Hoy se ha estrenado la serie de Netflix dedicada a Castlevania. Aunque se podría decir miniserie pues son cuatro capítulos.
Pero lo importante es si esos cuatro capítulos merecen la pena.
Hoy se ha estrenado la serie de Netflix dedicada a Castlevania. Aunque se podría decir miniserie pues son cuatro capítulos.
Pero lo importante es si esos cuatro capítulos merecen la pena.
Mi relación con Castlevania siempre ha sido de interés pero por avatares del destino también ha sido distante.
Corría 1986 y los ordenadores de 8 bits lo petaban. El rey era el Spectrum 48k y ahí estaban el Amstrad CPC con su monitor en fósforo verde o color, el Commodore 64 y el estándar japonés MSX en el que fabricantes como Philips, Goldstar, Sanyo y compañía producían sus propios ordenadores pero en el estándar MSX.
Entre ellos estaba Sony con su flamante Hit-Bit y en casa tuvimos la suerte de que en la empresa de mi padre era costumbre hacer regalos cada año y a él le dieron ese año un ordenador.
Ahí empezó mi pasión por los ordenadores. Compraba todas las revistas, programaba los juegos que aparecían en ellas y veía los anuncios. Lo que no he dicho es que mi Hit-Bit era de la primera generación y que pronto empezaron a salir anuncios de MSX-2 con juegos con gráficos increíbles pero el que me llamaba la atención era el de un tipo con un látigo mirando hacia un castillo ominoso y el nombre debajo, Vampire Killer. Por supuesto, teniendo el MSX no nos compraron el siguiente y de hecho ya la siguiente máquina de jugar sería el PC y la Megadrive.
La saga Castlevania siguió con su vida, pero ni Gameboy ni PSX ni demás consolas de Nintendo pasaron por la mía y , aunque probé alguno de PS2, no me llamaron mucho la atención,
Así pasaron los años y no dejaba de oír maravillas sobre Symphony of the Night. En 2007, diez años después de su lanzamiento, salió en Xbox Live y lo compré de inmediato pero jugué un poco y lo dejé, más enganchado a las joyas que fueron jalonando la vida de la 360 que a los juegos antiguos, aunque siempre teniendo en mente jugarlo en algún momento.
Han tenido que pasar prácticamente diez años para que me haya terminado Symphony of the Night y ha sido gracias a la iniciativa de El gamer invisible de Zona Delta en la que envié una lista de juegos y esta lista Neojin la reenvió a otro miembro de Zona Delta para que eligiese uno de ellos.