La primera impresión que tuve es que es más divertido de jugar que su predecesor, pero siendo sin ninguna duda, un NieR. De hecho, quien haya jugado el anterior disfrutará de los detalles que recuerdan a este como poder poner en la vaina como segundo ataque un martillo o lanzas que surgen del suelo, por ejemplo. También puedes darle al pod el aspecto de Grimoire Weiss aunque entonces te pasas todo el juego preguntándote qué le pasa que no habla.
De las primeras horas me ha gustado que la curva de aprendizaje esté bien medida y los enemigos sean desafiantes pero no seas aplastado automáticamente por falta de nivel al enfrentarte a ellos, es más incluso me cargué un robot enorme de nivel 25 cuando era nivel 5, aunque tardé un buen rato.