen nazi ni nada similar, más bien quiero dar pie a que es una idea que se aplica casi siempre a la hora de hablar conflictos bélicos, como bien se sabe ‘‘la historia la escriben los vencedores’’.
Metal Slug es una parodia a lo trillado que estaba siendo el tópico de la Segunda Guerra Mundial, durante aquella época
Partiendo de esto me gustaría reflexionar sobre como pareciera que sólo los soldados son quienes intervinieran en las guerras y que los civiles son simples víctimas del enfrentamiento entre bandos, cómo si estos últimos no fueran material para enfocar una historia en este tipo de acontecimientos. Incluso se podría decir que nunca tenemos muy claro como era el sentir cotidiano de esta gente, cuál era su real participación y si enfocarnos desde este prisma en un tiene posibilidades lúdicas importantes.
Podemos acotar que durante los últimos años se ha logrado apreciar cierto nivel de revisionismo histórico dentro de los videojuegos, yendo un poco más allá de las corrientes historiográficas más políticas y económicas que sólo dan espacio a los grandes sucesos y ciertos niveles estadísticos para responder a las interrogantes de tiempos anteriores. Bajo esta tendencia revisionista, podemos encontrar casos interesantes que incluso dieron lugar a largos debates en su tiempo como lo fue la inclusión de mujeres en Battlefield V (DICE, 2018), el Game Over de la versión alemana de Modern Warfare 2 (Infinity Ward, 2009) al matar civiles o el mismo caso al matar un bebe en el último Modern Warfare (Infinity Ward, 2019), que intenta dar una participación diferente a algunos actores en este conflicto o determina cierta carga moral y psicológica más importante dentro del hecho de estar combatiendo una guerra y ponerse en la piel de un soldado. Por supuesto bajo esta última idea, nunca esta demás mencionar la construcción psicológica a nivel de decisiones (más allá de lo limitado de estas) en que se pone al jugador durante Spec Ops: The Line (YAGER Development, 2012).
The Saboteur resulto ser una propuesta bastante fresca al momento de contar una historia en este contexto
Pero quizás una de las ideas más interesantes en videojuegos de un presupuesto más alto ambientadas específicamente en la época de la Segunda Guerra Mundial, sea la del olvidado título The Saboteur (Pandemic Studios, 2009). Sandbox donde controlamos a un miembro de la resistencia parisina durante la ocupación nazi de París en 1942, siendo un hecho a destacar el que tome como inspiración la historia real de William Grover-Williams, un piloto de carreras que termino uniéndose en una operación encubierta en el país, por parte de los británicos para desarticular a los nazis.
Otro título importante en este sentido, pero alejado de este hecho histórico, aunque cabe decir existen ciertos historiadores que consideran que el período de entreguerras y la segunda guerra mundial son sólo una extensión de la primera. Hablo de Valiant Hearts (Ubisoft Montpellier, 2014) título que indaga mucho más en la participación civil durante la Gran Guerra, aportando mucha información al respecto, dando lugar a otros actores y escenarios que tienden a ser olvidados al momento de adaptar este suceso dentro del medio.
DESDE ESTE PUNTO EN ADELANTE, PODRÍA ENCONTRARTE CON ALGUNAS ESCENAS DEL JUEGO QUE PODRÍAN CONSIDERASE COMO SPOILER, ASÍ COMO DE UN TONO ALGO MÁS CRUDO
Un acercamiento distinto al régimen nazi
Through the Darkest of Time es un título que nos pone directamente en uno de los muchos grupos que conformaron la resistencia civil durante el régimen nazi desde el ascenso de Adolf Hitler al poder en 1933 hasta la ocupación del ejército rojo sobre la ciudad de Berlín el 2 de mayo de 1945. La mecánica del título se basa en la gestión de los miembros que pertenecen a nuestra resistencia y la estrategia a la hora de afrontar las acciones que realizaremos para hacer crecer a nuestro grupo, financiarlo y asestar golpes importantes al régimen del hombre del bigote más curioso de la época.
El género no es para nada muy típico a la hora de representar este contexto, más si consideramos que existen extensas secuencias de dialogo con toma de decisiones que recuerdan bastante a las aventuras conversacionales que proliferaron durante la década de los ochenta en ordenadores. Por otra parte, el juego no cuenta con un estilo visual demasiado realista, en ves de ello decide apostar por un estilo más cercano a la caricatura. Pero esto no quita que lo que se nos presenta en pantalla pueda ser menos cruento, considerando que todo se ve bañado por tonos grises con una fuerte predominancia del rojo en algunas secuencias, viéndose casi todos los demás colores relegados a su más mínima expresión.
Las características de nuestro personaje serán al azar, pero podremos customizarlo a nuestro gusto
Entrando de lleno a explicar en mayor profundidad el juego, comenzaremos creándonos un personaje el cual puede obtener estadísticas y rasgos al azar, contando con la opción de personalizar su aspecto antes de iniciar con nuestro periplo por el juego. Entre las capacidades a considerar encontramos aspectos tan interesantes como la empatía, propaganda, la fuerza, la discreción y la cultura. Todas ellos servirán para concretar acciones con un porcentaje más alto de éxito, lo que podrá evitar que seamos descubiertos por los agentes nazis. Pero realmente uno de los puntos más importantes para los personajes, serán los rasgos propios de los personajes, los cuales se dividen en profesión, orientación política y personalidad.
Dentro de la parte de orientación política encontramos uno de los reclamos más relevantes del juego, explicando y dando cuenta de que, quienes se resistían a Hitler no correspondían solo a una parte minoritaria, sino que, pertenecían a diferentes agrupaciones transversales a la sociedad alemana de la época. Así durante el juego podemos encontrar personajes con orientaciones anarquistas, comunistas y socialdemócratas, pero también católicos conservadores, cristinos liberales, liberales moderados, y hasta monárquicos.
Cada semana recibiremos las principales noticias de Alemania y el resto mundo, que darán un poco más de contexto a todo lo que sucede
A este respecto se refleja mucho mejor la sociedad civil bajo la dictadura, más aún al echar un vistazo a las profesiones u oficios que pueden poseer encontrándonos: cesantes, zapateros, modistas, empresarios, conserjes, ingenieros, médicos y muchas otras más.
Los rasgos de personalidad sólo tienen relación con la factibilidad de algunas acciones, repartir panfletos o escribir consignas en los muros de Berlín tendrán mayor éxito con un personaje de mentalidad activista que con uno precipitado, lo mismo ocurrirá para tareas más complejas como infiltrarse en un campo de concentración o robar un uniforme de las SS, lo que requerirá más bien de alguien calmado.
Nuestro grupo tendrá variados debates sobre las acciones a tomar y los problemas generados de sus vivencias personales
Todo esto se ve regido por dos indicadores importantes para nuestro grupo disidente, el indicador de moral y el dinero del que dispongamos para financiar nuestras actividades. El primero decrecerá semana a semana de manera fija y podrá aumentar o disminuir según el éxito de nuestras actividades o su fracaso, conseguir una acción de alto riesgo nos reportará varios puntos, pero que un miembro del equipo se atrapado por la policía o peor aún muera a manos de ella será un golpe importante en la moral del grupo. Si este indicador llega a bajar demasiado simplemente nuestra partida terminará de forma abrupta, debido a que ninguno de nuestros personajes tendrá la fuerza y voluntad para seguir adelante, donde acto seguido se nos mostrará el fatídico destino que asumirá cada uno de los miembros.
Por otra parte, el reunir fondos nos dará acceso a actividades más complejos como piratear radios, sobornar guardias, comprar información o materiales como pintura o papel. El dinero se obtiene a través de limosnas, pero principalmente con un aporte fijo cada semana por parte de nuestros adherentes, miembros que sólo funcionan en un nivel estadístico a nuestra causa, dado que, el máximo de personajes que podremos replegar es cinco.
Algunas de nuestras decisiones desbloquearan misiones especiales, donde las vidas de algunos sujetos estarán en juego
También podremos hacernos de contactos importantes para utilizar como comodines en algún momento de la historia, desde prisioneros que lograron fugarse de los campos de concentración, pasando por reverendos de una Iglesia hasta miembros del ejercito nazi que no están de acuerdo con la manera en que se está encausando la guerra.
Pero sin lugar donde más brilla el juego es a la hora de ambientar toda la situación de la sociedad alemana y el desarrollo del régimen nazi es, a través de, sus tramos de aventura conversacional, algunos programados para ocurrir durante ciertos días del calendario y otros ligados a las acciones que vayamos tomando.
El mantener un buen número de adherentes y fondos suficientes será una odisea en más de una ocasión
El juego no se gasta nada en ser bastante explicito con las situaciones que se vivían en la época, podremos apreciar la discriminación hacia los judíos, la escasez de comida, el adoctrinamiento al que son sometidos los alemanes, la transformación de la infancia, ver como a tus vecinos son llevados a los campos de concentración, la desaparición del entretenimiento, y la gran cantidad de debates morales y emocionales de los ciudadanos al perder su seguridad, incluso ver como sus relaciones amorosas e hijos se hacen parte del sistema que algunos combatían o como esto da pie a la muerte de varios familiares.
Todo esto se ve expresado mediante secuencias muy cuidadas a nivel visual, así como de una la música propia de los años 30, muy melancólica en general con un fuerte grado de pesimismo y de corte lúgubre, más propia de un trabajo que recuerda a la novela negra y del género noire. Por supuesto también influye el hecho de que tendremos que afrontar elecciones importantes: como arriesgarnos a fotografiar sucesos como el abuso y el traslado ilegal de las minorías en Alemania, intervenir cuando un policía se encuentra persiguiendo un judío, escuchar como allanan a nuestro vecino y decidir si echar un vistazo o solo quedarse en nuestro piso, situaciones que nos pondrán bastante tensos y muchas veces nos dejarán un muy mal sabor de boca, así como una sensación terrible en el cuerpo.
Algunos de las conversaciones que desbloquearemos en la aventura pueden llegar a provocarnos uno que otro nudo en la garganta
Visto lo visto, este juego logra hacer un excelente trabajo a la hora de ser claro y conciso con lo que implico el régimen nazi, dando cuenta del horror que vivió Alemania durante varios años, explicando muy bien los efectos de la guerra y el adoctrinamiento, a través de una visión mucha más humana y civil, que la de ponernos en la piel de un soldado que tiene como objetivo acabar con los soldados enemigos para acabar con la guerra. Bajo este prisma se acerca poderosamente al trabajo realizado en la novela gráfica MAUS (Art Spiegelman, 1980), que daba una visión inspirada en muchos hechos reales sobre la dura vida y situaciones a las que se vieron enfrentados los judíos bajo este contexto, aunque no sólo en Alemania.
Quizás Through the Darkness of Time sea uno de los mejores juegos en trabajar estas temáticas, a pesar de que a simple vista se vea algo sencillo, encierra una clara demostración de lo que se puede convertir el fascismo junto a los regímenes autoritarios, como afecta a las personas, ambientando muy bien también los horrores de la guerra. Probablemente en este último aspecto sólo sea alcanzado por otro título indie algo más conocido, ese fantástico This War of Mine (11 bit studios, 2014), así como 1979 Revolution Black Friday (iNK Studios & N-Fusion Interactive, 2016), pero eso es historia para otro momento.
En más de una ocasión deberemos enfrentarnos directamente a la polícia o militares, debiendo priorizar nuestra vida o la de algún conocido o cercano
Thought the Darkest of Time se encuentra disponible en Android, Windows y Mac OS.
Muy interesante todo, la verdad. Este tema te puede dar para varias entradas, y yo estaré encantado de leerlas xD
Qué bueno saber que te haya gustado! Probablemente continúe trabajando un poco sobre los juegos que mencione hacia el final y hasta quizás incorpore algo de la serie Gundam que viene bastante a cuento sobre el trabajo de este tipo de temas jaja.
Un saludo!
Pues no conocía este Thought the Darkest of Time me lo apunto para jugarmelo, porque me recuerda mucho a esas pelis como el pianista o la vida es bella, pero en un tono más de gestión y resistencia ciudadana.
Eso si, siempre tuve la duda de como se veria el punto de vista de un soldado nazi y las implicaciones eticas y morales que tendria para un jugador/espectador… Dudo que a día lo veamos pero sería un duro revés creo yo, tener que enfrentarnos a esa visión no del todo adecuada, que por desgracia también existió.
Interesante articulo ^^
Es un título que hace muy poco salio en PC, pero desde que escuche de él, me termino llamando bastante la atención, claro podría haber hecho más relaciones con el cine, pero es la verdad es que es una de mis áreas más débiles jaja.
Es una duda que también me ha surgido, obviamente es impensable por aspectos como la censura y las implicaciones que mencionas, aunque luego van y nos sacan cosas como Hatred. Por otra parte, poner al jugador en un rol incomodo es algo que funciona de una manera interesante si es bien trabajado, recuerdo por ejemplo a Distraint que nos pone bajo los zapatos de una persona encargada de embargar casas.
Gracias por pasarte a leer. Un saludo!
Con un tema tan atractivo como es la 2WW es muy valioso que la hayas abordado a través de este enfoque, un aspecto no tan explorado en el medio, no conocía el juego y también he de apuntarmelo.
Muy interesado si sigues con esta temática.
Saludos!
Cuando pude dedicarle tiempo al juego, recordé gran parte de mi formación profesional, por lo que pareció importante entrar a reflexionar desde esta perspectiva. Lo más probable es que siga adentrándome en el mismo, aunque antes me toca revisar algunos juegos y quizás repasar otros.
Agradecido de tu comentario y de que haya interesado la entrada. Un saludo para ti también!