EL FAMOSO COMIC SILENTE # 21 DE G.I. JOE

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Corría el año de 1982, Hasbro planeaba relanzar su línea de juguetes llamada G.I.JOE –acrónimo formado de las palabras Govermment Issue y Joe, apodo de los soldados de infantería de los Estados Unidos de América durante la Segunda Guerra Mundial— en un nuevo tamaño de 9.52 centímetros –a diferencia de las figuras originales de 30.48 centímetros– parecido a las figuras de Star Wars –pura coincidencia–; a las que se les agregaría la coletilla A REAL AMERICAN HEROE. Para impulsar las ventas se tuvo la idea de crear una línea de comics cuya ejecución recayó en MARVEL, otrora encargada de los comics de Star Wars, tenía las credenciales para encargarse de lo que se esperaba fuera un panfleto publicitario glorificado que simple y sencillamente se encargase de vender más juguetes. La tarea recayó en manos de Larry Hama, quien escribió la mayor parte de los 155 comics publicados de 1982 a 1994. Fue este autor quien también cocinó las fichas de archivo que acompañaban a cada figura de acción.

Las historias de los comics de G.I. JOE pudieron haberse limitado a guiones auto conclusivos, en los que los malos perdieran ante los héroes al estilo de los clásicos ochenteros, y simplemente pasar a cobrar el cheque de cada mes; pero el buen Hama comenzó a tejer una intrincada telaraña que hizo las delicias de los lectores. Por encima, el comic narraba el enfrentamiento entre un equipo de fuerzas antiterroristas del Ejército de los Estados Unidos constituidos por integrantes de las distintas ramas militares con la finalidad de combatir un grupo antagonista llamado Cobra, que de terrorista sólo tenía el nombre, puesto que tenían uniformes, armas vehículos y ejércitos de soldados que la mayoría de las veces perdían, a pesar de estar en superioridad numérica y táctica, por cobardes o codiciosos. Simultáneamente Hama exploró la vida secreta de uno de los más icónicos miembros del equipo G.I.JOE: Snake Eyes, un soldado cuyos secretos despertaron el interés a la altura de los propios orígenes secretos de WOLVERINE.

De Snake Eyes no se conocía nada, ni su nombre ni su origen, sólo se sabía de él lo aparente: que tenía el rostro desfigurado, vestía de negro, nunca hablaba, usaba una Uzi y Katana como armas, tenía como mascota un Lobo, era un arma mortal y tenía a una pelirroja explosiva babeando el pavimento por él: En síntesis, la apoteosis de todo lo que puede encumbrar un personaje a la popularidad. Desde cierto punto de vista, podría decirse que por debajo de la superficie, el comic trataba en realidad sobre la vida de Snake Eyes y sus amigos y enemigos, revelándose a cuentagotas su historia en medio de gloriosos combates.

En 1984 apareció el número 21 de G.I. JOE: A REAL AMERICAN HEROE, pero para sorpresa de todos, el mismo no tenía ningún diálogo, texto u onomatopeyas, arremetiendo en contra de lo que se concebía como COMIC: imágenes acompañadas de texto, y demostrando que la obra tenía elementos que aportar a la industria y era más que una simple apología publicitaria.

“Silent Interlude” se trataba de un comic de 21 hojas en las que se narraba la captura y rescate de “Scarlet” –compañera de armas en G.I.JOE– por parte de Snake Eyes, teniendo como escenario una base de Cobra llena de soldados y ninjas. Allí Snake Eyes haciendo una combinación de sus habilidades marciales y militares, se abre paso a sangre, fuego y engaño para lograr su objetivo, sólo para que el final se revele que Snake Eyes y Storm Shadow, el ninja aliado de Cobra que aparece en ese número por primera vez, y autor de la captura a la sexy pelirroja, cuentan con el mismo misterioso tatuaje.

Este comic fue escrito y dibujado por el propio Larry Hama –con los acabados de Steve Leialoha en un lapso de tres semanas—, gracias a la ausencia de diálogos que permitió economizar la semana que se destina al letrista. Se dice que este es uno de los comics a nivel singular más importantes de todos los tiempos, y que muchos dibujantes famosos se han inspirado en él.

Larry Hama continuaría una década deleitándonos con su obra dentro y fuera del comic, y es considerado una especie de “padre” de los G.I.JOE,  existiendo una figura de acción –Tunnel Rat—inspirada en su físico.

Existen diversas reediciones de este número 21, recopilatorios y otras más del 25 y 30 aniversarios, demostrando que esta obra de Hama no se olvida, como tampoco desaparece el universo G.I.JOE que cuenta con numerosos y nostálgicos fieles seguidores de la franquicia. ¿Habían oído de esta obra?, ¿Cuál es su opinión? Saludos afectuosos.

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  • Muy interesante y toda una sorpresa para mí que tengo las colecciones de cómics basadas en juguetes en bastante baja estima (Salvo ROM y Los Micronautas). No lo sabía ni lo había leído. Cuando se publicaron los cómics de los Transformers y de G.I. Joe empecé a comprarlos pero me parecieron muy tontos y mal dibujados. Hay que tener en cuenta que me debieron de tocar varios números seguidos de Herb Trimpe y eso marca a cualquiera, por muy creador gráfico de Wolverine que sea. Sin embargo Larry Hama sí me gusta, Leía el NTh Man, the Ultimate ninja con Ron Wagner y su Wolverine con Mark Texeira seguramente sea la etapa de Wolverine que más me ha gustado.

    Saludos fremen.

    • Fenixwave

      Ha habido varios volúmenes de G.I.Joe, tal vez por eso no ubicas este número en partícular aunque sobre autores no se la gran cosa porque en mi país acostumbraban omitir los créditos en los comics. Los que leí en su momento tenían sus cosas buenas, pero no soy un público imparcial. Gracias por comentar, saludos afectuosos.