Títulos que marcaron mi 2020

2020 fue un año diferente para todo el mundo, las peculiaridades de este período a nivel global provocaron varios cambios en las vidas de las personas. Sin duda, uno de lo más notorios fue el hecho de pasar más tiempo en casa, por lo mismo, se podría decir que fue un ‘‘excelente año’’ para dedicarse a distintas formas de ocio, entre ellos los videojuegos.

Precisamente este último corresponde a mi caso personal, siendo el año en que más juegos complete (y por mucho). Así pude disfrutar de varios títulos que dejaron una que otra huella en mi ‘‘corazón de gamer’’. Por ello me gustaría hablar un poco de una pequeña selección de estos.


¡Recomendación!: En el primer especial de la segunda temporada de mi podcast C-SIDES PODCAST, ya mencioné tres títulos, si les interesa, los animo a escucharlos junto con las selecciones que hizo mi compañero Spiegel además de los audios que enviaron nuestros escuchas.


Esta selección de títulos no tiene un orden particular, porque siento que a su manera todos son juegos muy disfrutables y destacables. ¡Sin extenderme más, comencemos!

Red Ded Redemption 2 (Xbox One)

Luego de jugar al primero título hace varios años en mi PlayStation 3, siempre me mantuve expectante por la existencia de una secuela, la cual finalmente se hizo realidad hace poco tiempo. Obviamente al ver que se integró en el catálogo del Game Pass me puse a jugarlo casi desde su aparición en el servicio, lo cual terminaría siendo una excelente decisión, porque el juego no duraría más de 6 meses en este catálogo.

Ya entrando en el juego, sólo queda decir, que nunca me había encontrado con un sandbox que desarrolle de una manera tan elaborada sus misiones, todas se sienten distintas, tienen relevancia argumental, les dan espacio a distintos personajes y nos ponen en situaciones de todo tipo: cómicas, de acción, sigilo, contemplativas y curiosas.

Precisamente otro de los puntos fuertes en el juego son los personajes, todos ellos construidos de manera magistral, dado que, de verdad se nota como van cambiando a medida que los hechos del juego se van desencadenando y el tiempo va pasando en el mundo del juego.

Probablemente nuestro protagonista Arthur Morgan sea el caso más visible, pero sin duda esta característica pasa con varios miembros de nuestra banda. De verdad, que se echan en falta más juegos con esta evolución tan natural para los personajes, y es algo que espero de manera más constante en esta generación.

Por lo demás, un juego muy en la línea de Rockstar, gráficamente muy cuidado, un nivel de documentación y ambientación a niveles altísimos, y una jugabilidad que se disfruta bastante con un vasto mapa por recorrer y una que otra sorpresa en el camino.

Otras plataformas: PC, PlayStation 4, PlayStation 5, Xbox Series S/X


Ori and the Will of the Wisp (Xbox One)

Si han visitado con cierta regularidad este blog y me conocen algo más, sabrán que los metroidvanias son uno de los tipos de juegos que más me llaman la atención. Así luego de terminar el primer Ori hace pocos años y sabiendo que contaría con la segunda entrega de estreno en Game Pass. Me dispuse a esperar el día indicado a que el reloj marcara las 00:00 para poder descargar inmediatamente el juego.

Así me encontré con un título que mejora todo el buen hacer de su predecesor, siendo un juego mucho más extenso, con un control más refinado, incluyendo misiones secundarias y NPCs, lo que le otorga una dinámica distinta al mundo del juego.

A medida que vamos consiguiendo más habilidades vamos adquiriendo un nivel de movilidad impresionante, que se controla de una excelente manera. Además, en esta ocasión añadieron mayor profundidad al combate al contar con distintas opciones (‘‘armas’’) para atacar.

Por lo demás cuenta con varios desafíos para conseguir el 100%, todo en un precioso mundo gracias a los gráficos y la dirección de arte con la que trabajaron. La música sigue a un muy buen nivel, reflejando su variedad en los distintos paisajes del juego, añadiendo la capa de emotividad necesaria a la historia que busca contarnos este título.

El único detalle que podría mencionar es que en mi experiencia el juego conto con varios bugs feo, que sé que, hoy en día ya están solucionados. Así que nunca es una mala idea ponerse con este título.

Otras plataformas: PC, Xbox Series X/S

Hellblade: Senua’s Sacrifice (Xbox One)

Desde que conocí a Ninja Theory con ese infravalorado spin-off de Devil May Cry (DMC), me parecieron un estudio bastante interesante, más cuando pude corroborar lo mismo al jugar Heavenly Sword. Precisamente Hellblade comparte varios puntos con este último título, y era un juego del que había escuchado comentarios muy positivos, así que fue una grata sorpresa el ver que estaba en el Game Pass.

A pesar de que, lo jugué algo fragmentado queda decir que es un título muy interesante, al principio se acerca bastante a un walking simulator (cosa que no es que me disgusté), pero poco a poco nos encontraremos con puzles que trabajan las ideas de la percepción y la perspectiva que explotan de manera interesante los niveles del juego.

Por otro lado, contamos uno de los puntos más fuertes del juego: un enorme trabajo de sonido, porque si se recomienda jugar con buenos audífonos o un equipo envolvente, para sentir en carnes propias todas las voces que escucha Senua durante su travesía en el juego. Es más, existen hasta puzles que jugaran solo con nuestro sentido auditivo para poder ser resueltos.

Probablemente un punto que siento algo menos trabajado sea el sistema de combate, que se siente algo rígido, pese a que las batallas se sienten bastante coreografiadas a la hora de ser resueltas.

Más allá de esto, Hellblade es una experiencia encantadora, que trabaja muy bien el punto de vista de personas esquizofrénicas (de hecho, varios de ellos ayudaron en el desarrollo del juego) sumándolo a un contexto mítico y fantasioso que hacen a la experiencia mucho más manejable para otras personas.

Otras plataformas: PlayStation4, PC, Nintendo Switch.


Thronebreaker: The Witcher Tales (Xbox One)

Siempre me han gustado los juegos de cartas ya sea de manera física o en los videojuegos, a pesar de ello, más allá de divertirme bastante en las primeras horas, siempre termino abandonando estos juegos pasado un tiempo, incluso si son videojuegos con un modo historia.

Precisamente me ocurrió lo contrario con este Thronebreaker, título que funciona como una campaña standalone del juego de cartas de The Witcher: GWENT. En este viviremos la historia de la reina Meve de Lyrya y Rivia en su camino por recuperar su corona, luego de varias traiciones ligadas al imperio de Nilfgaard.

De este modo, iremos viviendo varios sucesos retratados en los libros y cuentos de la saga del Brujo de Rivia, aunque siempre contando con varias decisiones que pueden alterar de una u otra forma el curso de la historia.

El sistema de juego fuera de las partidas de Gwent funciona similar a la exploración que podría brindarnos un juego como Diablo o Torchlight, desde el mismo podremos acceder a distintas misiones principales y secundarias, encontrar tesoros, resolver puzles o enfrentarnos a batallas estándar.

La variedad está en que hay muchas partidas de cartas con reglas especiales, que deberemos resolver con determinadas estrategias e incluso con ciertas condiciones para lograr la victoria.

A nivel visual destaca bastante durante las partidas, pero también con las distintas cinemáticas que veremos para contarnos la historia principal. Mientras que en el mapa normal del juego contaremos con un estilo artístico que emula el trazo con tinta, lo que le añade un aspecto algo diferenciador.

No esta demás decir, que el guion de la aventura se encuentra muy bien escrito, cuenta con personajes muy carismáticos que nos harán enojarnos, reír y quizás llorar. A esto se suma un excelente doblaje, que en mi caso corresponde a la versión latina del juego, con una interpretación que logra plasmar muy bien las distintas personalidades de cada personaje.

Sin duda, un recomendado si te gustan los juegos de cartas, incluso si manejas poco sobre el universo de la saga. Además, en PC todavía puedes desbloquear ciertos extras para el GWENT, o como lo define el juego: su modo multijugador.

Otras plataformas: Playstation 4, PC, Nintendo Switch, iOS.


Carrion (Xbox One)

Sin duda existen una infinidad de títulos donde somos asolados y perseguidos por criaturas, monstruos, psicópatas y asesinos de todo tipo. Pero muy pocas veces los juegos se plantean la idea contraria, la de encarnar directamente a un monstruo que debe acabar con nuestros frágiles enemigos.

De esta idea tan sencilla, parte Carrion, un título donde controlaremos a un monstruo de forma y aspecto irregular que deberá escapar del complejo donde lo mantenían cautivo. Así manejaremos a esta criatura, que cuenta con habilidades como pegarse a paredes y comer a sus enemigos para ir aumentando su masa corporal.

Al ser un título que maneja ciertas ideas del metroidvania (de manera muy ligera, por cierto) contaremos con la posibilidad de ir adquiriendo nuevas habilidades y mejoras para nuestra criatura como manipular electricidad, hacer ataques más devastadores y hasta controlar a algunos enemigos.

El control resulta tan curioso como satisfactorio con un movimiento que resulta muy poco ‘‘humano’’, pero a la vez muy ‘‘natural’’. El diseño que presenta los niveles del juego casi siempre apunta a que limpiemos las habitaciones de enemigos para avanzar sin peligro resolviendo pequeños puzles, a través de una estructura con toques de laberinto, pero finalmente casi lineales.

Cuando intento explicar directamente de que va la mecánica principal de juego, tiendo a explicarlo como un símil a lo que proponen juegos como Hotline Miami o Katana Zero, pero de manera mucho más accesible, al poder soportar más de un ataque para no morir en el intento.

Por lo demás en lo visual se ve bastante bien con animaciones cuidadas y un pixel art, quizás no tan distintivo, pero que juega mucho con la iluminación y otros efectos para darle un aspecto más espectacular. En el sonido maneja bien la tensión de los momentos y distintas situaciones, aunque no cuenta con una BSO tan extensa.

De dificultad no tan exigente, presenta con uno que otro momento de corte más narrativo, pero su reto viene más, si nos planteamos conseguir el final verdadero, el cual nos pide recolectar coleccionables escondidos dentro de los distintos niveles del juego, resolviendo uno que otro combate más exigente. Ciertamente, una grata sorpresa dentro de los lanzamientos del 2020.

Otras plataformas: PC, Nintendo Switch.


NieR Automata (Xbox One)

Sin duda, hablar de NieR Automata, es hablar de un título (y saga) que ha logrado ganarse todo un nombre dentro de la industria, por contar con las suficientes peculiaridades que le dan cierta distinción dentro de su género.

El titulo se nos presenta como una especie de Action RPG, con un combate que bebe de manera muy simplificada de un hack & slash, pero que también cuenta con varios momentos de shoot ‘em up, y con mecánicas curiosas como el hackeo. Pues sí, suena algo raro descrito así, pero de verdad mezcla varios componentes de distintos géneros.

A través de una historia donde podremos realizar distintas misiones secundarias e interactuar con curiosos NPCs, iremos descubriendo lo que ocurrió con el mundo del juego original e hilando poco a poco la relación entre ambos títulos. Obviamente contaremos con varios juegos de guion, a través de distintas perspectivas y saltos temporales, gracias a la existencia de tres personajes jugables bien diferenciados entre sí.

Contando con jefes finales bastante sorprendentes, encontraremos desafíos importantes para el jugador, sobre todo al avanzar lo suficiente en la aventura. Todo ello con un control bastante pulido en el aspecto de combate, muy propio de los juegos de PlatinumGames. Contando además con una duración cercana a las 30 horas de juego, pero con una gran cantidad de finales, aunque cabe aclarar que muchos de ellos son directamente trolleadas y finales malos.

Otras plataformas: PlayStation4, PC.


Ministry of Broadcast (PC)

Cada vez es más frecuente encontrarnos con títulos con una ambientación de estilo soviética o que jueguen de alguna manera con el tema dictatorial. Pero sin duda, más curioso es toparse con un juego que mezcle estas ideas con un programa de televisión y algunos elementos de 1984. A esto le añades unas buenas dosis de humor amargo y tienes: Ministry of Broadcast.

Un juego que funciona como un plataformas cinematográfico – como Flashback o el primer Prince of Persia – donde deberemos ir superando diversas pruebas para lograr un gran premio. Aunque poco a poco nos daremos cuenta de que este supuesto programa de televisión tiene varios secretos de fondo.

Nos encontraremos así con pruebas mortales, donde la muerte está más que garantizada y necesitaremos pensar bien nuestros movimientos, así como tener una buena velocidad de reacción. Curiosamente al final del día, nos daremos cuenta como nuestros rivales de competencia se encuentran vivos y coleando, aunque siempre habrá disputas fuertes entres los participantes y los guardias/soldados del recinto, que se irán acrecentando a medida que el clímax del programa se acerca.

A nivel visual nos encontramos con un píxel art tan interesante como detallado, sobre todo en los escenarios donde es visible el esfuerzo en recrear esa iconografía de corte soviético junto con una que otra sorpresa. Todo ello adosado por buenas melodías que ambientaran bastante bien las cerca de 5 horas que puede durar el título.

Eso sí, el juego cuenta con varios finales, y uno de ellos nos exigirá encontrar todos los coleccionables escondidos del juego, lo que invita a rejugar cada nivel buscando mejor lo que nos pasamos por alto en nuestra ‘‘primera run’’.

Otras plataformas: Nintendo Switch.


The Outer Worlds (Xbox One)

Uno de los títulos de los que más ansias tenía por probar, y uno de los primeros que jugué este año. Y es que uno de mis juegos favoritos es Fallout: New Vegas, por lo que ver esta secuela espiritual trabajada por Obsidian siempre se encontró en mi campo de interés, y esta propuesta no me defraudo para nada.

Cabe decir que es un juego mucho más contenido en duración y posibilidades – tendremos varios pequeños mundos o mapas, en contraposición a un gran mundo conectado -, cosa que se entiende al ser una marca propia y publicada casi de manera independiente, al ser un producto desarrollado antes de la compra de Microsoft. Pero más allá de estos detalles que rondan al juego, toca hablar realmente del mismo.

El titulo se juega como cualquier Fallout, aunque se siente ese sello de Obsidian por dar con una excelente construcción de mundo y personajes, a través de un guion muy bien escrito. Esto se nota, en que a lo largo de la aventura conoceremos a una buena cantidad de personajes, que pueden ser aliados o enemigos, pero que pese a sus posiciones siempre nos sacaran una sonrisa o notaremos personalidades bien definidas.

Esto da mucho juego, porque añade un gusto extra por explorar las distintas opciones de dialogo que tendremos disponibles, explorando también para encontrar misiones secundarias que nos pondrán en situaciones e historias sumamente interesantes.

Algo sumamente llamativo de este título, es que realiza una critica descarada a las prácticas corporativas y empresariales, y directamente a aspectos como el capitalismo descontrolado o el extractivismo. Cosa que me pareció bastante audaz de su parte, aunque por supuesto, todo cae dentro de un humor exagerado e irrisorio que ameniza un poco el tratamiento del tema.

Otra cosa que se agradece bastante es que el gunplay en esta aventura esta mucho mejor trabajado y realmente funciona, no es lento, tiene precisión, te puedes mover bien, y eso dice mucho viniendo de los juegos donde portamos un PipBoy en nuestro brazo, especialmente las entregas lanzadas durante la séptima generación de consolas.

Visualmente quizás no sea un portento técnico, pero si que notaremos una buena dirección de arte con colores saturados que acentúan ese toque de odisea espacial que maneja el juego. En este sentido, también cumple en lo musical, con varios registros interesantes, aunque en lo personal se extraña esos géneros musicales más propios de Fallout.

Podremos completar la campaña fácilmente en unas 20 horas de juego, aunque tiene contenido y desafíos opcionales que pueden alargar fácilmente esta duración, además de dos finales distintos que bifurcan el camino desde cierto punto de la historia, y algunas misiones de facción que al seguirlas deshabilitan otras líneas de misiones de facciones rivales.

El año pasado lanzaron un DLC, que añade una nueva historia y un nuevo planeta a la ecuación, aunque lamentablemente no he podido probarlo, por lo que sólo queda dejarlo en una mera mención.

Otras plataformas: PlayStation 4, PC, Nintendo Switch.


Odin Sphere: Leifthrasir (PS3)

Desde que conocí esa joya que es Muramasa: The Demon Blade para Nintendo Wii, me sentí sumamente atraído por los trabajos de Vanillaware. Aunque sólo llegaría a probar más juegos de su catalogo hasta contar con un sistema Sony.

Precisamente al que más ganas le tenía era Odin Sphere, que por suerte conto con una ‘‘remaster’’, que ampliaba el juego a nivel visual y rediseñaba algunas mecánicas de juego para mejorar aspectos como el control, combate y sobre todo el funcionamiento de su sistema de alquimia.

Así me tope con un juego bastante extenso, que nos cuenta una historia fragmentada desde la perspectiva de distintos protagonistas, que pueden hacer hasta la función de antagonistas según el lado de la historia en el que nos encontremos.

Cada uno de esos personajes cuenta con motivaciones distintas, y una personalidad bien definida. Obviamente también se diferencian a nivel jugable, existiendo algunos enfocados en el combate a distancia, ataque más pesados, una rápida movilidad y hasta en el uso de magias.

Podremos personalizar a cada uno de estos personajes a través de un árbol de habilidades que desbloque diferentes potenciadores pasivos, así como nuevos combos para ejecutar con nuestros personajes. Difícilmente se puede desarrollar este árbol al máximo en una partida normal, salvo si nos dedicamos a subir de nivel, cosa que nos puede tomar horas y horas de juego.

Y si, este juego tiene varios elementos propios del rol, al ya mencionado sistema de niveles, contamos con distintos objetos que nos dotaran de un aumento de nuestras estadísticas, pero también pueden dotarnos de pequeños pasivos, como no poder ser empujados, resistencias elementales o robar vida al golpear.

Cómo es de esperar, visualmente nos encontramos frente a un juego sumamente hermoso, que ha ampliado el trabajo gráfico del original, al poder incorporar todo el material original que por limitaciones de la PlayStation 2 era imposible de mostrar.

De este modo, veremos un cuidado trabajo artístico, de animaciones, un buen nivel de detalle y una nitidez sorprendentes en los fondos, siendo uno de los juegos con más colores visibles en pantalla dentro del sistema de Sony. En lo sonoro también cuenta con una buena selección de melodías, así como un gran trabajo de doblaje, sobre todo en su idioma original.

Jugablemente se disfruta bastante, al acercarse a una especie de beat ‘em up, pudiendo realizar distintos combos de varios golpes, mezclando ataques básicos y distintas habilidades, contando hasta con un sistema de puntuación de corte arcade para cada ‘‘arena de combate’’.

Su duración alcanza las 30 hora de juego aproximadas, para poder hablar con propiedad de haber completado el juego, aunque en su recta final podremos desbloquear varios finales distintos. Por otra parte, la dificultad del juego varia bastante si exploramos completamente cada nivel dentro del juego, teniendo desafíos bastante interesantes sobre todo contra los jefes finales. Mención final, a la existencia de un modo clásico, que nos permite jugar con los sistemas de su versión original.

Otras plataformas: PlayStation Vita, PlayStation 4.


Dragon Quest XI S: Ecos de un pasado perdido Edición Definitiva (Xbox One)

Durante los últimos años me he ido poniendo al día con la saga Dragon Quest (y con Final Fantasy), al principio pensé que iba a ser complicado al consistir en títulos de corte muy clásico dentro de su género. Jugando algunas de sus primeras entregas y algunos de sus remakes posteriores, me fui acostumbrando a grindear bastante a cada paso de la aventura, pero también a visitar mundos de fantasía que presentan una gran personalidad al explorarnos, contándonos historias que un principio podríamos pensar que son un mero cliché, pero que una vez desarrolladas nos muestran una profundidad y una gran cantidad de situaciones inesperadas.

De este modo, llegue a su onceava entrega, aunque al saber que una versión definitiva con las inclusiones de Switch llegaría al Game Pass a finales de año, termine por posponer este viaje hasta esa fecha señalada (4 de diciembre). Y que sorpresa al avanzar en el título, me encontré con un juego titánico en contenido, con un sistema muy clásico, pero que por alguna razón se sentía muy ligero y accesible.

Ya no era necesario ‘‘matarse subiendo niveles’’, porque la curva de dificultad se encontraba muy bien trabajada, y contábamos con varias ayudas para nivelar bien a los personajes, como craftear equipamiento mejorado o visitar los mundos retro de entregas anteriores, contando con la posibilidad de ganar buenos objetos y equipamiento.

Pero el fuerte estaba en la inversión que se logro al mostrarnos por primera vez grandes mapeados con un aspecto visual preciosísimo, opinando personalmente que los diseños de Toriyama se desenvuelve mejor dentro de los entornos de fantasía.

Poder correr explorando estepas, desiertos, llanuras, playas, montañas y praderas daba un gusto enorme, e incluso haciendo esto a manos de un caballo o un tigre dientes de sable (un guiño notable), aunque también montando directamente a algunos monstruos que derrotábamos en el juego, que contaba con sus pequeñas cualidades como dar grandes saltos o directamente volar y planear.

Todo ello bien ambientado con la banda sonora del juego, que repite varios temas clásicos de la franquicia y añade algunos otros, por suerte en esta versión contamos con versiones orquestadas (no así la versión original) que le añaden un punto más a este aspecto. Además, se incorpora ese pequeño DLC que nos permitirán cambiar a la BSO de la octava entrega.

A todo ello se suma un elenco de personajes, que en principio pueden sentirse muy arquetípicos, pero que son muy potentes a nivel de personalidad, contando además con distintas historias que los motivan a integrarse a nuestro grupo, a darle forma a sus historias de vida e incluso a mejorar y sobrepasar sus límites. Cabe mencionar también que hay muchas escenas ligadas a ellos, que se nos pueden pasar por alto, pero el juego esconde una gran cantidad de secretos, de los cuales no se avisa directamente y que son un premio interesante a la exploración por parte del jugador.

Aunque también toca decir que Dragon Quest XI es un juego bastante guiado, en todo momento tendremos bastante claro cuales son nuestros objetivos principales, pero le tocara al jugador ver si realiza todo el contenido extra que te ofrece el juego, el juego es extenso. Contaremos con juegos de casino, misiones secundarias, la historia paralela de los mundos retro, buscar las distintas skins para los personajes, batallas ocultas, desafíos de combate, superjefes, carreras a caballo y un sin más, de actividades.

De este modo, el juego puede tomar unas 80 horas en ser completado, pero intenta sacar todo o gran parte de ello, puedes darnos entre 100 a 120 horas de juego en total. Siendo uno de los juegos a los que más horas de juego, le he dedicado en mi vida, las cuales puedo decir que nunca se me hicieron pesadas, porque en general, el tiempo se te va volando con este juego.

Sin duda un título bastante recomendado, sobre todo para entrar a la saga y hacerte uno idea de lo que puede brindarte como jugador. Por otra parte, un enorme homenaje a la franquicia, que al parecer cierra un circulo importante desde su primera entrega.

Otras plataformas: PlayStation 4, PC, Nintendo Switch (versión sin algunos DLCs)


Este fue el pequeño repaso de algunos de los títulos que más disfrute durante el pasado año, como ven le saque harto provecho a la consola de Microsoft gracias al Game Pass, un servicio que sin duda me parece una genialidad. Espero hayan disfrutado de la entrada, y nos leemos pronto.

4 comentarios en “Títulos que marcaron mi 2020”

  1. Algunos juegos o no los conocía o no los habia jugado aún asi que, me los apunto.

    Veo que este año te ha cundido la subscripción al pass, Zhols y que por supuesto Dragon Quest no podía faltar en la lista.

    Un saludo ^^

    Responder
    • Sinceramente no los entiendo, para mi One + Game Pass ha sido la jugada ganadora, me pude poner bien al día con varias cosas pendientes de la generación, y además jugué mucho indie al que le tenía ganas, sumando a que ocupo el servicio también en PC.

      Gracias por pasarte Povicht!

      Responder

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