Dick Grayson siempre ha sido mi Robin favorito.
Él era Robin.
Siempre me gustó esa parte influida por Batman que tenía de detective y esa parte propia que intentaba escapar de la sombra del murciélago.
Sin embargo, aunque lo vi en cómics de Batman y muchos estaban muy bien, fue en los legendarios Nuevos Titanes dónde brilló con luz propia. Ahí, bajo la tutela de Marv Wolfman y George Pérez, lo vi liderar el equipo, enfrentase a amenazas de poder inmenso como Trigon (no el mafioso irlandés de la serie de televisión, sino un demonio interdimensional de poder casi infinito, esclavizador de mundos y padre de Raven), crecer, enamorarse de Starfire, enfrentarse a la Liga de la Justicia y a los X-Men, pasar de Robin a Nightwing y después convertirse en el guardián de Blüdhaven.
Sin embargo, su historia la seguí más de refilón con las sagas y crossovers en los que participaba con Batman.
Hasta ahora.
Llevo dos años esperando a que se publique la colección de Tom Taylor y Bruno Redondo en tomo para leerla.
Tengo que decir que los seis números que incluye el tomo, desde el 78 al 83 de la serie USA, me los he leído de una sentada.
Tom Taylor (Injustice, Los caballeros oscuros de Acero) es un guionista que me entusiasma. Siempre es entretenido, crea tramas interesantes con buenos giros y es un gran dialoguista. Nunca me he aburrido con él y aquí está a un nivel estratosférico.
Siempre me había quedado una pequeña duda de que me gustara porque aprovechaba que tomaba personajes conocidos, los llevaba a realidades alternativas y les sacaba un gran partido como en DCsos y en los dos citados, pero no tenía claro si el impacto era por esa sorpresa de ver a personajes de toda la vida en situaciones distintas e impactantes, sin las limitaciones que tiene la continuidad y el canon, una losa en muchos casos que solo los guionistas más hábiles saben utilizar para su provecho.
En Nightwing me ha esfumado cualquier mínima duda. Dick Grayson regresa a Blüdhaven después de haber vuelto de la amnesia y casi de la muerte. Allí se encontrará con Barbara Gordon (Oráculo), una perrita, una herencia y la ciudad más corrompida de USA, como la Gotham de Batman Año Uno.
Como Bruce Wayne querrá acabar con la corrupción de Blockbuster y la familia Maroni pero los métodos y la forma de hacerlo van a ser completamente distintas.
El dibujo de Bruno Redondo es absolutamente soberbio. No es solo que sea un narrador sensacional y que sus secuencias de acción estén dotadas de una fluidez extraordinaria, es que parece Kevin McGuire (JLA, Capitán América) dando expresividad a los rostros de los personajes. De hecho su dibujo me recuerda al estupendo autor. Sin embargo es mucho más fluido, tiene mucho más movimiento.
Muchas veces se olvida pero el color de Adriano Lucas creo que es una parte imprescindible para convertir este cómic en una maravilla. Ilumina, matiza y da volumen a los dibujos de Bruno Redondo.
El cómic cuenta con un flashback dibujado por el gran Rick Leonardi (Spiderman 2099, Capa y Puñal).
Hay algún huevo de pascua que me ha hecho soltar una carcajada, incluyendo un meme muy famoso sobre Batman y Robin.
La edición incluye las portadas de cada cómic y también portadas alternativas. Son increíbles. De hecho Bruno Redondo ganó el Eisner al mejor portadista.
Hablando de premios habrá que mencionar que este mismo año ha ganado el Eisner a la mejor serie continuada.
El resultado es fantástico, merece muchísimo la pena.
Ahora las pegas. Es muy caro. Seis números que cuestan en grapa 2,25 € cuestan en tomo 23 €, es decir, cada número 3,83 €.
ECC se ha desmadrado y está haciendo unas subidas de precio salvajes e inexplicables. En 2022 publicaron La Cosa del Pantano la Saga Completa (segunda edición) en un solo tomo jibarizado por 75 €. Un año después publican la tercera edición pero ahora cuesta 88 €. Una subida de 13 € en un solo año y eso que no tienen que traducir, buscar o retocar nada. Solo volver a imprimir.
Tampoco me gusta que no ponga periodicidad. No sé si será mensual, bimestral, semestral o cada cuanto tiempo.
Por último, se agradece el artículo inicial de Fran Sanrafael y espero que haya más artículos en los siguientes tomos, por el precio que tiene es lo mínimo que se puede exigir.
Por lo demás, la edición está muy bien, con buen papel y en formato cómic americano, además de unas sólidas tapas de cartoné.
Un gran cómic a pesar del precio que recomiendo sin dudarlo.
Si lo habéis leído, no dudéis en contarme vuestras impresiones.
Saludos fremen.