Estamos ante la quinta entrega de la saga de estos “engranes de la guerra”, aparecida en el mes octubre del año 2016 para las plataformas X-Box One y Windows 10. De las manos del novel estudio interno “THE COALITION” y publicado por MICROSOFT; llega la hora de volver a retomar ese viejo Lancer y partir a los enemigos por la mitad. Todo mundo sabe que Gears of War fue la franquicia que constituyó la punta de lanza para la venta del X-Box 360 y para su servicio de juego en línea. ¿Pero está a la altura de sus predecesores?

HISTORIA.- Por principio de cuentas, GoW4 no debería de tener una competencia difícil para poder contarnos una historia competente: La trama de Gears of War nunca ha sido lo mejor de la saga, basta decir que en el primer juego nos topamos ante una historia muy “avanzada” –en realidad mal contada–: no se sabe por qué Marcus Fénix estaba en la cárcel, mucho menos cómo inició la guerra con los Locust, y los detalles de las Guerras intestinas –o del Péndulo–, sólo son ligeras referencias. Más aún, no se sabe que quieren los Locust, o por qué esperaron tanto tiempo para atacar a los “pateasuelos”; tampoco no se explica porque su líder tiene forma humana o de dónde salió, o por qué, o de dónde conoce a Marcus Fénix. Si quieres saber esto en forma cabal y completa, en el mejor de los casos, tienes que recurrir a fuentes ajenas a los videojuegos.

Conceptualmente el universo de Gears of War no soporta un análisis riguroso; no tiene lógica como es que una sociedad con supuestos  problemas energéticos tenga forma de crear tantos pertrechos de guerra: vehículos aéreos, vehículos terrestres, armas y más armas. El combustible o los recursos nunca fueron un problema para ninguna misión. En contraste, en ningún juego ha aparecido una fábrica funcional donde se creen los vehículos y armas que la COG parece tener a su disposición sin límite alguno; ya no digamos algo tan sencillo como la comida, pues después de combatir por todo el planeta, no hemos encontrado un simple campo de cultivo. De igual forma para ser un planeta arrasado por la guerra nunca encontramos civiles con vida, niños, mujeres o campos de refugiados. Es inexplicable que las armas Locust sean tan iguales a la de los humanos –con la misma munición— sin ninguna fábrica que las cree. Resulta absurdo el tema de los Lambent: una vida de forma de vida parasitaria desconocida (?) en un planeta de significativos avances tecnológicos –con satélites de uso militar–, sin que nadie antes se hubiera sabido de ella.

Metafóricamente podemos decir que los juegos de Gears of War son simples escenarios para combatir, como recintos desiertos de gotcha: si “miras” detrás de la pared solo verás las tablas sosteniendo las paredes y nada más; o en este caso, la falta de lógica en un universo creado con el sólo propósito de servir como galería de tiro.

Ni que decir de los personajes bastante planos de la saga, una que otra muerte relevante o pincelazo de la historia de los personajes, sirven para crear empatía en el jugador o desvirtuar que lo que único que importa es disparar al enemigo.

No obstante lo anterior, no podemos decir que la historia de GOW4 innove o mejore lo visto anteriormente, no tenemos una trama que estruje al jugador, sino más exactamente lo mismo.  En forma breve –para evitar spoilers- diré que el juego tiene lugar varios años en el futuro –25–, teniendo como protagonista al hijo de Marcos Fénix: James Fénix quien con un reducido grupo –cuatro contra el mundo— deberá hacer frente a nuevos y viejos retos, destruyendo todo a su paso, y matando todo lo que se mueva. Existen ciertos intentos de establecer unas bases más lógicas en este nueva era, y de introducir los cimientos de lo que a futuro pueden ser más personajes más complejos; pero pueden quedarse como hasta ahora en los tres segundos de historia como preludio para continuar con los disparos, o bien profundizarse en los personajes, haciendo que de verdad nos importen. Sólo el tiempo lo dirá.

JUGABILIDAD.- Los signos de identidad de la saga permanecen en GOW4, sin apenas algunos cambios reseñables: los mismos bodoques musculosos que se mueven con bastante torpeza de cobertura en cobertura, disparando a enemigos que aparecen en cada zona, con el ritmo semilento típico de la saga que disimula el estilo pastillero: pequeños escenarios que dan lugar a batallas campales unidos por puertas, que tenemos que patear, romper y que tras cruzar, se cierran sin posibilidad de regresar. Grupos de enemigos en número limitado que aparecen cíclicamente, cuya derrota definitiva se nos anuncia con la clásica tonada. Uno que otro monstruo que aparece de vez en cuando, con los puntos débiles indicados con puntos brillantes, complicados porque sólo porque hacen uso del escenario donde te han dejado encerrado y la debilidad de tus armas. Los abundantes paquetes de munición que parece dejar por doquier el “hada de las balas”, aún dentro de lugares abandonados por décadas. Armas apropiadas que casualmente te encuentras útiles para los próximos enfrentamientos. Objetivos que consisten en ir del punto A al B solo para presionar un simple interruptor, donde aparecerá la próxima oleada de enemigos, etc.

Como he dicho, el juego tiene contadas novedades, como poder jalar a los enemigos desde una cobertura; o que el medio ambiente y el tiempo se convierte en un enemigo más durante ciertas batallas. También aparecen enemigos robóticos por primera vez en la saga con algunas armas que son más de los mismo; y algunas fases de tower defense con la construcción de modestas defensas.

Si bien es cierto existe el dicho aquel que aconseja: “si no está roto, no lo cambies”, lo cierto es que el sistema de juego novedoso y apreciado hace DIEZ AÑOS, no ha tenido ninguna evolución significativa. Por ejemplo Halo Reach –aún después de cuatro juegos—ofrecía fases de conducción, de francotirador e incluso combate con naves espaciales; en GOW4 estamos ante las mismas estructuras imponentes vacías y semidestruidas de siempre, y seas parte de un ejército o no, siempre cuentas con los mismos cuatro gatos a tu lado, que se limitan a disparar dentro de las mismas batallas, que claramente ya me cansaron.

Como se advierte el juego se me hizo algo pesado de terminar por su falta de innovación, siendo memorables solo el prólogo, que se refiere a un especie de resumen de las batallas combatidas por los Gears; y la parte final dónde empleas un par de armas novedosas sobre las que no abundaré para no destruir las pocas sorpresas del juego.

Por contradictorio que suene, los nuevos enemigos no me satisficieron, prefiriendo la lucha de siempre con enemigos estándar, donde realmente te sentías a gusto.

GRÁFICOS.- El juego corre sin ningún tipo de problema, reproduciendo escenarios de gran detalle, destruibles en partes puntuales. No obstante las limitaciones de enemigos ya referidos, los combates se llevan a cabo con solvencia, incluyendo efectos climatológicos que afectan la jugabilidad.

DURACIÓN.- La campaña se divide en cinco actos con cuatro a seis capítulos, que concluirás en unas 8 o diez horas de acuerdo al nivel de dificultad.

OTROS.- La campaña puede jugarse en modo cooperativo con otro jugador más. Desde luego incluye el celebrado modo horda –3.0— también jugable en forma cooperativa; que tiene como sus novedades el incorporar clases y un artefacto que sirve para comprar defensas e incluso revivir compañeros. También se tiene el multijugador de toda la vida que no he probado, por mi aversión a este modo de juego.

Existen dos versiones del juego: la barata -sic– o estándar que cuenta con el juego y el multijugador; y la ultimate que incluye el season pass; estilo que Microsoft ha implementado en sus juegos como Halo 5 y Halo Wars.

¿LO JUEGO, LO COMPRO O LO RENTO? El juego no vale la pena si sólo piensas jugar la campaña, porque la olvidarás al día siguiente de terminarla; ahorra tu dinero y pruébala tal vez dentro de cinco años cuando te regalen el juego o lo encuentres al precio de unas palomitas, y solamente si eres muy completista. Si lo tuyo es el multijugador y cuentas con una camarilla que también lo tenga, podrás obtener más beneficios del GOW4 y tal vez te animes. Si eres profano a la saga, prueba los juegos anteriores, además de salirte más económicos, te darán exactamente lo mismo que esta cuarta entrega.