Max Payne 3 es esa entrega que a todos nos daba mucho miedo. Ahí estaba el Devil may Cry de Ninja Theory (que a cada noticia pintaba peor), y las comparaciones terminaron llegando.
Para empezar, el juego estaba desarrollado por Rockstar, no por Remedy. No se iba a ubicar en Nueva York, ni siquiera en los Estados Unidos, sino en Brasil. Y Max iba a ir en camisa hawaiana con la cabeza rapada. Todas las alarmas estaban encendidas.
Y sin embargo, salió el mejor título de la serie y uno de los mejores shooters de la ya pasada generación.