Me gustan las buenas historias. Las que te hacen ver más allá, soñar, reírte, pensar… y, cuando hallas alguna, hay que contarlo. Y lo contrario, hay que avisar cuando te venden la mediocridad como obra maestra. Sed bienvenidos, fremen
En estos días asistimos a un momento de historia de la televisión. Vale que será una nota al pie y que solo interesa a los aficionados a los super-héroes pero no se había dado nunca un crossover entre cuatro series de superhéroes.
Voy a dedicar cuatro entradas a estos cuatro capítulos. Empezamos por Supergirl que es la serie introductora al cruce.
No las tenía todas conmigo con esta serie. Los creadores, The Duffer Brothers, Ross y Matt, habían empezado a escribir y producir Wayward Pines justo cuando la serie empezaba su desplome con agujeros de guión y soluciones inverosímiles. A pesar de Winona Ryder, en una nueva oportunidad para recuperar parte de su prestigio como actriz de los 90 y que se dejen de lado las cosas más raras que le han rodeado, no tenía muchos argumentos para verla. EL tercero en discordia, Shawn Levy, que ha co-producido la serie y que ha dirigido los dos capítulos que no dirigieron los Duffer daba aún más miedo porque de lo destacable que ha hecho están las dos primeras películas de Noche en el Museo y la Pantera Rosa. Dejando aparte la calidad de las películas, y es mucho dejar aparte, parecía claramente especializado en comedias.
Bueno, pues a veces combinaciones improbables dan resultados extraordinarios. Normalmente sale algo intragable pero aquí no se ha dado el caso.