Desde luego no en todos ni tampoco en la mayoría, pero sí hay una cantidad muy importante y lo he podido ver de cerca estos días.
Mirad, llevo cuatro décadas jugando a videojuegos. En los primeros años, los que teníamos microordenadores, las game and watch, leíamos cómics de superhéroes y similares. Éramos unos frikis y eso era sinónimo de ser unos apestados. No me puedo quejar, lo llevé bastante bien pero a otros compañeros con menos fuerza o mala leche los trataron peor.