Se trata de un videojuego lanzado para el X Box One y PC en el mes de abril de 2016, creado por la empresa Remedy Entertainment y publicado por Microsoft. Después de su lanzamiento, se dijo que era la propiedad intelectual más exitosa de la empresa fundada por Bill Gates, superando en popularidad a Halo 5; sin embargo la opacidad en las ventas del X Box One es difícil saber con exactitud cuántos millones de copias ha vendido este juego hasta el momento –o si en realidad podemos hablar de millones–, y si estas ventas fueron suficientes para compensar los más de tres años de desarrollo y el costo de los altos valores de producción. Lo cierto es que los rumores de la inexistencia de una secuela, claramente indican que el éxito del juego fue relativo, encadenado principalmente a una consola que tampoco ha tenido la suerte de su lado.
Remedy es autor de las franquicias de Max Payne (1 y 2), y Alan Wake (Alan Wake y sus DLC’s, y Alan Wake American Nightmare), las cuales además de caracterizarse por tener largos períodos de desarrollo, tienen un contenido y sabor que claramente se diferencia del resto de los videojuegos: cuentan con protagonistas arrastrados por fuerzas más allá de su control, un entorno lleno de contenido argumental secundario que otorga a la historia un desarrollo con varias capas de información –las programas de Max Payne, la serie de terror de Wake, los correos de Quantum Break–, y desde luego mecánicas jugables distinguibles del resto: El bullet time de Payne, los ataques con fuentes de luz de Wake y los poderes temporales de Quantum Break–; y desde luego para bien o mal los finales anticlimáticos o interrumpidos de sus licencias, que dejan al gamer con más dudas que respuestas: ¿Qué pasó con Payne, Wake o Joyce al final de cada uno de sus juegos? Esencialmente lo sabemos al jugar la entrega siguiente; y en algunos casos el misterio jamás se disipa por la cancelación de las secuelas como es el caso de Alan Wake y se ve venir con QB (Quantum Break).
Pero basta de divagaciones: ¿QUÉ ES QUANTUM BREAK? Es un shooter o juego de disparos en tercera persona con ligeros toques de plataforma y uso de habilidades especiales: Si el viejo Max era capaz de hacer lento el tiempo mientras se aventaba con la panza al piso y rociaba con plomo a sus enemigos, nuestro personaje podrá hacer uso del tiempo bala, desplazarse a toda velocidad, hacer un escudo temporal, retroceder el tiempo, o congelar objetos.
HISTORIA.- Gran parte del valor del juego descansa en este segmento, aunque en honor de la verdad no destaca por su originalidad como por lo bien implementado en materia de teorías de viaje en el tiempo. A efectos de no incurrir en el spoiler descarado, sólo diremos que en QB, el protagonista Jack Joyce, llega a un laboratorio a las 4:00 am., en medio de los restos de una manifestación estudiantil; un amigo le ha pedido que viaje desde el otro lado del mundo para ayudarle en un experimento científico. Lo que pase a partir de este momento terminará en un Joyce con habilidades temporales con el deseo de cambiar su pasado y en consecuencia modificar su presente, sin advertir que incluso su futuro, ya forma parte de un pasado que aún no conoce.
JUGABILIDAD.- Como shooter puro, QF nos queda a deber con esencialmente cuatro tipos de enemigos: infantería ligera, infantería pesada, infantería con desplazamiento temporal, infantería pesada temporal; pocos tipos de armas: pistolas, subfusiles, escopeta, ametralladora pesada, carabina, algunas con distintas versiones que esencialmente se limitan a 4 tipos, pero no hay granadas, uso de explosivos, cuchillo, ni armas con mira. Tampoco hay fases de vehículos, torretas ni de infiltración y todo eso a que los shooters de guerra nos han acostumbrado. Aunque gozas de cobertura, los objetos destruibles y los ataques enemigos te impedirán jugar guerra de trincheras. Sin miras de largo alcance ni mayores instrumentos de apuntado que una tímida cruceta, es difícil apuntar con precisión, y la mayoría de los enemigos requerirán todo un cargador para ser derribados a dificultad normal. Esto se compensa con el uso de los poderes del protagonista que en la práctica se reducen al escudo para resistir y el desplazamiento para huir; los demás poderes se emplearán en las fases de plataformas. Por otra parte es entendible está jugabilidad porque si QB permitiera otra forma, perdería su seña de identidad y no se tendría que emplear los poderes para nada.
Por otra parte como juego de plataformas y puzles, QB es bastante superficial, ningún desafío requiere de un pensamiento profundo.
Aunque el protagonista goza de todos los poderes, el titulo tiene tintes de rol al poder mejorar las habilidades gracias a los coleccionales.
Las mecánicas de QB son sólidas, aunque en particular he batallado con el uso de los bumpers del control del X-BOX ONE, en los que pareciera que el juego no responde como es debido, pero esto podría ser un problema de hardware o humano –que por la urgencia del movimiento no sea capaz de accionar con precisión–. Fuera de este detalle, el juego corre en forma fluida sin bugs ni tropiezos a pesar de los distintos géneros que combina.
DURACIÓN.- El juego tiene tres modos de dificultad y una vez concluidos, puedes retomar cada capítulo y apartado y jugarlo en forma individual, lo cual es útil en materia de búsqueda de coleccionables que aportan elementos a la historia. Formado por cinco capítulos divididos en partes, probablemente el juego estrictamente hablando no pase de seis horas, complementados con varios vídeos con cinemáticas y actores reales de 20 min, que alargan el titulo a unas diez horas.
Lo cierto es que el juego dura lo suficiente para no cansarte y se termina una vez que ha mostrado todos sus encantos.
GRÁFICOS.- El juego reproduce con fidelidad los entornos urbanos modernos: escuelas, puentes, calles, oficinas, muelles, etc., incluso los modelos de los personajes son realistas con pecas, orejas grandes y manchas en la cara. Si bien es cierto no existe fotorrealismo aún, creo que este segmento brilla en forma especial sobre todo cuando tienen lugar los efectos temporales.
VALORES ADICIONALES.- El juego cuenta con la participación vocal y de imagen de actores famosos como Sean Moore –Iceman de X-Men–, Dominic Monaghan –Merry del Señor de los Anillos o Charlie Peace de Lost– y —Aidan Guillen –Petyr Baelish de Juego de Tronos– aunque el juego viene doblado al castellano como todos los productos de Microsoft. Su intervención no se limita el juego y sus cinemáticas, sino a episodios de acción real.
No se puede dejar de percibir en el juego la intervención de Sam Lake, escritor y Director de Remedy Entertainment, el juego tiene su firma particular, y en este sentido QB es más Max Payne aun llamándose QB, que Max Payne 3, que podrá ser todo lo bueno que quieran como juego, pero que es inadecuado para la Saga propiamente dicha.
CONCLUSIONES.- QB más que un videojuego es una experiencia multimedia: además de juego, está la cuestión de tomar algunas elecciones, ver películas con actores reales y tener acceso a los coleccionables para entender el trasfondo de la historia, despojado de estos elementos y ciñéndonos estrictamente al apartado videojuegil, tenemos un producto de corta duración y plano en mecánicas. Si opinas que un videojuego trata sólo de la habilidad con tus manos, te encontrarás decepcionado por esta propuesta; y si consideras que un videojuego es más que pulgares y te encuentras cómodo con las aventuras graficas, entonces disfrutarás de este juego. Aunque parezca que el juego no me ha gustado, es todo lo contrario, he quedado muy satisfecho con la compra –claro que lo adquirí con un 40 % de descuento de su precio de lanzamiento—y lo recomendaría porque es divertido de ver y de jugar, su construcción en forma de serie es moderna y sale del género que ha saturado el mercado en los últimos años. Una renta te hará sentir como rey, pero definitivamente debes de probar este producto. Saludos afectuosos.