Crítica musical: The endless river (Pink Floyd-2014)

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Cuando una banda de Rock (Progresivo o no) dice que el proyecto que esté a punto a lanzar sea el último, tenemos que pensar dos cosas. Lo primero que podría ser un último disco para acabar por todo lo alto y dejar a la banda como un mito. Lo segundo que pensaríamos es que se trate de una verdadera obra «saca-dinero» para los fans de la banda.

«The Endless River» se trata de un disco dedicado al difunto teclado de los Pink Floyd: Richard Wright. Hasta aquí todo correcto, si no nos fijamos que este miembro de la banda falleció en 2008 y estamos en 2014, porqué primero hacer remasterizaciones en 2011 y luego sacar un disco recordándolo 6 años después?

Obviando todo este apartado lógico y superficial, ahora tocaría hablar del disco. Cuando empezamos a escucharlo sentimos que nos están metiendo en una introducción made by Progressive Rock o incluso música Zen. Sí, música Zen porque la verdad es que te acaba relajando y todo la introducción, pierdes el deseo que sucede con algunos otros CDs con pistas introductorias de «Que se acabe esta p**** y empiece el CD».

El problema es que hay una segunda parte de la introducción Progressive o como queráis llamarlo, bien, acepto otro par de minutos para acabar de despejarme y ponerme con el disco. Pero la tercera pista también sigue la misma dinámica de las dos primeras, y la cuarta, y la quinta, y la sexta. Todas ellas sin que se escuche A NADIE cantar NADA (a excepción de la canción Nº18).

http://www.youtube.com/watch?v=-ExRKMxOlNs

(Habéis escuchado lo mejor del disco)

No debemos confundirnos, las distintas canciones del disco suenan «bien», aunque no es nada de lo que uno espere de Pink Floyd como «Último CD». El hecho de estar escuchando 17 canciones «Zen» no acaba de convencer (al menos para mí) y aún menos por el precio en el que podemos encontrar el disco en las tiendas de música.

Como os decía en la introducción, este CD se trata de una obra «saca-dinero» por parte de los de Londres y me parece bastante mal acabar con una banda tan mítica como es Pink Floyd con un bodrio como este. Sí que es cierto que tiene cierta continuidad, ritmo y es entretenido en cierta medida, pero para hacer lo mismo podría comprarme y ponerme a escuchar la BSO de cualquier película o videojuego con un mínimo de tensión (Aka Silent Hill) y aún tendrían más carisma que «The Endless River»

En conclusión, un disco solo recomendable si eres MUY fan del grupo, pero no demasiado, no sea que te entren ganas de vengarte por el increíble bodrio que han sacado.

Uno de los mayores bodrios creados por la humanidad, huid insensatos