Terminó mi preparación para Streets of Rage 4 que llega mañana a todas las plataformas y que también está incluído en el Game Pass de Microsoft. En anteriores entradas hemos revisado Streets of Rage y Streets of Rage 2. Hoy vamos por el tercero, con mucha curiosidad para ver qué tiene tan malo para que hayan tenido que pasar 26 años, nada menos, para que salga la cuarta parte.
Esta tercera parte cuenta como el indestructible Mr. X, a pesar de haber sido derrotado en dos ocasiones, vuelve a amenazar la ciudad, esta vez sustituyendo a personas influyentes por dobles robot. El Dr. Zan, miembro arrepentido de The Syndicate, la organización de Mr. X, avisa a Blaze Fielding para que lo detenga. A ellos se unen Axel y Skate, el hermano de Adam.
El argumento claramente es mejorable, pero el juego es fantástico y vuelve a incluir una gran variedad de enemigos, aunque es verdad que varios son clásicos y, por ejemplo, las mujeres con látigo cambian a una versión mucho más recatada. Sin embargo se incluyen siete enemigos normales nuevos, aparte de los jefes finales.
En cuanto a los jefes finales, me resulta un poco decepcionante que hayan reutilizado dos personajes de Streets of Rage 2 para hacerlos, uno de ellos dos veces, y son casi la mitad de los siete que hay. Volvemos a tener como jefes finales a Shiva, dos veces, y a Jet.
Los jefes finales son lo que más flojillo me ha parecido de un juego por otro lado entretenidisimo, con un apartado técnico que incluye sprites muy grandes, bien realizados y con buenas animaciones: es una gozada ver moverse a Blaze, como da la patada voladora o hace su propio Hadouken, aquí llamado Kikou Shou. En cada juego he cambiado de personaje y en este ha sido Blaze la elegida.
Además, la música es nuevamente de Yuzo Koshiro que seguía la línea de los anteriores con mucha música tecno de un género que incorporó a la banda sonora llamado Gabber mucho más hardcore y experimental que incluso le preocupaba al autor que no se entendiera. A mi me ha sonado muy bien y no me rechinaba para nada, se adecúa muy bien a la acción.
Hay unas cuantas diferencias con el anterior juego y algunas de ellas creo que son para para bien, como niveles más largos, que la historia se cuente mediante diálogos al terminar cada una de las siete fases, e incluso un tímido intento de terminar con la linealidad de los juegos anteriores dando la posibilidad en una de las fases de detener el ascensor en una planta o en otra. Al final hay que pasar por ambas para seguir pero el tiempo que se pierda en esta fase marcará otra de las características principales del juego, cuatro finales distintos.
Yamato, uno de los nuevos jefes del juego, que se divide en tres
Así que, si el juego en sí está bastante bien, ¿Porqué tanta antipatía? Pues resulta que la historia original del Bare Knuckle 3 en Japón es bastante distinta a la occidental. Os he dejado un vídeo al comienzo de la entrada con la intro y el primer nivel del juego de la versión nipona: Un arma experimental llamada «Rakushin» detonó en los suburbios de la ciudad, causando la muerte de 30000 personas e hiriendo a 80000 más. Alarmado con este evento aterrador, el Departamento de Policía asigna a dos de sus principales detectives, Axel Stone y Blaze Fielding, dos de los héroes que salvaron la ciudad en el pasado, para investigar el incidente y llevar a los responsables ante la justicia.
Mientras tanto, aumenta la tensión en la región de Lima, habitada por varias naciones que buscan una excusa para comenzar una guerra. Uno de los representantes de los países de Lima, el general Ivan Petrov, ha sido invitado a la Casa Blanca para mantener conversaciones de paz, pero ahora se informa que está desaparecido.
Como se puede ver, ni se parece pero, además, aumentaron la dificultad, quitaron a un villano gay, Ash, y a cambio pusieron a Shiva de Street of Rage 2 o que el vestuario de las mujeres enemigas fue retocado para que fuera más recatado o que los protagonistas mantuvieran los trajes del anterior juego. Así, en la versión occidental Blaze como podéis ver viste de blanco mientras en la versión japonesa vuelve a su traje rojo. Por otro lado, en la versión occidental tiene un nivel fácil que, sin embargo, no te deja terminar el juego y llega hasta el nivel 5 con un falso final.
Son unas pérdidas que por otro lado a día de hoy se pueden disfrutar en versiones como la que trae Sega Mega Drive Classic Collection que incluye ambas versiones aparte de filtros, desafíos e incluso juego cooperativo a dos jugadores, al menos en Steam, que permite el control remoto.
El resultado es un juegazo de lo más divertido y solo ligeramente por debajo del segundo. Decididamente, la saga no se merecía que pasara tanto tiempo sin ninguna noticia sobre nuevos juegos.
Ha sido una gran experiencia revisar esta saga clásica. Ahora solo queda que el cuarto esté a la altura de los anteriores. Mañana lo sabremos ¡Qué ganas!
Saludos fremen
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