De todos los monstruos, creaciones sobrenaturales, asesinos en serie y demás seres de la literatura de terror u horror, son los vampiros mis favoritos. Desde el Drácula de Todd Browning, pasando por la Hammer, Noche de miedo, Dracula de Coppola, Blade o Entrevista con el vampiro, hasta la saga de Underworld, entre muchas otras, todas me han gustado en mayor o menor medida. Salvo esa repugnante y babosa saga que es Crepúsculo, en general soy bastante tolerante con los vampiros.
Con Drácula, concretamente, disfruté enormemente de la adaptación que hizo hace años Fernando Fernández o del Drácula de Marvel con esos magníficos guiones de Marv Wolfman y esos increíbles dibujos del gran Gene Colan.
Incluso en serie disfruté con el episodio de Buffy contra Drácula aunque no fuera muy en serio.
Pero, aunque la historia de Drácula la he visto de todas las formas y maneras posibles, la novela original no la había leído. La razón, me daba una cierta pereza pensar en leer una novela decimonónica de increíblemente largas descripciones de paisajes y personajes estiradísimos con diálogos aún más estirados.
El caso es que una estupenda bloguera, Gerald Dürden, me comentó que para nada era así y, como suele tener buen gusto, me arriesgué a leerla.
Y el riesgo compensó.
Drácula es un techno-thriller sobrenatural en la época victoriana.
Sé que suena extraño y un poco demencial pero tiene su razón de ser.
La novela se publica en 1897 en el final de la época victoriana, siendo coetáneos y amigos escritores como Le Fanu (Carmilla) u Oscar Wilde, de hecho, Stocker se casa con la novia de este último.
Primero me sorprendió la forma de contar la historia. No hay un narrador omnisciente en tercera persona, o un narrador en primera persona como tal, sino que la novela es en realidad una recopilación de cartas y diarios que narran toda la historia. Lo que un siglo después se ha hecho con películas como el Proyecto de la bruja de Blair o Cloverfield ya estaba en Drácula.
Si formalmente es muy avanzada, el planteamiento también es muy coetáneo y se podría aplicar a cualquier película de terror actual. Es la historia de la venta de una casa en Londres a la persona equivocada.
De hecho empieza así, con Jonathan Harker yendo a cerrar la venta de la mansión de Londres al castillo de Drácula.
De un planteamiento así de prosaico pasaremos progresivamente a adentrarnos paulatinamente en la parte sobrenatural yendo de sospechar cosas pero sin nada tangible a no poder negar la evidencia de que suceden cosas inexplicables y de allí sumergirse en el terror de los vampiros.
La novela avanza siempre aún siendo cartas de distintos personajes como la malograda Lucy, el doctor Seward, Collins, Jonathan Harker o Van Helsing.
Es muy interesante el papel de Mina Murray-Harker. Seguramente por influencia de la madre de Stocker, conocida sufragista en la época, el personaje de Murray tiene importancia, inteligencia, personalidad y arrojo, tanto o más que cualquiera de los personajes, sin dejar de ser femenina.
Un personaje que ha sido prácticamente caricaturizado y reducido al absurdo es R.M. Renfield. El personaje que abre el acceso a la casa de Seward siempre ha sido retratado como un pequeño demente patético mientras que en la novela es un personajes complejo, con locura, genialidad y lealtad.
Volviendo a la parte de Techno Thriller, esta novela gótica se nota que se escribe al final del siglo y con el siglo XX a la vista, en plena revolución industrial y con la maquinaria como gran vía al futuro.
Los protagonistas, en su lucha contra Drácula utilizan la última tecnología disponible: El doctor Seward utiliza el fonógrafo y graba sus propias conclusiones en un diario sonoro en cilindros de cera. El telegrama se utiliza de forma continua para coordinar la búsqueda de Drácula cuando huye de Londres. El tren, con puntualidad británica, y las lanchas motoras. El Winchester como arma de repetición para poder luchar contra los lobos, linternas eléctricas para entrar en la mansión de Drácula. Y el correo ordinario que funcionaba cien veces mejor que el actual pues las cartas llegan en algunos momentos en el reparto del día, de la mañana a la tarde.
Ese uso de la tecnología más avanzada de la época junto con las persecuciones y enfrentamientos en los que la parte mística como el ajo, la ostia consagrada o el crucifijo hacen una mezcla de lo más moderna que se ha perdido en la mayoría de las adaptaciones, pero hacen de Drácula una novela apasionante y fascinante.
Aprovecho para contar algunas variaciones respecto a la figura de Drácula que se han perdido por el transcurso de las adaptaciones.
Drácula puede salir de día, pero no puede cambiar de forma. No puede cruzar cursos de agua más que en la pleamar. Se puede convertir en murciélago o en niebla o en ratas o en perro o en lobo. Puede morir por un cuchillo en el corazón mientras con otro le corta la cabeza. Una rosa sobre su tumba le impediría salir.
En definitiva, Drácula es una grandísima novela que justifica el tremendo éxito que ha tenido desde hace más de un siglo y que es extraordinariamente moderna y de una enorme influencia en el género. Me ha sorprendido muchísimo y para bien.
Saludos fremen.
Siempre le he tenido mucha curiosidad, y entre la entrada y la aparición de Mina en La liga de los hombres extraordinarios de Moore creo que este mes daré finalmente el salto pillándomelo en la biblio.
Ya me dirás, a mí me ha sorprendido mucho.
Dracula, ¿Un techno.thriller sobrenatural?
Mira macho, no se si eso es demasiado demencial o demasiado genial. El caso es que has logrado captar toda mi atencion. A mi me pasa lo mísmo, me he visto tantas pelis de vampiros, que ahora leerme la novela me da una pereza enorme… Ahora si no va de cazavampiros badass con espíritu caspocos como Vampiros de John Carpenter, no me mola…xD
Pero por lo que Gerald y tu decís, creo que me habéis convencido. Quizá cuando termine todos los libros que tengo pendientes me anime a leerlo de una vez. Un Saludo.
Pues Carpenter se leyó Drácula, fijo. Con todos los cambios que hace, coge varias cosas de la novela. Aunque es un puntazo un grupo cazador de vampiros del Vaticano, la verdad.
Saludos fremen
Ya no me acuerdo si la he leído o no, con tantas y múltiples adaptaciones he perdido la pista si he de ser sincero. Podría ser un excelente material de lectura para el círculo comentar sobre un material tan abusado pero tan bueno. Gran reseña, saludos afectuosos.
Lo que me sorprende es que creía que era yo solo, pero por lo que veo a la mayoría le pasa lo mismo, hemos visto todo lo que hay de vampiros sea comic literatura cine o series y sin embargo, la novela original, no. Y ni sospechaba lo que me perdía, la verdad.
Saludos fremen
Yo la leí hace como dos años y me encantó, de hecho me gusta mucho como describen a Drácula, como explican su naturaleza, y me da pena que se humanicen tanto a los vampiros en otras obras cuando piensas en el tremendo potencial que tiene como especie basándose en el punto de vista de esta novela.
Poco puedo añadir a todo lo que has puesto en el artículo, salvo insistir a quien esté indeciso de que realmente vale mucho la pena, que es una historia cojonuda y, como bien comentas, explicada de una forma muy original que ha dado pie a otras obras de nuestra época (el ejemplo de la Bruja de Blair que comentas, sin ir más lejos).
Un saludo!
Hola José Javier
Sí, al convertirse Drácula en un icono universal creo que la novela quedó eclipsada y ha sido todo un descubrimiento, la verdad.
Muchas gracias por comentar y saludos fremen.