Aunque en las pocas librerías que existen en mi Ciudad –negocio en franca extinción– es posible encontrar libros de dudosa calidad cuyos autores son el Rubius o Wigetta777; hasta la fecha ninguna editorial se ha dignado a traer a este país abandonado por el Dios de la Literatura, la Saga de Geralt de Rivia cuyo autor, oriundo de Polonia es Andrzej Sapkowski. Ni siquiera Amazon cuenta con tales libros en idioma Español, por lo que el primero de ellos tuve que leerlo en inglés a un paso moderadamente lento. El feliz regalo de un ninja cibernético –cuyo nombre omito, a efecto de que no termine conmigo blanqueando huesos en algún oscuro calabozo, pero su nombre comienza con «A»–, me permitió completar a paso acelerado lo que es una Saga ya de Diez Libros, y regodearme con esta adicción que tenia tanto tiempo sin gozar de ella: cuando lees, lees y lees sin parar, olvidándote de todo: videojuegos, trabajo y sueño.
Los libros de Witcher son los siguientes:
El último deseo.
La espada del destino.
Sangre de Elfos.
Tiempo de Odio.
Bautismo de Fuego.
La Torre de la Golondrina.
La Dama del Lago.
Camino sin retorno.
Estación de Tormentas.
Para quien no tenga conocimiento de estos libros –publicitados al conocimiento de las masas por la magnífica estela de videojuegos–, brevemente se puede apuntar que la saga se desarrolla en un universo claramente medieval con espadas, arcos y armaduras, en el que la magia existe, pero sólo algunos la poseen y no es gratuita. El origen del conflicto tiene lugar cuando los Humanos llegan a un mundo habitado por Elfos y Enanos, en un fenómeno conocido como conjunción de las esferas –o sea, algo así como crisis en las tierras infinitas–, junto con ellos llegan toda clase de seres mágicos, violentos y no violentos, inteligentes y brutos: vampiros, dragones, sirenas, arpías, trolles, etc.
Los elfos se dividen entre recibir a los humanos y exterminarlos, la duda favorece a los recién llegados, quienes hacen uso de su arma secreta: su lujuria, tal y como lo explica un humilde enano y luego lo confirma un alto sabio Elfo, los hombres son capaces de procrear en cualquier tiempo y momento, por ello resultado de simple cuestión de números pronto superan especialmente a los elfos, quienes tienen una tasa de fertilidad demasiado baja, caso rayando en la esterilidad. Para el momento de las novelas los humanos han subyugado a todos los elfos y más o menos pactado con los enanos para hacer comercio; así que los no humanos viven languideciendo en cinturones de miseria en las ciudades, o como forajidos en el caso mayormente de los elfos. Exterminados los peligros ajenos, los humanos se han dividido en reinos y cuando no luchan, se hacen la vida miserable entre ellos. En este universo en al menos en el continente donde se desarrolla la historia, y según va descubriéndose en los novelas existe un poderoso reino en el sur llamado Nilfgard, y varios reinos en el Norte: Cintra, Temeria, Redania, Rivia, etc.
Como lo reseñé en una vieja entrada que versó sobre el segundo de los videjuegos, un “Witcher”, palabra que es traducida al castellano como “Brujo”, es una clase de cazador creado a partir de humanos mutados, capaces no sólo de luchar con la espada mejor que cualquiera, sino de utilizar por una parte la alquimia –para crear pociones con diferentes efectos: visión nocturna, incremento de fuerza, vigor, regeneración de heridas, etc.— y también distintos tipos de magia de bajo nivel –fuego, empuje de fuerza, etc.–. Tal capacidad de combate es empleada para muerte a toda clase de monstruos que en este universo tienen existencia real: dracónidos, ahogados, arpías, apariciones, relictos, vampiros y cualquier engendro que ataque a los seres humanos. Para lograr tales efectos los aspirantes a Brujos son reclutados desde niños y separados de sus familias para que formen parte de un proceso alquímico que transformará al iniciado en un mutante, incrementando su fuerza, reflejos y vigor, con algunos efectos secundarios como la esterilidad o el cambio de color de ojos.
Sin embargo los Brujos no están para andar de buenos samaritanos, cobran buen dinero por los servicios de “limpieza monstril”, lo que los hace ser repudiados por la gente: por principio de cuentas por simple ignorancia; en segundo término, porque en cierto grado se aprovechan de la necesidad de la gente, pues un brujo nunca trabaja en forma gratuita.
Los brujos utilizan dos clases de espadas: la “normal” que se forja con minerales extraídos de meteoritos y la de plata –o más bien acero cubierta de plata–. Ambas se utilizan para eliminar monstruos que pueden ser susceptibles a uno u otro material. De acuerdo con el último de los libros, se confiesa que las espadas no tienen en sí ningún poder especial, pero se hace creer a las personas que no es así, en primer término para aumentar las tarifas de pago, dado que lo genérico y común termina en barato; y también como medida antirrobo.
Además de cazar monstruos, los Brujos también son reclutados por Reyes y nobles para cumplir misiones especiales que los simples mortales serían incapaces de hacer frente, por lo que no es raro verlos implicados en conspiraciones políticas de toda clase.
El universo de Andrzej Sapkowski, los brujos son además una especie en extinción, pocos quedan de estos cazadores, sus cuarteles se encuentran en decadencia y muchos de sus secretos se han perdido con el tiempo, igual que muchos seres mágicos. Pareciera que los humanos han ido acabando con todo lo fantástico: los elfos y enanos son considerados como parias, y luchan una cruel guerra de guerrillas para reinvindicar sus derechos.
El protagonista inicial de los Libros se llama Geral de Rivia, el hijo de una hechicera que fue entregado a Vesemir, el Jefe de la Escuela de Brujos identificada con el Lobo. Se desconocen aún los detalles de este acto, probablemente resultado de un embarazo no deseado y la muerte del padre. El caso es que Gerald sobrevivió a la llamada Prueba de las Hierbas, donde 7 de cada diez aspirantes fallecen, y fue aceptado en la comunidad de los Brujos, teniendo como familia a sus compañeros, y como único Padre a Vesemir. Según se sabe a lo largo de los libros Gerald ha ganado fama entre la gente por los trabajos realizados; se le identifica por su cabello blanco –resultado imprevisto de su mutación—y se le llama entre los Elfos y Driadas como “Lobo Blanco”, y entre los humanos con desprecio como el “Carnicero de Blaviken”.
En cuanto a los libros propiamente dichos, el estilo literario de este autor es singular: sus descripciones son escasas rayando en lo inexistentes, la apariencia física de los personajes, su vestimenta o lugares son apenas retratados en una o dos líneas, aprovechando que todos y cada uno de nosotros sabemos cómo es un vampiro, un dragón, una armadura o un pantano; tampoco es un autor preocupado por brindar a sus lectores ninguna clase de mapa que, instituidos por Tolkien parecen formar parte básica de todo libro de Fantasía.
Indudablemente la fuerza de los libros reside EN LOS DIÁLOGOS, dado que en las novelas no se expresa de igual forma el sencillo campesino que el diplomático extranjero, ni el niño que el hechicero; los primeros se hablan en forma rústica, alterando palabras y cambiando letras; los segundos incorporando locuciones latinas, los menores utilizando diminutivos y los magos diversas consideraciones filosóficas; ello envuelto en un innegable humor negro y sarcasmo que hace sentir muy próximos a los personajes. Aquí no podemos dejar de reconocer la labor de los traductores para adaptarla al español
Sapkowski también prefiere escribir textualmente gritos e interjecciones, que narrar que tal o cual personaje hizo o dijo tal o cual cosa. Los diálogos son apoyados por el uso pertinente de palabras altisonantes y señas ofensivas que reflejan el sentir de sus autores. El Universo de Sapkowski, aun lleno de Enanos o Elfos, es tan cercanos a nosotros: aquí existen los bancos y los seguros para casa; hay grupos racistas y xenófobos; los ambientalistas y las malvadas transnacionales para las que las guerra sólo es un negocio más; los ladrones, asesinos a sueldo, comandos que atacan detrás de las líneas enemigas, tribunales, testigos protegidos, grafiti callejero; conceptos darwinianos como evolución a partir de monos, mundos paralelos, viajes en el tiempo y sus respectivos efectos mariposas, radios mágicos, genetistas, consumo de drogas, agencias de detectives, demandas por incumplimiento de contrato y demás conceptos tan modernos que por momento no parecen formar parte de un tipo de vida medieval, por lo que el lector moderno se siente perfectamente identificado con la obra. De estilo diferente a cierta saga de libros muy famosa y adaptada a la TV, dado su marcado amor por los personajes principales, lo cierto es que Sapkowski no se limita en el uso de la violencia y el gore literario, las violaciones, ahorcamientos y linchamientos forman parte de la vida cotidiana, tan comunes para los personajes que no se detienen demasiado a pensar cuando pasan enfrente de un montón de cadáveres colgados de las ramas.
Los dos primeros libros son una colección de cuentos o historias: EL ÚLTIMO DESEO es esencialmente una reinterpretación de los cuentos infantiles: La bella y la Bestia, Aladino, Blanca Nieves, con algunas historias originales, es una carta de presentación de lo que hace y es un brujo.
LA ESPADA DEL DESTINO es otro compendio de historias cortas ya casi totalmente originales, habiendo guiños por ejemplo a la historia de la Sirenita y otros clásicos. Aquí las historias breves tienen más vinculación entre ellas y van alcanzando un buen ritmo para lo que serán los otros libros.
Estas novelas podrían leerse en forma aislada y son magníficas para introducirse en este universo, siendo el protagonista indudable Gerald de Rivia y su “sidekick” Jaskier, un talentoso y famoso trovador, inoportuno, chismoso, vividor e infiel como el que más, y por extraño que parezca no termina cansando como la mayoría de los patiños.
SANGRE DE ELFOS, TIEMPO DE ODIO, BAUTISMO DE FUEGO, LA TORRE DE LA GOLONDRINA Y LA DAMA DEL LAGO son propiamente novelas que deben de leerse en forma seriada, su contenido es denso y aquí se da vuelo a todo el universo creado por el escritor. En estos libros prácticamente existen dos protagonistas: Gerald de Rivia por una parte y Cirila, una niña-adolescente vinculada al brujo por el Destino. La última novela suele dividirse nivel de publicación, en dos partes, lo que hace que el enfrentamiento aparezca en forma anticlimática a mitad del segundo volumen de LA DAMA DEL LAGO, y te quedes preguntando de qué tratará la otra mitad del libro si ya todo acabó… ¿o no?
CAMINO SIN RETORNO es un nuevo compendio de cuentos, sólo que no todos pertenecen a la Saga del Brujo, sino que incluso se refieren épocas modernas y géneros alejados de la fantasía, como el terror. Sólo dos historias tienen relación con el Brujo: Uno de los cuentos se ocupa de referir el encuentro entre los futuros padres de Gerald de Rivia; y el segundo es una narración alternativa de la Boda entre el Brujo y su sufrido amor Yennefer de Vandeverg, escrita años antes de que diera inicio la saga, permitiendo conocer muchos protopersonajes y advertir con sorpresa al presencia definida de los protagonistas de las historias.
ESTACIÓN DE TORMENTAS es una precuela de la saga, una delicia al retomar personajes que teníamos por perdidos, y una alegría para el lector, y es que con perdón del señor Sapkowski, el nació para escribir The Witcher, el que se dedique a otras obras y géneros lo siento un desperdicio de talento.
Sapkowski es un amante de alterar el orden cronológico de sus historias, de contarlas por partes de acuerdo a lo que cada uno de sus narradores presenciaron, pero al avanzar todo termina engranando de maravilla, haciendo interesante a cualquier personaje ya sea un carretonero o un rey, todos tienen algo importante que decir y de cómo decirlo. El escritor es seguidor del mito artúrico. Lo cual se refleja en algunos de sus personajes y el final mismo de la saga. Su único defecto es que se repite en algunas ocasiones en cuanto a los diálogos de los personajes.
¿Vale la pena gastar horas de tu tiempo en esta saga? Si me lo preguntasen a mí, no dudaría en dar un rotundo Si; pero claro tengo debilidad por El Señor de Los Anillos, La Canción del Hielo y del Fuego, La Saga del Asesino y la fantasía épica, pero a mi parecer Sapkowski. esta a la altura de Tolkien, Martín y Hobb. Saludos afectuosos.