Me gustaría dedicarle unas palabras a esta entrega, más por su parte jugable y a sus sensaciones, ya que entiendo que representa un sendero dorado que hemos sido invitados a recorrer en los videojuegos de acción. Una manera de entender la jugabilidad s…
Mis Shmups de 2020 y 2021 | Shmupawards ’20&’21
Vuelve al blog tras dos largos años de ausencia vuestro gran favorito: el Shmupawards. Para esta gala concentro dos años, 2020 y 2021, sin un orden concreto, sin un formato ranking. La novedad es que simplemente quiero hablar de lo mejor -para mi- de e…
Iro Hero (Switch/Steam) – Análisis
Iro Hero es un videojuego digital desarrollado por Artax Games, un modesto estudio madrileño que ha sabido llevar a cabo unas ideas bastante potentes, tomando decisiones que no han sido totalmente bien ejecutadas por el camino, pero que han dejado un p…
Odyssey: Transitando lo intransitable
En estos momentos me encuentro realizando el 100% del videojuego tras habérmelo pasado (Super Mario Odyssey de Switch), buscando todos los secretos y dando segundos y terceros paseos por los distintos mundos. Lejos aún de querer analizarlo ─hay que dejarlo reposar, no puedo servirlo todavía tan caliente─, ya hay algo que me ha llamado poderosísimamente la atención. Son un conjunto de aspectos que hacen de este videojuego algo digno de matrícula en el aspecto plataformero. Lo voy a matizar con tres ideas:
Bestiario de FFXV completo
La actualización 1.15 ha traído una jugosa y necesaria novedad para Final Fantasy XV: Un bestiario a todo color y con todos los datos de los monstruos a los que nos enfrentaremos en el videojuego. ¡Está bastante más completo de lo que creía!
Ixemis – Mi proyecto de RPG Maker MV
El primer día que conocí RPG Maker fue en su versión 2000, allá por el año 2001-2002, de mano de un buen amigo que en el instituto tenía fama de ser un apasionado y recién iniciado informático. Lo llevaba en las venas; un tío que amaba y ama trastear con los ordenadores y que encima tenía una vena creativa increíble. Me pasó por correo una primitiva versión de su primer videojuego (el cual tardé en bajar como una hora gracias a mis flamantes 56kbps), y me encantó lo que vi; una especie de Dragon Quest casero con una pinta maja. Quise aprender, quise saber qué maravillas podían fabricarse con ese misterioso programa. Así que me enseñó y pasé toda mi adolescencia trasteando, con mil y una ideas a cada cual más ambiciosa, incluso saltamos a la siguiente versión, RPG Maker 2003. Ese fue mi final: mi propia ambición acabó por agobiarme, y dejé el programa muchos años, conservando todavía por suerte algunos de mis primeros proyectos.