“No mamá, las voces que escucho no son imaginarias, ni estoy usando tus zapatos de tacón… sólo me estoy conectando con mi otro yo travesti al otro lado del mundo.”
Se trata de una nueva serie recién salida de los hornos de Netflix, nacida de los talentos de los hermanos Wachowski y Michael Straczynski, ¿Serán capaces los creadores de Matrix de dar a luz finalmente un proyecto original que los separe de la historia de Neo, o se seguirán dando vueltas en círculos como en sus anteriores proyectos Cloud Atlas y Jupiter Ascendig? Acompáñenme a averiguarlo:
Sabemos que los Watchowski tienen sus filias creativas definidas: la reencarnación, la existencia de un mundo real más allá de lo que vemos, la trascendencia; a tal grado que sería imposible ubicarlos en una película en la que las cosas sean finalmente lo que son, y no se tenga que ver más allá de lo que captan tus ojos. Atrapados por una temática semejante, han cometido según parece, el error de convertirse en realizadores y escritores de sus obras, lo que no sólo ha provocado mayor reciclamiento de sus planteamientos, sino que ha derivado en desastres financieros, la desaprobación del público y de la crítica como sucedió en las ya referidas películas. Aún recuerdo cuando salí del cine conmocionado con un grupo de amigos tras ver Jupiter Ascendig, sin saber qué cosa acabábamos de ver, para finalmente concluir que la película resultaba mala y que todo lo visto era una reutilización de elementos antes vistos, lleno de clichés, y personajes caricaturescos, tontos o y con ninguna o nula construcción, motivación ni interés.
Cuando estaba explorando las series de Netflix me llamó de inmediato la atención de Sense8, una serie hecha por esta pareja de hermanos –para ver que nuevo monstruo habían creado los Wachowski–, por lo que decidí probarla, no necesitando ver más allá de primer capítulo para darle “click” al siguiente, y luego al otro, y al otro…. Hasta que la madrugada comenzaba y no le veía fin a sus geniales doce capítulos, para luego lamentarme ya, que la temporada se hubiera ya acabado.
SENSE8 es una serie creada por los escritores y cineastas Andy y Lana Wachowski (Asesinos, Matrix, Speed Racer, Cloud Atlas, Jupiter Ascending) más la participación de Michel Straczynski (guionista de caricaturas, comics, series, películas y creador de Babylon 5), lanzada el 5 de junio de 2015, con una buena recepción de la crítica y una mejor acogida de los televidentes. Con una producción que no dudo de calificar de tipo cinematográfica y una cuidada fotografía, la serie fue rodada en auténticas locaciones exteriores e interiores en los Estados Unidos de América, Inglaterra, Corea del Sur, Kenia, Islandia, México y Alemania; refleja claramente la esencia cosmopolita de la serie, en la que ya se que le recemos a Buda o Jesucristo, comamos paella o tortilla, leamos de derecha a izquierda o viceversa; todos formamos parte del mismo planeta, percibiéndose el colorido y la diversidad de la pequeña muestra de países y personajes que se nos muestran, lejos de la imagen estática de una bandera o la foto de algún monumento conocido que se emplea en forma normal para “ambientar” una serie. Aquí los personajes caminan por las calles de Chigago, Londres, Seúl o Mombai, con todos sus colores, sabores, aromas y demás colorido.
La historia no puede ser más simple: un buen día, ocho personas que van de lo común y corriente hasta lo menos común, comienzan a estar conectadas entre sí, compartiendo en un inicio sentimientos e imágenes, hasta profundizar en una relación que les permite compartir conocimientos, conversar entre ellos y permitir prácticamente una especie de posesión, mediante la cual alguno de ellos asume literalmente el control para ayudar a su compañero a salir del problema en que se encuentren; y es que algunos de estas personas tienen una vida agitada o se plano comienzan a correr peligro, porque alguna siniestra organización con el rostro del villano de turno, pretende hacerlos desaparecer de la faz de la tierra.
No es la primera serie donde seres especiales luchan para salvarse a ellos y al mundo en peligro; pero su indiscutible originalidad reside en el humor involuntario que se produce cuando los personajes ven afectadas sus vidas por los sentimientos y problemas de los demás, conversan con ellos sin que nadie más los vea y son a su vez ayudados por sus compañeros, cuando en un genial despliegue creativo, los autores de la serie suplantan a la persona que realmente se encuentra viviendo determinado evento, por su “otro yo”, en una mezcla loca de Principe y Mendigo con Quantum Leap. Por citar algunos ejemplos, esta conexión de la que trata la serie, permite que en un momento uno de los personajes no pueda respirar, cuando otro de ellos se encuentra asfixiando en la realidad; otro tenga ganas de llorar sólo porque alguna de las chicas del grupo se encuentra en su periodo; todos canten de repente una canción, porque uno de ellos la está escuchando; o se pongan cachondos si otro está gozándola en la cama. Estas situaciones de: «estoy, pero no estoy», dan pie a una incontable cantidad de risas que me hicieron muy disfrutable la serie.
Pero no todo es alegría en Sense8, el nivel gráfico de la violencia es elevado, y las risas se mezclan de repente con cantidades ingentes de salvajismo, pues la aldea global es también una jungla para los seres humanos, y la serie se encuentra tan bien filmada y localizada que sabes que lo que vez en pantalla es real, y sólo una pequeña muestra del mayor grado de violencia que se vive en dichos sitios, ya sean los cinturones de miseria de Chicago o las chabolas de Kenia.
También abunda el consumo de drogas, libremente que padres e hijos comparten como si fueran chocolates. Es notable también la intención de los autores de incluir a la diversidad sexual de las personas con la misma naturalidad que la derivada de nuestra nacionalidad o color de piel, y puede considerarse una serie progresista en ese sentido. Evidentemente la conversión –transexual– de Larry Wachowski en Lana Wachowski queda patente en la serie.
También existe mucho sexo de todo tipo: heterosexual, homosexual, transexual y orgías; sin embargo aquí no se trata del sexo atrae-televidentes de las series de HBO, que mutilan obras sólo para meter algún seno que nos alegre la pupila; sino que se trata de escenas bien implementadas vinculadas a los eventos que viven los personajes, dado que la pasión y el deseo forma parte de nosotros como humanos y por lo tanto se refleja en la serie y en los sentimientos que comparten los protagonistas.
Y hablando de protagonistas, queda claro que todos ellos son en su mayoría desconocidos o actores fetiche de los Wachowski como Tuppence Middleton –Jupiter Ascending—o Bae Donna –Cloud Atlas–, pero todos ellos brindan una buena actuación, seguramente producto de que interpretan a personajes de su propia nacionalidad, hablan frases de su idioma nativo, y filman en sus propios países –Si, está bien Tuppence es británica, no Islandesa, y Miguel Angel Silvestre es español y no mexicano, pero ustedes entienden–, apareciendo como peces en el agua, y entregándolo todo sin reservas incluyendo las referidas escenas de desnudos incluso frontales y de sexo. El elenco el multinacional y se integra por los referidos Tuppence Middleton, Bae Donna y Miguel Ángel Silvestre, además de Aml Ameen, Brian J. Smith, Tina Desai, Jaime Clyton y Max Riemelt; completando el reparto Naveen Andrews –Sayid de Lost–, Darryl Hannah y Terrence Mann como el tenebroso Mr Whispers. Estos son los personajes de la serie:
Will Gorski.- Policía blanco, bueno, honesto, idealista y americano, oculta un oscuro pasado de cosas que ha visto de niño y que mejor decide callar porque nadie le cree. Aporta al grupo su destreza para los golpes, su habilidad con las armas de fuego, y su entrenamiento policial.
Capheus.- Un chofer negro de transporte colectivo en Nairobi, más bueno que el pan, buen amigo, mejor hijo, formal y de elevada moral. Aporta al grupo sus habilidades como conductor… dirás que no tiene gracia, pero si puedes conducir en una ciudad llena de gente disparándote, eres capaz de todo.
Wolfang Bogdanow.- Mafioso y ladrón alemán; arrastra profundos sentimientos por su desafortunada relación familiar. Aporta al grupo habilidades de pelea, uso con armas y ambigüedad moral para hacer lo que se necesite.
Sun Bak.- Una despreciada ejecutiva de Seúl dentro de la propia compañía de su padre a causa del machismo, enfrentará duras decisiones con relación a una situación familiar; pero además por las noches se convierte de Batm… en una peleadora de luchas clandestinas. Aportará al grupo sus habilidades marciales cuando se le escucha decir: I´m Batm… que diga, –con tono de decepción–: ¿Sólo hay cuatro guardias?
Lito Rodríguez.- Popular actor de célebres películas pertenecientes a la serie de “Tino El Caido”, una caricaturesca mezcla del Mariachi, Machete y el Señor de los Cielos, enfundado en camisas garigoleadas, botas vaqueras y pantalones de mariachi bordados, repartirá justicia, venganza y sabiduría urbana en el celuloide. En la vida real parece que sus problemas se limitan a lidiar con los paparazzi, la fama y las mujeres ardientes que quieren encamárselo. Lito guarda una sorpresa y dará pie a las escenas más hilarantes de la serie. Aporta al grupo su carisma y encanto… es todo un arte.
Nomi Marks.- Nacido como Michael Marks, ahora es un transexual que años atrás de dedicaba a hackear redes y tiene problemas de aceptación familiar por su nueva condición. Ahora se entretiene dándole cariño sexual a una morenaza que esta como un tren. Aportará al grupo sus habilidades hacker –casi puede hackear el tiempo como en Kung Fury–… y sus escenas de sexo con la morenaza.
Kala Dandekar.- Química hindú, buena hija, obediente religiosa devota y virgen, prácticamente el sueño de cualquier suegra; su participación en la serie se decantará en su indecisión de si debe o no casarse con un hombre joven, guapo –lo dice mi esposa–, romántico, enamorado, de ideas progresistas y RICO que la corteja –como sufre–. Aportará a la serie su fascinación por las trompas y sus conocimientos de química.
Née Gunnarsdóttir a.k.a. “Riley Blue”, DJI islandesa que reside en Londres para huir de un evento tremendo que te estruja como espectador. Aporta al grupo su mirada tierna y…. Bueno, bueno, alguien tenía que ponerle música al grupo.
Este grupo de personajes tan diferentes dará juego para las más diversas situaciones en las que tendrán que lidiar con sus villanos individuales y colectivos, sencillamente lo mejor que he visto en los últimos años. Recomiendo encarecidamente que no se la pierdan. Saludos afectuosos.