La nueva serie de Marvel adaptada por Netflix está dedicada a uno de los personajes icónicos de la Marvel de los 70, cuando las artes marciales arrasaban, Bruce Lee estaba en su máximo apogeo, series como Kung Fu con David Carradine arrasaban y Marvel no quería quedarse atrás. Shang Chi era el personaje que tenía más parecido con Bruce Lee aunque sus historias tenían una enorme influencia de las películas de espionaje de 007, pero otros personajes de ese estilo como el Tigre Blanco y, sobre todo, Puño de Hierro, también salieron en esa época buscando cubrir la demanda de artistas marciales de la época.
Puño de Hierro fue creado por dos leyendas del cómic, Roy Thomas y Gil Kane en 1974 y desde entonces ha tenido distintas colecciones, compartiendo varas de ellas con Luke Cage, «Power Man» y formando Héroes de alquiler.
Su última encarnación en los cómics ha sido la colección «EL inmortal puño de hierro», obra de Matt Fraction y el español David Aja que en mi opinión es la mejor de todas y eso que ha tenido etapas tan interesantes como la de Chros Claremont y John Byrne.
Hecha esta introducción, hablemos de la serie.