En estos últimos años está de moda ser friki, cosa que me sorprende muchísimo. No creo que la gran mayoría de los que me leen sean frikis por moda sino porque sus aficiones y gustos coinciden con lo que otros ha decidido llamar frikismo. Sin embargo, hay una corriente de postureo que se hacen pasar por frikis a los que yo le ponía la Amenaza Fantasma para que entienda lo que implica ser friki. Porque hay pocas películas más bobaliconas, mal contadas y con más entusiasmo por pegarse un tiro en el pie que esta. Mi buen amigo el Sr. Rubio hizo una crítica positiva y argumentada que podéis leer aquí, que, a pesar de mis terribles recuerdos, me hizo pensar que una revisión de la película, ahora que he empezado el maratón previo al estreno de El despertar de la fuerza, me haría mejorar mi opinión sobre ella.