La obra El Eternauta poseyó una versión en 1969, donde Germán Oesterheld se mantuvo como guionista, pero el arte fue trabajado por Alberto Breccia. Esta obra fue publicada por la revista Gente, aunque sufrió varias presiones para ser concluida rápidamente, debido a que el autor realizaba una crítica efectiva contra las superpotencias de aquella época, lo que incomodo bastante a la dirección de la revista, ni por el dictador (o ‘‘presidente de facto’’) Juan Carlos Onganía, quienes provocaron que la obra sea terminada antes de tiempo.
El argumento de la obra comienza de noche donde vemos a uno de los autores (Germán Oesterheld) trabajando en un guion para una historieta, aunque termina por ser sorprendido abruptamente por la materialización de un presunto hombre en el sillón al frente suyo. El enigmático hombre reconoce al lugar como el planeta tierra y menciona que el nombre más sencillo que posee es el ‘‘El Eternauta’’ un viajero de la eternidad. El mismo menciona que busca un pequeño descanso para continuar buscando en la Eternidad, por lo que desea quedarse por un tiempo como invitado de Germán, quien se muestra algo escéptico al respecto. A pesar de ello el Eternauta decide contarle su historia, para que pueda comprender de mejor manera todo.
Su relato se enmarca en 1959 en Buenos Aires, donde cuatro amigos se encontraban jugando al ‘‘Truco’’ en su chalet: Favalli el profesor de física atómica, Lucas un empleado de banco, Polski jubilado aficionado a la construcción de violines, y Juan Salvo (posteriormente conocido como El Eternauta), quien era dueño de una pequeña fábrica de modelos de televisores. Junto a ellos se encontraba su mujer Elena y su pequeña hija Martita. Mientras jugaba la radio hacia alusión a platillos voladores, lo que se toma como una broma por parte de todos los jugadores. A pesar de ello son sorprendidos por un súbito apagón, acompañado por una extraña nevada. Al ver por la ventana el paisaje es desolador, no se mueve ningún solo ser vivo en el exterior. Favalli plantea que la nevada está matando a la gente, lo que altera a todos dentro de la casa. Haciendo que instintivamente Polski corriera a su hogar, muriendo al primer contacto con el exterior.
Producto de esto buscan bloquear y protegerse todos los conductos y orificios que podrían dar paso al exterior. La radio vuelve a funcionar súbitamente y logra escuchar algunos mensajes crípticos que mencionan a una invasión extraterrestre. Donde las grandes superpotencias han decidido vender a Sudamérica para llevar la guerra a una escala planetaria. Sabiendo que no recibirían ninguna ayuda a la brevedad, el equipo dice prepararse para desarrollar un traje protector contra la misteriosa nieve, con el fin de buscar provisiones para la casa. Frente solo queda la disyuntiva de quien será el primero en probar la real utilidad del traje aislante, luego de una discusión deciden echarlo al sorteo, siendo elegido Juan Salvo. Así Juan Salvo se adentra en las desoladas calles de Buenos Aires, en busca de suministros, aunque la sensación de que alguien más se encuentra en el lugar no deja de asolarlo. ¿A qué peligros se enfrentará Juan Salvo? ¿Cuáles serán los planes de los extraterrestres? ¿Cómo llego Juan Salvo a ser el Eternauta? Todas estas preguntas serán respondidas en las siguientes páginas de esta obra.
La obra utiliza muy el universo de ciencia ficción en el que se enmarca para plantear diversos problemas y disyuntivas, como el desarrollo desigual del planeta, generando el contraste entre países del ‘‘primer mundo y los tercer mundistas’’, esto especialmente por las teorías desarrollistas que imperaban en aquella época. También remarca, aunque de manera un tanto breve la naturaleza egoísta del ser humano.
Por otra parte, hace alusión a la crudeza de la guerra, la desesperanza que trae esta, pero también al hecho de que la fraternidad cimienta ciertos sentimientos nacionales. La idiosincrasia y el sentimiento latinoamericano se hacen patentes en la obra, a través de un lenguaje muy argentino, y la idea de que la unión los llevara a la liberación. Así vemos una crítica más abierta y politizada muy en la línea del contexto que se vivía en Argentina, con los golpes militares y al Guerra Fría muy presentes para aquel pueblo.
El guion de la obra es bastante similar al de la primera versión, aunque en este caso algunos temas son expuestos de manera mucho más directa, perdiendo cierto toque de misterio e intriga que rodeaba a la obra principal. Por otra parte, se aprecia bastante que es un trabajo que se realizó de manera rápida y con bastante presión por detrás, debido a que no se explica de otra forma el hecho de que la sucesión de hechos avance con un ritmo tan acelerado, notando que faltan bastantes explicaciones en varios momentos de la aventura.
Hecho que se acentúa si leíste la obra original. A pesar de ello el autor logra construir un universo bastante interesante, con muchos diálogos rediseñados para ser más claros y más fáciles de comprender por parte del lector. Incluso la densidad de los bocadillos ha disminuido considerablemente con respecto al material original, dándole una mayor relevancia al aspecto visual de la obra.
Una de los aspectos más interesantes de esta versión es el trabajo artístico realizado por Breccia, quien mezcla muchas técnicas vanguardistas y experimentales a lo largo de su obra, otorgándole un tono fresco e impactante a la composición que tienen las viñetas en cada página, así como en los bocadillos y las onomatopeyas utilizadas. Todo esto se ve expresado en aspecto gráfico en blanco y negro con importantes contrastes, donde se mezclan trazos finos con gruesas capas de sombreado sólido. Además de incluir efectos como difuminados, siluetas de objetos sin contorno, jugando constantemente con la iluminación en las viñetas.
Los personajes de Breccia poseen un gran nivel de expresividad con ser muy detallados, aunque con un estilo bastante oscuro y lúgubre. Lo mismo sucede con los fondos y escenarios que vemos a lo largo de la aventura, que realizan constantes referencias a Buenos Aires, aunque con un tono muy oscuro y con variados efectos como la nieve que mencione anteriormente. A pesar de lo mencionado anteriormente, podemos ver como el estilo se transforma bastante de página en página, con difuminados, efectos de dispersión, uso de figuras abstractas o geométricas en entornos más realistas o la presencia de iluminación basada en tonos grises.
A pesar de que esta obra posee un poderoso apartado artístico, donde el aspecto visual del comic se conjuga de mejor manera con los diálogos utilizados para contar la historia. Debo decir que la obra pierde muchos enteros (presumiblemente por las presiones) debido a que la parte inicial del original ocupa la mitad de esta obra, mientras que todo lo demás sucede de manera muy rápida, por lo que muchos momentos son algo incongruentes y se encuentran muy poco desarrollados. La comparación resulta importante, si damos cuenta de que esta obra posee 48 páginas con respecto a las 350 que tiene la obra original.
A pesar de ello se siente que en unas 100 páginas se podría haber logrado un trabajo bastante sólido, y probablemente muy cercano al nivel de su predecesor. Especialmente por el buen nivel de Breccia para comunicar de manera mucho más visual la historia, y porque la trama adquiere un tono mucho más interesante (y critico) con el ligero cambio en la premisa inicial (aunque también pierde misterio). Lo recomiendo para quienes tengan problemas con la extensa lectura de la versión original, aunque también para quienes ya la hayan leído, de modo, que puedan hacer un contraste entre ambas obras.
Aquí llega la entrada del día de hoy, sólo cabe mencionar que la próxima semana se comienzan a publicar las entradas de la iniciativa ‘‘Colaboraciones Invisibles’’, por lo que habrá una entrada recopilatoria en el blog con motivo de la misma. Esperemos vernos en otras entradas. Saludos!.
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